La grasa abdominal o adiposidad abdominal se produce como consecuencia de la acumulación localizada de grasa en la zona de la cintura (perímetro abdominal). El hecho de que aparezca únicamente en esta área puede hacer que pase desapercibida o que no se considere obesidad.
Sin embargo, sí que lo es. Este tipo de obesidad está directamente relacionada con un aumento de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares relacionadas con el exceso de peso.
Qué causa la grasa abdominal localizada
Existe un componente hereditario y otro que depende del estilo de vida que se lleve, condicionado por la alimentación y la práctica de actividad física. La herencia tiene un papel fundamental. Los hijos de padres obesos tienen, a su vez, mayor riesgo de que sus hijos padezcan obesidad, tanto por las tendencias metabólicas de la acumulación de grasa abdominal como los hábitos culturales y alimenticios socialmente adquiridos en su entorno.
El balance entre la ingesta de calorías y la actividad física determina si se acumula grasa o si se utiliza esta grasa abdominal como sustrato energético.
En las últimas décadas se han modificado muchas costumbres y la actividad física ha ido disminuyendo progresivamente, razón por la cual nos hemos vuelto mucho más sedentarios.
Consecuencias de la grasa abdominal o adiposidad localizada
La obesidad, además de suponer un problema estético y de calidad de vida, es un verdadero problema de salud en todo el mundo que puede acarrear consecuencias muy perjudiciales.
Controla el riesgo de acumular grasa abdominal
- La obesidad abdominal tiene peores consecuencias para el metabolismo, ya que favorece el desarrollo de diabetes y gota. Además, quienes la padecen tienen altas posibilidades de acumular grasa también en otros órganos vitales, lo que favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Las personas obesas suelen tener asociados otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial. De hecho, se estima que la hipertensión es 2,5 veces más frecuente en los obesos que en las personas con peso normal.
- Además de suponer un problema estético, como por ejemplo un perímetro abdominal mayor del saludable, y de calidad de vida, la grasa abdominal interviene en la aparición de algunas patologías como enfermedad coronaria, diabetes, infarto cerebral, apnea del sueño y osteoartritis entre otras.
Siembre es necesario buscar un equilibrio entre la ingesta de alimentos y el grado de ejercicio físico. Es imprescindible el establecimiento y mantenimiento de un estilo de vida saludable.
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Cómo eliminar la grasa abdominal
La mejor manera de perder y controlar el peso y, por tano, la grasa abdominal, es combinar la dieta y el ejercicio físico. Se perderá más grasa, se mantendrá la masa muscular y se evitará volver a ganar peso cuando se vuelva a la dieta habitual.
Hay que evitar las dietas estandarizadas. Es importante que las dietas estén individualizadas teniendo en cuenta el estado de salud, el peso que se desea conseguir, los hábitos alimentarios y el estilo de vida de la persona a la que van destinadas.
Para conseguir una reducción definitiva del peso se proponen 3 tipos de pautas:
- Consumir una dieta hipocalórica
- Mantenerse activos. Cualquier tipo de actividad física facilita el gasto de energía
- Esa modificación de los hábitos alimentarios y de la realización de ejercicio físico que hemos adquirido mantenerla en el tiempo para continuar con el peso y no volver a ganar kilos.
