Con el inicio de los primeros fríos comienzan también los primeros catarros. Durante el otoño y el invierno son frecuentes todo tipo de infecciones respiratorias. Desde simples rinitis a situaciones más complicadas como bronquitis, neumonías o, incluso, la conocida gripe. La mayoría de las infecciones respiratorias son de origen viral, siendo las más frecuentes de nariz, garganta y, en general, en las vías respiratorias altas que puede tener síntomas como la tos expectorante, entre otros.
Síntomas y aparición de la tos expectorante
Los síntomas más habituales de estas infecciones son la rinorrea (aumento de la mucosidad nasal), congestión nasal, dolor de cabeza, malestar general o alteraciones del apetito. Quizás, entre todas estas manifestaciones, destaca la tos que, aunque generalmente no reviste gravedad, es muy molesta y puede llegar a alterar el descanso tanto del que la padece como de los que conviven con el enfermo.
Y es que la tos se torna aún más incómoda de noche, cuando nos acostamos y no paramos de toser. La posición acostada hace que las secreciones queden acumuladas en las vías respiratorias y que el aparato respiratorio tenga menos facilidad para expulsarlas. Esto aumenta la irritación en las paredes de los distintos tramos respiratorios y desencadena el reflejo de la tos. En el silencio de la noche se hace especialmente molesta y llega a alterar el sueño del paciente y de toda la familia. La falta de sueño es un factor que incide negativamente en la recuperación del afectado, ya que por el día se encuentra cansado y sin fuerzas.
El médico valorará el caso y prescribirá el tratamiento oportuno si fuera necesario. Pero no sólo los fármacos van a servir de ayuda contra la tos. ¿Existen determinados remedios naturales y hábitos saludables que pueden ayudar a calmarla? Por tanto, ¿mejorará el estado del enfermo?
Tratamiento para aliviar la tos expectorante de manera natural
Vamos a darte algunas soluciones naturales que pueden ayudar a aliviar la tos productiva o con expectoración:
- Antes de acostarte, limpia la nariz con suero fisiológico de forma habitual para evitar tener mucosidad. Si estás muy resfriado, sería conveniente hacer lavados nasales con una solución salina. Esto limpiará las vías respiratorias superiores y dejará el camino libre para que más secreciones puedan salir.
- Bebe mucho líquido: mantenerse hidratado es fundamental para fluidificar y, por lo tanto, eliminar el moco. Nuestro organismo necesita el agua para hidratar todos los tejidos. En la piel lo notamos enseguida. Pero las mucosas también necesitan una cierta cantidad de líquido. Cuando las mucosas están deshidratadas, no pueden realizar bien su función de barrera. Ello facilita la entrada de gérmenes, en este caso, respiratorios. Además, la escasez de agua hace que las secreciones de estas mucosas sean menos fluidas, más compactas y, por lo tanto, se dificulta su expulsión.
- Puedes utilizar un humidificador en la habitación. La hidratación de las mucosas puede hacerse desde dentro, bebiendo agua suficiente. O desde fuera, consiguiendo que el aire respirado tenga un grado de humedad adecuado. Un aire demasiado seco va a alterar la mucosa y va a desecar las secreciones que se encuentren en las vías respiratorias, dificultando su eliminación. Hay que tener mucho cuidado con las calefacciones porque generalmente resecan el ambiente. Poner habitualmente unos depósitos rellenos de agua en los radiadores es una buena solución. Lo agradecerán los muebles de madera, las plantas de interior y, por supuesto, nuestra piel y mucosas. Pero cuando se produce ya una sintomatología respiratoria suele ser necesario incrementar el grado de humedad. Por ello, los humidificadores son de utilidad. También se les pueden añadir unas gotas de aceite esencial de eucalipto o de pino. Este hecho disminuirá la tos y la inflamación de las vías, y ayudará a expulsar secreciones. Si se añaden aceites o esencias, el agua del humidificador debe estar caliente, pero no hirviendo, pues esto podría disminuir la eficacia de los principios activos contenidos en estas plantas.
- La miel: puede ser efectiva para calmar la tos. Con limón o leche se potencia su efecto. La miel tiene propiedades antibacterianas, calmantes, antioxidantes y expectorantes. Existen muchos tipos de miel, dependiendo de cuál sea la planta de la que obtienen el polen las abejas. Todas tienen propiedades similares, pero existen algunos matices diferenciadores. En el caso que nos ocupa, la miel con propiedades expectorantes más marcadas es la miel de espliego o lavanda. Cuando a la miel se le añade limón, se le está añadiendo una cantidad extra de Vitamina C. La Vitamina C tiene efectos regenerantes a nivel de la mucosa y, también, ayuda a la función del sistema inmunitario. Ello contribuye a que el organismo esté más preparado para combatir la infección que ocasionó los síntomas.
- Hacer gárgaras con sal, vinagre o manzanilla puede resultar efectivo para calmar la garganta inflamada. La sal y el vinagre tienen un efecto antiinflamatorio. La manzanilla tiene un efecto calmante. Las gárgaras con estas sustancias consiguen un alivio directo de la sensación de irritación en la garganta, que disminuye la necesidad de toser.
Hedera helix: planta medicinal, solución natural
Existen diferentes plantas medicinales que tienen un efecto positivo sobre diferentes síntomas y alteraciones del aparato respiratorio. Una de esas plantas es la hiedra común o hedera helix.
La hoja de hiedra o Hedera helix es un principio activo muy conocido y usado para el tratamiento de la tos por sus efectos espasmolíticos (relaja el músculo bronquial, por lo que produce una apertura de las vías aéreas) y mucolítico (fluidificación del moco). El extracto de hoja de Hedera helix es eficaz y seguro para reducir los síntomas de la infección respiratoria aguda de vías altas. Con dicho principio activo se consigue actuar sobre las causas de la tos, es decir, sobre el aumento de la mucosidad en las vías aéreas. Y no únicamente sobre el síntoma, puesto que no inhibe el reflejo de la tos, sino que al ayudar a expulsar las secreciones, la tos desaparece porque deja de ser necesaria.
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