El colesterol es una sustancia similar a la grasa e indispensable para la vida. El cuerpo necesita colesterol para fabricar hormonas, ácidos biliares, Vitamina D y otras sustancias.
El problema del colesterol surge cuando se encuentra en cantidades excesivas en sangre. Si circula más colesterol por la sangre de lo que necesita, posibilita la aparición de depósitos de grasa en los vasos sanguíneos afectando a la salud cardiovascular.
El colesterol LDL (también conocido como colesterol «malo«) se ha convertido en una de las alteraciones más frecuentes que no presenta síntomas ni signos físicos salvo en aquellos casos en los que no se controla este colesterol, en los que aparecen síntomas como consecuencia de complicaciones a nivel arterial.
¿Qué riesgos conlleva tener el colesterol alto?
Un aumento del colesterol en sangre es uno de los factores de riesgo principales de enfermedad coronaria, ataque al corazón y ataque cerebral. Si además tiene la presión arterial alta o diabetes, el riesgo se eleva aún más.
Probióticos, ¿me pueden ayudar a bajar el colesterol?
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un efecto positivo sobre la salud de quien lo ingiere. Cada vez se da mayor importancia a la modulación de la flora intestinal o microbiota intestinal mediante el empleo de probióticos, prebióticos y simbióticos para tratar diversas enfermedades.
Una nueva aproximación terapéutica que cada vez tiene más evidencia científica en ciertas alteraciones metabólicas, como el colesterol, es el uso de probióticos. Existen Lactobacillus y Bifidobacterium capaces de disminuir el colesterol y capaces de romper las moléculas de ácidos biliares conjugados precipitando el colesterol a un pH ácido y eliminarlo por las heces.
La cepa Bifidobacterium lactis BPL1 ha demostrado, en modelos animales, ser capaz de optimizar el metabolismo ayudando a disminuir los acúmulos de grasa, los lípidos totales y el control del daño oxidativo.
Ciertos probióticos, por tanto, pueden tener algún efecto positivo en los pacientes con problemas metabólicos como los acúmulos de grasa.
