Estamos en época de padecer infecciones respiratorias. Dolor de cabeza, garganta, fatiga, tos y la incómoda congestión nasal. El exceso de mucosidad hace que hasta respirar sea difícil. Cada vez más, se demandan soluciones más naturales para aliviar la mucosidad. Y seguir ciertos consejos puede ser de gran utilidad.
Infecciones respiratorias: enfermedades frecuentes
Las infecciones respiratorias de las vías altas, ya sea el resfriado o la gripe, son las enfermedades más frecuentes y constituyen el motivo de más de la tercera parte de las consultas médicas, sobre todo pediátricas.
Son, de hecho, la causa más importante de absentismo escolar y laboral. Se calcula que hasta los 14 años los niños presentan, por término medio, de tres a seis infecciones cada año y los adolescentes y adultos tres.
Los agentes causales de estas enfermedades son los virus.
Pero que el contagio se produzca o no, puede estar influenciado por los factores medio ambientales como la polución o el hacinamiento. Otros factores genéticos y el estado psicológico también influyen la posibilidad de contagio.
Síntomas más frecuentes
La reacción de nuestro organismo ante estas infecciones comienza por las partes más externas de la mucosa: nariz, faringe, laringe o tráquea. Es desde aquí donde se producen los primeros síntomas. La tos, estornudos y la mucosidad son las más frecuentes.
Pero se puede decir que hay diferentes fases dentro de las manifestaciones clínicas del resfriado:
Primera fase
- Picor y sequedad en la garganta
- Estornudos y obstrucción nasal
- Picor en los ojos y lagrimeo
- Secreciones nasales acuosas y abundantes
Segunda fase
- Rinorrea, obstrucción nasal y crisis de estornudos
- Malestar general
- Dolor de cabeza
- Posibilidad de que aparezca fiebre
Tercera fase
- Moco espeso y viscoso
- Tener la nariz permanentemente taponada
- Tos con expectoración
Cuarta fase
En esta última fase ya que produce el periodo de recuperación.
La congestión nasal
Una nariz congestionada se produce cuando los tejidos que la recubren se hinchan. Esta hinchazón se debe a la vasodilatación de los vasos sanguíneos. Si existe exceso de moco que baja por la parte posterior de la garganta se puede complicar con tos o dolor de garganta.
Normalmente, la congestión nasal es provocada por virus y bacterias en caso de resfriado o gripe u otras infecciones respiratorias. O por alérgenos como puede ser el polvo o el polen.
Medidas preventivas y tratamiento no farmacológico para evitar la mucosidad
Se puede ayudar a evitar la congestión nasal debida a los virus del resfriado o de la gripe manteniendo unas buenas prácticas de higiene. La medida preventiva con mejor evidencia es el lavado de manos con agua y jabón durante, al menos, 15 segundos y, en especial, tras toser o estornudar.
Pero también hay que lavarse las manos antes de cada comida y después de ir al baño. Otras medidas interesantes son:
- Evitar estar en contacto directo con personas que presentan síntomas del resfriado común o de la gripe.
- Usar pañuelos desechables y ponérselos delante de la nariz al estornudar o de la boca al toser. No tienes que reutilizarlos
- Evita los lugares cerrados y los cambios bruscos de temperatura.
- Humidificar el ambiente. Es importante mantener cierto grado de humedad ambiental. No son convenientes las calefacciones de aire ya que es aire seco y caliente que produce deshidratación en las mucosas.
- Limita el consumo de alcohol y tabaco. El alcohol, en concreto, produce una mayor sequedad en las mucosas.
- Haz gárgaras con agua tibia y saldada.
- Es muy recomendable la limpieza nasal con suero fisiológico o soluciones marinas. Es una solución natural que alivia los síntomas de la congestión, pero sin efectos secundarios ni contraindicaciones.
- Procura estar en un ambiente cómodo y cálido.
Y no te olvides de…
- Sigue una dieta equilibrada y ligera. Es muy importante ingerir frutas y verduras ricas en antioxidantes. Además, ayudan al mantenimiento de una microbiota digestiva adecuada y del sistema inmunitario.
- Hidrátate con frecuencia. Es muy recomendable ingerir 2 o más litros de agua al día. Las infusiones de té y limón presentan propiedades hidratantes y antibacterianas que pueden ser útiles para tratar la excesiva mucosidad.
- Guarda reposo y evita esfuerzos para mejorar el malestar general. Y es muy conveniente garantizar una buena calidad del sueño para acelerar la recuperación. Y es que un buen descanso es clave para fortalecer el sistema inmunitario.
- Inhalar vahos de vapor puede conseguir evitar la mucosidad. Hacerlo con plantas como manzanilla, aceite esencial de té o eucalipto pueden aliviar la congestión nasal. En cuanto al eucalipto, existen evidencias de sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y descongestionantes. Eso sí, hay que evitarlo en los niños.
- Valorar la conveniencia o no de tener una mascota en casa, sobre todo por las personas alérgicas que haya en el hogar.
Tratamiento farmacológico
No existe un tratamiento que actúe directamente sobre la causa que origina estas infecciones y provoca, entre otros, el síntoma de la mucosidad. Generalmente, los síntomas son muy variables por lo que el tratamiento debe basarse en las necesidades de cada individuo y de las características de los pacientes.
El tratamiento debe centrarse especialmente en mejorar la situación del paciente y que pueda superar de la mejor forma posible la enfermedad.
Algunos de los fármacos empleados para reducir los síntomas son:
- Analgésicos y antipiréticos. Se usan para el tratamiento del malestar general y cuando el paciente refiere que tiene un dolor de garganta intenso y/o fiebre.
- Mucolíticos y expectorantes. Son utilizados para tratar la tos productiva. Los preparados mucolíticos disminuyen la viscosidad de la mucosidad. Por su parte, los expectorantes facilitan la eliminación de la secreción bronquial.
- Antihistamínicos. Este se utiliza para cuando la congestión nasal está provocada por, alergia y se acompaña generalmente de rinorrea y estornudos. Mejoran los síntomas de picor, lagrimeo, estornudos y rinorrea
- Principios activos de origen natural como la hedera helix (hiedra común) que actúa como expectorante y fluidificante de las secreciones.
¿Cuándo derivar al médico?
- Fiebre muy alta. Superior a 39º
- Disnea. Dificultad para respirar.
- Tos que produce esputos oscuros.
- Dolor de oídos persistente. Hay que acudir al médico porque existe la posibilidad de que haya una otitis.
- Dolor facial o cefalea frontal persistente que se agrava al inclinarse. Hay posibilidad de que sea sinusitis.
- Delirio, somnolencia o desorientación.
- Cuando los síntomas duren más de 10 días o si no mejoran tras 5 días de tratamiento.
Referencias
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-congestion-nasal-13083622
http://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/hinmaculada/intranet/ugcolula/guias/ORL/OBSTRUCCION%20NASAL.pdf
https://www.aepap.org/sites/default/files/documento/archivos-adjuntos/rinitis_alergica_p_gvr_6_2016.pdf