La navidad es una tradición espiritual y religiosa. Se originó con el nacimiento de Jesús y se festeja en muchos países. Su verdadero significado es celebrar ese nacimiento. Pero hoy en día se ha convertido en compras, regalos, bebida y comida con amigos y familiares.
Todo ello ha supuesto que muchas personas sufran el denominado estrés navideño. ¿Por qué pasa esto? ¿Tiene solución?
Espíritu navideño
En diciembre las calles comienzan a verse llenas de luces, villancicos, los escaparates llenos de ideas para regalar, en los supermercados se ven las uvas, pavo… Y viene Papá Noel y los Reyes Magos. La gente carga con bolsas llenas de comida y regalos para estas fechas. Todo parece felicidad, paz…
Sin embargo, no todo el mundo tiene sentimientos positivos cuando llegan estas fechas y se sienten obligados a sentirlo. Suelen darse en personas que están solas, que han sufrido alguna pérdida o que tienen problemas económicos. Y esto, más que un espíritu positivo, les genera ansiedad y estrés navideño, al ver que el ambiente se vuelve festivo y ellos no alcanzan estos sentimientos y empiezan a manifestar sentimientos negativos con respecto a la Navidad.
Estrés navideño: ¿qué lo genera?
Ponemos muchas expectativas en estas fechas. Muchas personas se saturan por todo el trabajo que ello supone. Y es que, además del tiempo que pasan en sus trabajos, tienen que comprar regalos, cuadrar agendas de comidas y cenas, elaborar recetas típicas navideñas o planear actividades con la familia. Y, si en la familia hay niños pequeños que están de vacaciones y sin colegio, la “ansiedad” que provoca puede ser todavía mayor.
Hablamos de que el estrés se convierte en un problema cuando interfiere en nuestra vida. Es decir, nuestra vida personal, social o laboral se ven perjudicadas, se altera nuestra vida diaria y nuestro estado de ánimo. Y cuando llegan estas fechas, el agobio se apodera de muchas personas.
Gastos excesivos
Algo que nos genera estrés son los excesivos gastos que se generan en esta época del año y que no hacen más que perturbar nuestra ya maltrecha economía.
Sí, muchas personas reciben una paga extra en diciembre, sin embargo, en cuanto entra el dinero en la cuenta se vacía en segundos. Mientras que algunas tarjetas de crédito se llenan de deudas y disminuye el dinero, aumenta el estrés.
Ideas para “ahorrar”
Haz un presupuesto. No salirse de él es básico y antes de salir a comprar, tener claro cuál es. Incluye en este presupuesto las necesidades básicas y los regalos.
- Cuando salgas a hacer la compra, mejor sal con el dinero justo. Si es en metálico mejor. Y deja las tarjetas de crédito en casa. Así podrás evitar las tentaciones y comprar sólo lo que tenías pensado con el dinero exacto.
- Es importante que sepas que la intención es lo que realmente nos hace felices y no el coste de lo material. Puedes encontrar formas creativas de expresar afecto y cariño fuera de lo material.
Manifestaciones
Hay algunos problemas de salud que son más comunes en Navidad y que si se tiene estrés navideño se incrementa. Hablamos de los problemas digestivos (estomacales, intestinales), insomnio o metabólicos (incremento de peso, etc.).
Los síntomas más frecuentes son el insomnio, dolores de cabeza, dolores musculares y dolores de estómago o abdominales.
Pero no sólo padece el cuerpo, sino la mente. En estas fechas navideñas, mucha gente tiene tendencia a tener un exceso de pensamientos negativos o recurrentes. Otros manifiestan que se muestran más irritables y otros aseguran que tienen una sensación de falta de control en muchos momentos.
Recomendaciones
Las situaciones agobiantes que se producen durante las fiestas navideñas suele provocar que muchas personas sientan o experimenten estrés navideño. Pero debemos hacer todo lo posible para mantenerlo a raya y no poner en riesgo nuestra salud. Pero, ¿cómo lo conseguimos?
- Es recomendable que planifiques las actividades por hacer. De este modo podrás aprovechar mejor el tiempo libre.
- Compra los regalos con antelación. Con ello, además, conseguirás que cumplas con el presupuesto que te has fijado para este fin.
- Practica algo de ejercicio. Es una forma excelente de liberar estrés. Y con ello conseguirás sentirte mucho mejor.
- En sintonía con el anterior punto, realizar ejercicios de relajación. Te ayudarán a controlar mucho mejor la tensión que ocasiona estas fechas.
- Sigue una dieta saludable y evita los excesos de nicotina, cafeína y alcohol. Esto hará que nuestro cuerpo tenga todo lo que necesita para manejar las posibles situaciones estresantes.
Pero no te olvides de…
- Dormir lo suficiente. El cuerpo necesita descansar para poder funcionar correctamente. Por supuesto, escucha las señales de tu cuerpo. Si estás cansado, descansa, no esperes a que tu cuerpo te diga que ya no puede más.
- Haz una lista de las cosas que tienes que hacer. Establece prioridades. Y si no alcanzas a hacerlas todas, realiza las más importantes.
- Si no puedes ir a todos los compromisos, no pasa nada. Hay más días en los que se puede quedar con la familia, amigos o compañeros. Después de las Navidades también puede ser un buen momento para compartir un café con ellos.
- Procura mantener un ánimo conciliador en los encuentros familiares y amigos. Evita esas discusiones familiares que no conducen a nada. Deja fuera de casa las peleas, nos va a permitir disfrutar de los nuestros, eso es lo más importante, ¿no?
También los niños pueden sufrir estrés en estas fechas
Ya hemos hablado que las compras de última hora, los compromisos con amigos y familiares, organización de las recetas para las comidas y cenas de Navidad hacen que sea una época que produce mucho nerviosismo. Y los niños y adolescentes no están al margen de esta situación.
La ansiedad, lamentablemente, también les afecta en esta época del año, porque ellos padecen en estas fechas los cambios horarios, las actividades familiares y la espera ansiada de los regalos de los Reyes Magos.
La noche Reyes se convierte en una noche difícil de conciliar el sueño debido a la exaltación y la expectación que provoca esa gran noche.
