Terrores nocturnos en la infancia

Los terrores nocturnos son trastornos del sueño en los que el niño se despierta rápidamente de su sueño aterrorizado.

El suceso ocurre durante la fase de sueño profundo en las primeras horas de la noche. Se puede despertar gritando y, con frecuencia, asustado y confundido.

El episodio suele durar de 10 a 20 minutos y cuando cesa, el niño generalmente vuelve a dormirse. Normalmente, a la mañana siguiente, no suele recordar lo sucedido por la noche (*)

Terrores nocturnos en la infancia: terrores nocturnos - HeelEspaña

Terrores nocturnos: trastorno del sueño frecuente

Los terrores nocturnos ocurren típicamente durante el primer tercio de la noche, durante los estadios 3 y 4 del sueño. Suelen tener una duración de uno a diez minutos.

El niño parece aterrorizado, agitado, confuso y con descarga autonómica. Cuando el niño se despierta suele haber amnesia del episodio. A menudo aparecen entre los 3 y los 6 años, aunque pueden verse a lo largo de toda la infancia de forma aislada.

La prevalencia estimada está entre el 1 y el 6%, y son más comunes en niños que en niñas. Se considera que son propios del desarrollo. Pueden aumentar por la deprivación de sueño o por factores que fragmenten el sueño, como la fiebre o enfermedades médicas.

La edad de inicio suele estar entre los 4 y 12 años, y suelen resolverse espontáneamente en la adolescencia. Es importante realizar el diagnóstico diferencial con crisis epilépticas durante el sueño o con episodios de apnea del sueño.

Causas

Las causas más frecuentes con las que se relacionan los terrores nocturnos son:

  • Antecedentes de este problema en la familia: El 80% de los niños con terrores, tiene algún familiar con este problema.
  • Desarrollo inmaduro del cerebro: Pueden reflejar etapas del desarrollo en el que el cerebro aún es inmaduro, y por eso el niño tiene dificultad para salir completamente del sueño muy profundo o despertarse.
  • La fiebre o ciertos medicamentos.
  • La falta de sueño o tener horarios de sueño irregulares

Frecuencia

Son muy frecuentes en la infancia. Se calcula que un 40% de las personas han tenido en su infancia algún episodio, pero muy pocas siguen sufriéndolos en la etapa adulta.

De hecho, la mayoría de las veces, se da en niños sanos alcanzando su mayor frecuencia a los 11 años y desaparece a medida que el niño crece, en torno a los 12-15 años.

Consecuencias

  • Insomnio: Si el niño se despierta de noche porque ha tenido una pesadilla, puede resultarle difícil volver a dormirse, lo que altera el descanso nocturno.
  • Somnolencia diurna

¿Es diferente a las pesadillas?

Se puede decir que las pesadillas son normales en niños y en adolescentes.

Sin embargo cuando producen repetidos despertares con importante estrés y repercusión en el sueño, de modo que el niño no puede volver a dormir solo, requerirán algún tipo de intervención. Ocurren durante el sueño REM, fundamentalmente en la segunda mitad de la noche.

Son frecuentes en edades preescolares y disminuyen en frecuencia a lo largo del desarrollo hacia la vida adulta.

Aumentan con el estrés, deprivación de sueño, fatiga y cambios en el lugar del sueño.

Otros trastornos del sueño en niños

Como hemos comentado, los terrores nocturnos son normales en los niños. Sin embargo no son los únicos trastornos del sueño que padecen los niños.

Los trastornos del sueño en niños y adolescentes difieren de los que aparecen en adultos.

Algunos son específicos de la infancia, mientras que otros ocurren a lo largo del desarrollo.

En adolescentes es común que aparezcan patrones irregulares del sueño o sueño insuficiente, generalmente debido a la adquisición de hábitos inadecuados durante la etapa escolar.

En ocasiones, son los padres los que se quejan en lugar del niño.

Podemos decir que los trastornos más frecuentes en la infancia son:

  • Parasomnias.
  • Movimientos rítmicos relacionados con el sueño.
  • Síndrome de piernas inquietas.
  • El síndrome de apnea obstructiva del sueño.
  • Síndrome de fase de sueño retrasada ( síndrome de retraso de fase).
  • Narcolepsia.
  • Insomnio

¿Qué se sabe del insomnio en  niños?

Las causas más frecuentes de insomnio son una mala higiene del sueño y el insomnio por alteración de la conducta sobre todo en la infancia y adolescencia.

Existen además otras causas que pueden causar insomnio en el niño como son las alteraciones del neurodesarrollo (autismo), enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades pulmonares, obesidad, etc.), alergias, enfermedades neuropsiquiátricas entre otras, mucho menos frecuentes.

En el insomnio conductual se trata de un mal aprendizaje del hábito de sueño, aparece la incapacidad del niño para conciliar el sueño si está solo, presentando resistencia y ansiedad a la hora de acostarse.

Esto conlleva que el inicio del sueño se retrase o que se presenten múltiples despertares a lo largo de la noche y consecuentemente la falta de mantenimiento del sueño después de iniciado el mismo.

(*) ASENARCO, Asociación Española del Sueño

Lda. Laura Arbeloa Jiménez
Licenciada en Periodismo por la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. Actualmente trabajo en Heel España realizando diferentes funciones de comunicación corporativa y marketing.
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