A partir del cuarto al sexto mes de vida, a los niños les empiezan a salir los dientes. Así que es la etapa en que el niño está más intranquilo, presenta babeo continuo, se les inflaman las encías, lloran… Los padres, si son primerizos, acuden a la consuta preocupados sin saber qué les pasa y cómo calmar a sus hijos. Además, la salida de los dientes les afecta al sueño, que se torna escaso, discontinuo, interrumpido por el llanto…Y esto provoca mucho desasosiego en los padres
La intranquilidad, los problemas para conciliar el sueño y los despertares nocturnos afectan al 20-30% de los niños pequeños, lo que altera significativamente la calidad de vida, tanto de los pequeños, como de los padres que no saben qué hacer y se preocupan en exceso creyendo que los niños tienen alguna enfermedad.
Molestias durante la dentición
Para los pediatras es muy común escuchar cómo los padres asocian picos febriles, cuadros compatibles con gastroenteritis u otros síntomas con la erupción dentaria. Algunas de las molestias más comúnmente asociadas a la salida de los dientes son:
- Sueño intermitente
- Aumento de salivación
- Sarpullido
- Moqueo nasal
- Diarrea
- Pérdida de apetito
- Frío
- Irritabilidad
- Fiebre
- Orina olorosa
- Estreñimiento
Consejos para aliviar las molestias
- Darles objetos fríos para masticar. Colocar una toalla de tela húmeda en una bolsa de plástico limpia en el frigorífico o también un mordedor frío, les calma el dolor de encías.
- Limpiar la cara de las babas para evitar las irritaciones
- Frotar las encías con algo húmedo.