El sueño es una función imprescindible para mantener la salud de todo el organismo.
Con el sueño, no se consigue únicamente el descanso, sino que es un tiempo dedicado a la reparación de tejidos, a la modulación de fenómenos inflamatorios, a la producción de hormonas y neurotransmisores y a la adecuación de los ritmos circadianos.
Según esto, es fácil entender cómo dormir mal y la falta de sueño va a afectar negativamente a muchas de las funciones del organismo, desde el sistema inmunitario, al endocrino, al rendimiento físico o a la memoria y la concentración. ¡Y por supuesto al apetito sexual!
Relación entre sexo y sueño
La respuesta sexual es también una actividad que implica a múltiples órganos y sistemas. Está compuesta por cuatro fases que suelen seguir un desarrollo lineal: la fase de excitación, la de meseta, el orgasmo y la resolución.
En cada una de las cuatro fases, hay cambios en distintas partes del organismo pues en absoluto se trata de una respuesta exclusivamente genital.
¿Nunca te ha pasado que cuando estás pasando por una racha de estrés o mucho trabajo, tienes menos ganas de sexo?
Tu rendimiento durante el día (y la noche jeje) está estrechamente relacionado con la calidad de tu descanso.
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Fases de la respuesta sexual
Fase de excitación
Durante la fase de excitación aumenta la tensión muscular de todo el cuerpo, así como la frecuencia cardíaca; se produce una vasodilatación que, si bien es más marcada en la zona genital, también afecta a otras partes del organismo y comienza la lubricación tanto de la vagina como de la uretra masculina.
Fase meseta
En la fase de meseta, los cambios anteriormente descritos se intensifican. En el caso del hombre, se produce un cierre del esfínter de la vejiga para impedir que la orina descienda por la uretra, de manera que esta expulse únicamente semen en el momento del orgasmo.
Fase del orgasmo
En el orgasmo se producen contracciones musculares involuntarias y un aumento de las frecuencias cardíaca y respiratoria, así como de la presión arterial.
Fase de resolución
Durante la fase de resolución, las cifras de frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y presión arterial van disminuyendo hasta alcanzar de nuevo los valores normales y se produce la relajación muscular, además de una intensa sensación de bienestar.
Algunas mujeres pueden volver enseguida a la fase orgásmica y tener orgasmos repetidos. En el hombre, lo habitual es que entre en un período refractario, es decir, un tiempo en el que, aunque existan nuevos estímulos, no volverá a entrar en la fase orgásmica.
La sensación de bienestar y relajación tiene que ver con la secreción de hormonas como la oxitocina o de neurotransmisores como la serotonina en el momento del orgasmo, aunque el sexo, también puede ser gratificante sin llegar al orgasmo por aspectos más emocionales, como la sensación de conexión con la pareja, la expresión del amor o por el hecho de complacer a la otra persona.
Sueño y actividad sexual son por tanto dos funciones que implican tanto a aspectos físicos como psíquicos y emocionales y son importantes conexiones entre ambas.
Principales causas del insomnio
Si analizamos cuáles son las principales causas de insomnio, excluyendo las enfermedades propias del sueño o los efectos adversos producidos por algunos medicamentos, debemos mencionar como más frecuentes, las alteraciones psíquicas y emocionales, como los estados depresivos o ansiodepresivos.
En todas estas situaciones, también la actividad sexual se puede ver afectada: tanto la depresión, como especialmente la ansiedad, influyen directa y negativamente en el deseo sexual; se afecta la primera fase de la respuesta sexual y por lo tanto, todo el proceso queda alterado.
Si las horas de sueño no son las necesarias o se presenta un sueño no reparador, de baja calidad, no se tendrá el descanso que el cuerpo precisa y se sentirá fatiga física.
Durante el orgasmo y en las fases previas, se produce un aumento de la actividad muscular, cardíaca y respiratoria. En situaciones de fatiga, el organismo no es capaz de responder ante la demanda extra de energía y el acto sexual no se puede llevar a cabo.
En las mujeres, hay una etapa de la vida en la que se producen cambios importantes que pueden provocar determinados síntomas; nos referimos al período de la menopausia. En algunas mujeres durante este período, se producen alteraciones del sueño y también es frecuente que haya una disminución de la libido y una falta de lubricación genital por los cambios hormonales.
En este caso, alteraciones del sueño y disminución de la libido coexisten como manifestaciones de la menopausia.
Ritmos circadianos
Por último, hay que recordar que nuestros días y nuestras noches, se regulan por lo que llamamos los ritmos circadianos. Disponemos de un reloj interno que va regulando las funciones corporales con un ritmo.
Con una cadencia determinada, por ejemplo, los movimientos intestinales cesan casi por completo de noche o la temperatura corporal varía hasta medio grado entre la mañana y la tarde.
Por supuesto, el sueño está regulado por este reloj interno, de manera que la luz exterior sirve como estímulo para la producción de melatonina, la hormona que nos induce a dormir y que deja de segregarse de madrugada para que comience a segregarse orexina y esto nos haga despertarnos y estar alerta por el día.
Pero estas no son las únicas hormonas que tienen una secreción regular y acoplada a las horas del día, la testosterona por ejemplo, también presenta fases horarias, de manera que en hombres de edad media, la máxima secreción de testosterona se produce a las 7-8 de la mañana.
Si el sueño se altera y se altera el reloj interno, también la secreción hormonal se puede ver desfasada; un ejemplo de esto es que las personas que trabajan a turnos, tienen alteraciones del deseo sexual con más frecuencia que el resto de la población.
Concluyendo, tanto el sueño como el sexo son funciones muy importantes para el ser humano y ambas implican a numerosos órganos y sistemas. Hay algunas situaciones en las que pueden coexistir alteraciones en ambas.
Es el caso de los síndromes ansiodepresivos o la menopausia y hay otras circunstancias que provienen de un sueño deficitario o de mala calidad y acaban afectando negativamente al sexo, como el insomnio que produce fatiga o los cambios de horario del sueño.
El sueño es imprescindible para el mantenimiento de un buen estado de salud y el sexo ayuda al bienestar físico, psíquico y emocional. Cuidemos ambos y seremos más felices.
Referencias:
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-02-13/conexion-sorprendente-entre-sueno-y-sexo_2938155/https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/salud-masculina/disfunci%C3%B3n-sexual-en-los-hombres/reducci%C3%B3n-de-la-libido-en-los-hombres#:~:text=La%20reducci%C3%B3n%20de%20la%20libido,bajos%20de%20testosterona%20en%20sangre.https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/low-sex-drive-in-women/symptoms-causes/syc-20374554https://amf-semfyc.com/web/article/158