La piel puede verse afectada durante la primavera. Aunque debemos cuidar la piel durante todo el año, ahora, es quizá más importante para que el sol nos pille preparados.
¿Qué efectos tiene la primavera sobre nuestra piel?
Con la primavera las horas de sol aumentan y también la oportunidad de pasar más tiempo al aire libre. Una época muy agradable del año, pero, al mismo tiempo, muy delicada. Las radiaciones solares son más intensas, agrediendo directamente a nuestra piel.
Debido al aumento del calor, transpiramos más, y el sudor hace que la piel esté más grasa. Los cambios bruscos de temperatura hacen que nuestra piel se deshidrate y también es la época con más probabilidad de alergias.
La presencia de más alergenos por la polinización puede alterar el sistema inmune. Las personas con la piel sensible, o que padecen una patología cutánea concreta como el acné, dermatitis atópica, psoriasis o rosácea, sienten más irritación en la piel y puede agravar síntomas como picor, granitos o sequedad.
Consejos para cuidar nuestra piel en primavera
Por todo ello, hay que procurar un cuidado especial de la piel en esta época:
LIMPIEZA PROFUNDA
Durante la primavera comienza a generarse más grasa en la piel. Esto hace que se acumule más suciedad en los poros. Si no eliminamos ese cúmulo de suciedad, nuestra piel tendrá un tono opaco y un aspecto deshidratado, debido a que no eliminamos las células muertas.
El cuerpo renueva las células cada 28 días aproximadamente. Pero este proceso no se realiza de una vez como hacen algunos reptiles. La edad, los cambios hormonales o la contaminación son factores que impiden que la regeneración de la dermis sea homogénea.
La exfoliación no solamente elimina impurezas, sino que también regula el grosor de la capa córnea de la piel, mejora su tono, la apariencia del poro y la textura de la dermis. Esto permitirá que este órgano de nuestro cuerpo cumpla correctamente con sus funciones.
Aunque la exfoliación es el proceso natural de renovación celular, a veces, es necesario realizar este proceso de manera artificial. Dependiendo del estado de nuestra piel se puede recurrir incluso a una dermoabrasión o peeling en establecimientos autorizados. No obstante, no hay que abusar de estos tratamientos ya que pueden producir irritación local.
HIDRATACION
Recuerda que debes beber entre 1,5 y 2 litros de agua diarios. Pero, también hay que hidratar la piel desde fuera. Es decir, una vez que hemos preparado o limpiado la piel para que pueda absorber todos los nutrientes necesarios, debemos elegir cremas que además de hidratar, tengan propiedades humectantes. En definitiva, capacidad para absorber y retener agua.
Existen cremas emolientes, por ejemplo, con D-pantenol y fitosteroles que permiten una hidratación diaria de las pieles sensibles, secas o con tendencia atópica o pieles que requieren un plus de hidratación.
PROTECTOR SOLAR ADECUADO
Durante la primavera, el clima es cálido pero suave y no somos conscientes de la fuerza de los rayos del sol. Por este motivo, es muy importante en esta época del año no salir de casa sin un protector solar adecuado a tu piel (esta costumbre deberíamos mantenerla todo el año).
Las siglas FPS (factor de protección solar) y el número que aparece a su lado indicarán el tiempo máximo que podrás estar al sol sin abrasarte.
Por ejemplo, un FPS50 indicará que la crema protectora que te has aplicado incrementará 50 veces el tiempo que puedes exponerte al sol sin quemarte. Obviamente, esto dependerá del fenotipo de piel que tengas, es decir, no todas las pieles reaccionan igual al sol.
PREPARA TU PIEL TOMANDO ANTIOXIDANTES Y COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS
La exposición de la piel a los rayos solares hace que se liberen radicales libres. Esto hace que aumenten los signos del envejecimiento debido a la fragmentación del colágeno de la dermis.
Aportar en esta época del año un plus de vitaminas y minerales que frenen el envejecimiento celular, reforzará la protección de nuestra piel. Y, sobre todo, en el caso de personas de piel muy clara, intolerantes o alérgicas al sol o con ciertas enfermedades cutáneas.
ADQUIERE HABITOS SALUDABLES
- Evita el consumo de alcohol y tabaco. El alcohol deshidrata y el tabaco envejece la piel.
- Come de una manera equilibrada y saludable, aumenta la ingesta de frutas y verduras de temporada que aportarán los nutrientes que tu piel y tu necesitáis.
- Las temperaturas agradables, sin excesivo calor de esta época ayudarán a iniciar la práctica de ejercicio y adquirir este hábito tan saludable que nos ayudará a eliminar toxinas.
¡Que la primavera no te altere la piel!
BIBLIOGRAFÍA
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