Interés de los probióticos en las infecciones de orina

La infección de orina es una infección más frecuente de lo que nos imaginamos. De hecho, estas infecciones son las más frecuentemente tratadas en la práctica clínica diaria después de las infecciones respiratorias.

La incidencia (frecuencia) de la infección de orina depende de la edad y el sexo del paciente. En este artículo nos centraremos en hablar de las infecciones de orina en mujeres y, dentro de este tipo de infecciones, de la cistitis, que es la infección de orina más frecuente.

¿Qué es la cistitis?

El término cistitis hace referencia a la inflamación de la vejiga urinaria. Esta inflamación está habitualmente provocada por una infección. La cistitis es el tipo más frecuente de infección del tracto urinario de vías bajas. Además, es mucho más frecuente en mujeres que en hombres.

Numerosos factores pueden influir en la aparición de infecciones de orina. Existen una serie de medidas higiénico-dietéticas para el control de esta patología como, por ejemplo, beber mucha agua. Sin embargo, hoy vamos a hablar de la utilidad de los probióticos en la infección de orina.

¿Son útiles los probióticos para la infección de orina?

Es de todos bien sabido la utilidad de los probióticos en patologías referidas con el aparato digestivo. Pero, ¿son útiles los probióticos en las infecciones de orina? ¿Tiene alguna relación el sistema digestivo con el sistema urinario?

La respuesta a la primera pregunta es un sí rotundo; los probióticos son útiles en el control de las infecciones de orina. Lo primero que hay que saber es, que si ya existe una infección, hay que acudir al médico que, en la gran mayoría de los casos, nos prescribirá un antibiótico. Entonces, ¿cuál es el papel de los probióticos?

El papel del probiótico es, fundamentalmente, preventivo y, de especial importancia, en mujeres con infección urinaria de repeteción. Si bien es cierto que cualquier mujer en tratamiento antibiótico por una infección de orina u otra patología puede beneficiarse del efecto protector del probiótico. Este efecto protector consiste en acelerar el proceso de regeneración de la microbiota, después de la acción negativa del antibiótico sobre ésta.

¿Cómo nos protegen los probioticos?

Sabemos que el 80% de las infecciones del tracto urinario o de orina en mujeres se producen por bacterias, especialmente la E. Coli, que migran desde la parte final del aparato digestivo (ano) hasta la uretra.

Esto implica que el estado óptimo de nuestra microbiota intestinal va a favorecer la menor población de bacterias susceptibles de provocar infecciones del tracto urinario. Evidentemente al reducir el número de bacterias potencialmente nocivas en el intestino, reducimos la probabilidad de sufrir infecciones de orina de repetición.

Por otra parte, en ese camino del ano a la uretra, las bacterias tienen que pasar por la vagina. Si la microbiota vaginal está en un estado óptimo, las condiciones de pH son las ideales para ahuyentar a las bacterias patógenas. Las cepas probióticas que están más presentes en la microbiota vaginal de una mujer sana son los Lactobacillus, en concreto, la más abundante es Lactobacillus crispatus.

Por tanto, una microbiota vaginal en óptimas condiciones va a dificultar la llegada de bacterias patógenas a la uretra, favoreciendo la prevención de este tipo de infecciones.

Entonces, ¿cómo me puede ayudar un probiótico en una infección de orina?

• Incluyendo en su composición cepas que me ayuden a mejorar mi microbiota intestinal como, por ejemplo, Bifidobacterium longum ES1.
• Incluyendo en su composición cepas que me ayuden a mejorar mi microbiota vaginal como, por ejemplo, Lactobacillus crispatus BPL72.

Por tanto, con un probiótico que tenga esta composición, voy a poder controlar la proliferación de bacterias patógenas desde el intestino hacia la uretra, a través de la zona perineal, que es como se conoce el área que engloba el ano, vagina y uretra.

¿En qué pacientes es especialmente útil el probiótico para la prevención de infecciones de orina?

El probiótico va a ser útil en mujeres con infecciones de orina, que están en tratamiento con antibiótico y, especialmente útil, si esta mujer tiene tendencia a padecer de infecciones del tracto urinario o de orina de repetición.