La primavera nos trae de vuelta el buen tiempo, sol, flores… pero también es una estación que conlleva una serie de problemas para la piel, que puede verse afectada por estar más expuesta a una serie de factores desencadenantes como agentes irritantes, polen, polvo o los cambios de temperatura.
El contacto con una serie de alérgenos (sustancias capaces de producir alergia) como el polen y el polvo, recupera el protagonismo en primavera, a los que se incluyen los problemas que conlleva la sudoración excesiva y su efecto sobre las lesiones eccematosas.
Además, al utilizarse menos ropa, la piel está más expuesta a dichos agentes.
¿Cómo afecta la dermatitis atópica a la primavera?
El tiempo característico de esta estación propicia el empeoramiento de la dermatitis atópica.
En esta época, en la que no se sabe muy bien qué ponerse, el exceso de ropa puede provocar sudoración y esta puede desencadenar en un brote o acentuar el eccema.
Por lo tanto, en estos casos es muy recomendable ducharse inmediatamente después de hacer ejercicio.
Para la noche, hay que intentar mantener temperaturas ambientales templadas y usar poca ropa de cama para evitar el sudor nocturno.
¿Y se puede tratar la dermatitis con probióticos?
La relación entre alergia y microbiota intestinal nos hace pensar que la modulación de la misma mediante la utilización de probióticos específicos puede contribuir a la mejora de la enfermedad alérgica.
Partiendo de estos conocimientos, se han ensayado diferentes cepas probióticas para valorar el efecto preventivo o terapéutico de los probióticos en diferentes enfermedades alérgicas.
Recientemente se ha publicado un estudio muy interesante con niños diagnosticados de dermatitis atópica.
En dicho estudio, a un grupo se les administraba una mezcla de tres cepas probióticas durante 12 semanas. Y, por otro lado, al otro grupo restante se les administraba placebo.
Los resultados indicaron que los niños que habían tomado el probiótico tuvieron una reducción muy importante tanto de la intensidad como de la extensión de las lesiones.
Y, además, disminuyó considerablemente el SCORAD. Estos niños, también, necesitaron utilizar pomadas de corticoides durante menos días que el grupo placebo.
Consejos para cuidar la dermatitis atópica y mantener una piel saludable
La dermatitis atópica, como otras enfermedades crónicas de la piel, necesita una gran constancia por parte de los pacientes. La hidratación y el cuidado de la piel mejoran su estado y le dan un aspecto más agradable. Entre los consejos para conseguir una piel saludable destacamos:
- La importancia de la higiene diaria. Es preferible la ducha para conseguir una piel saludable. Deben usarse geles que no resequen la piel, con pH ácido. No deben utilizarse manoplas o esponjas, ya que pueden irritar más la piel. El secado debe realizarse sin frotar. Después de esto, deberá aplicarse crema hidratante y se conseguirá una piel saludable.
- En casa, evitar cambios bruscos de temperatura y cuidar el ambiente. El exceso de calor y los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar un brote de dermatitis atópica. Las habitaciones deben ventilarse a diario, y es importante mantener una temperatura ambiente cercana a los 20º C, evitando ambientes secos.
- Se deben evitar alfombras, peluches, moquetas o cualquier otro objeto que pueda acumular polvo.
- La ropa que entre en contacto con la piel debe ser de algodón o de lino, eviatando la lana y otros tejidos sintéticos, que pueden provocar picor. Deberán evitarse prendas ajustadas, y cortarse todas las etiquetas. Utilizar detergentes hipoalargénicos y hay que evitar usar suavizantes.
Todo ello puede ayudar a mantener la piel saludable.
