La diarrea es una complicación frecuente del uso de antibióticos. Más de un 30% de los pacientes que toman antibióticos pueden presentar diarrea asociada a la toma de éstos.
Los antibióticos pueden dar lugar a diarrea por diversos mecanismos. Uno de los mecanismos más comunes de diarrea secundaria a antibióticos es un trastorno de la microbiota intestinal (disbiosis) que conduce a un desequilibrio de la proporción de bacterias intestinales, disminuyendo el número de las que se consideran beneficiosas para la salud y aumentando las que se consideran nocivas. Otros mecanismos son el estímulo de la motilidad intestinal (movimiento intestinal), una reacción alérgica (como la que puede ocurrir frente a la penicilina) o un efecto tóxico directo del antibiótico sobre el intestino. Al producirse la disbiosis tiene lugar una disminución de las bacterias beneficiosas lo que provoca que no puedan degradarse en el intestino algunos azúcares, que atraen más agua aumentando el volumen de las heces (diarrea osmótica). Por otro lado, hay una menor protección frente al crecimiento de bacterias nocivas (como Salmonella, Staphylococcus aureus, etc) capaces de producir diarrea.
Entre las diarreas que aparecen por el crecimiento de bacterias patógenas, predominan las causadas por Staphylococcus aureus, Salmonella, Clostridium difficile, etc. Entre los antibióticos que con frecuencia pueden causar diarrea están la clindamicina, la ampicilina, la amoxicilina (con clavulánico) y las cefalosporinas. Otros antibióticos también pueden producir diarrea pero de forma menos frecuente. La aparición de las diarreas tras la toma de estos fármacos es más habitual en personas mayores, con mal estado de nutrición, con enfermedades asociadas, cirugía reciente o ingresados en instituciones (residencias, hospitales, etc.).
Síntomas
Los pacientes con diarrea por antibióticos presentan un aumento del número de las deposiciones, que suelen ser líquidas, abundantes, numerosas y en algunos casos incluso con sangre. Se acompañan a veces de mal estado general, dolor abdominal y fiebre. La mayoría de los casos la diarrea desaparece sin más. Estos síntomas pueden aparecer, bien cuando el paciente está tomando los antibióticos, o bien días después de finalizar el tratamiento antibiótico.
Probióticos en el tratamiento de diarrea asociada a antibiótico
La utilización de probióticos es útil en la diarrea asociada a antibióticos ya que equilibra la microbiota intestinal y disminuye el crecimiento de bacterias nocivas evitando así la diarrea. Los probióticos serán útiles tanto en los casos que la diarrea aparece mientras el paciente toma antibióticos como para otras situaciones en las que la diarrea se produce tras la finalización del tratamiento antibiótico.
La toma de probióticos puede ser de utilidad siempre que se tome un antibiótico para evitar la aparición de diarrea por antibióticos. En casos en los que el paciente haya finalizado el tratamiento antibiótico y aparezca entonces la diarrea, también se pueden utilizar los probióticos y, a partir de ese momento, poder restaurar la microbiota dañada.
