Las infecciones del tracto urinario y, más concretamente, de las vías urinarias no complicadas como la cistitis, son una consulta frecuente en los servicios sanitarios. Varias son las causas de la cistitis. Conocerlas es fundamental para evitar las infecciones que suponen alteraciones, en muchos casos, de la calidad de vida en los pacientes.
¿Por qué se producen las cistitis?
No podemos hablar sólo de una, sino de varias causas de la cistitis. La mayor parte de las infecciones del tracto urinario recurrente o de repetición son debidas a la migración de bacterias patógenas (por ejemplo, la Echerichia coli) desde el intestino a la uretra por la zona perineal, es decir, la zona entre la vagina y el ano.
Vamos a explicar este punto para que nos quede más claro. El aparato urinario tiene contacto directo con el exterior a través de la uretra, su tramo final. Esta circunstancia facilita que, en ocasiones, se produzca una colonización de la zona por bacterias que provienen del aparato digestivo. En consecuencia, ello produce una infección urinaria limitada o generalizada por vía ascendente. Es por ello que tener una microbiota intestinal adecuada ayudará a disminuir estas infecciones.
Igualmente, podemos hablar de otros factores o causas de la cistitis:
- No beber suficiente agua
- Retener la orina durante mucho tiempo
- Tener una dieta poco equilibrada y con falta de fibra, especialmente
- Llevar ropa ajustada
- No usar ropa interior de algodón
Prevención: evita las causas de la cistitis
Cabe destacar la importancia de tener una microbiota vaginal balanceada donde los lactobacillus están en mayoría. Una microbiota en estado óptimo mantiene unas condiciones adversas para la subsistencia de bacterias patógenas como la ya comentada Escherichia coli. En este sentido, un buen equilibrio de Lactobacillus crispatus, el lactobacilo mayoritario en una microbiota vaginal balanceada, es fundamental.