Embarazo y cistitis ¿puede afectar una infección urinaria al bebé?

El embarazo produce una serie de cambios en el organismo, tanto hormonales como anatómicos que pueden predisponer a la aparición de distintas patologías como es el caso de la cistitis en particular y de las infecciones del tracto urinario en general.

Dentro de las infecciones del tracto urinario, hay que distinguir tres tipos diferentes: la bacteriuria asintomática, la cistitis aguda y la pielonefritis aguda.

Embarazo y cistitis ¿puede afectar una infección urinaria al bebé?: embarazada - HeelEspaña

Bacteriuria asintomática

La bacteriuria asintomática es la presencia de bacterias en la orina sin que exista ningún síntoma y que por lo tanto puede pasar desapercibido si no se hace una búsqueda activa.

La bacteriuria asintomática es muy frecuente en las embarazadas, estando su prevalencia entre el 2 y el 11%.

En la mujer no embarazada también es muy frecuente, aproximadamente la presentan un 5% de las mujeres de entre 18 y 40 años y hasta un 20% de las mujeres mayores de esa edad.

¿Cómo tratarlo si estas embarazada?

Pero existe una diferencia fundamental entre las mujeres embarazadas y las que no lo están en cuanto a cómo manejar esta bacteriuria asintomática: mientras que, en la mujer no embarazada, siempre que no exista una enfermedad renal previa, la bacteriuria asintomática no hay que tratarla con antibiótico, en la embarazada siempre hay que administrar antibióticos, pues la presencia de bacterias en la orina conlleva una serie de riesgos importantes.

Se ha visto que esta circunstancia se relaciona con prematuridad y bajo peso al nacer, por lo que las consecuencias en el recién nacido son muy importantes. En la madre puede producir anemia e hipertensión arterial pero, además, en el embarazo es mucho más probable que en la mujer no gestante, que la bacteriuria asintomática progrese a pielonefritis aguda, de la que hablaremos más adelante, pero que ya avanzamos, puede comprometer la vida tanto de la madre como del feto.

Siguiendo con la bacteriuria asintomática, un dato importante es que la presencia de las bacterias, muy a menudo, es previa al embarazo, es decir, aquellas mujeres que tienen tendencia a padecer infecciones del tracto urinario, pueden tener de manera habitual una bacteriuria asintomática que en condiciones normales no es necesario tratar, pero la “aportan” al embarazo, o dicho de otro modo, cuando se inicia la gestación, la bacteriuria ya estaba presente.

Las bacterias que con más frecuencia se encuentran en la orina de la gestante son las mismas que las habituales en los casos de no gestantes, o sea las bacterias intestinales y principalmente la E. Coli, seguida de klebsiella y Proteus.

Ante una bacteriuria asintomática de una embarazada debe instaurarse tratamiento antibiótico, utilizándose preferentemente amoxicilina-clavulánico, fosfomicina-trometamol o nitrofurantoína. Como la bacteriuria asintomática no da síntomas, la única manera de hacer el diagnóstico es mediante los programas de cribado, es decir hacer urocultivos periódicos a las embarazadas aunque no exista la sospecha de infección.

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Cistitis aguda

La cistitis aguda es la presencia en la vejiga de bacterias (E. Coli principalmente) que se acompaña de síntomas como disuria (molestias al orinar), polaquiuria (ir muchas veces al baño y hacer poca cantidad de orina cada vez), tenesmo vesical (seguir teniendo sensación de ganas de orinar aun cuando acaba de orinar), urgencia miccional, molestias en la zona del pubis y orina turbia y a veces con sangre.

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¿Cómo tratarlo si estas embarazada?

La cistitis aguda aparece en menos de un 2% de las embarazadas y es un dato curioso que, a diferencia de la bacteriuria asintomática, es muy raro que evolucione a pielonefritis; sin embargo, aunque no exista un gran riesgo de complicaciones, debe tratarse siempre con antibiótico, al contrario de lo que ocurre en la mujer no gestante, en la que en la cistitis no complicada puede obviarse el tratamiento antibiótico.

El embarazo predispone a sufrir cistitis tanto por compresión mecánica como por los cambios hormonales: el aumento de tamaño del útero produce compresión de las vías urinarias y de la propia vejiga lo que favorece la retención de la orina y por tanto el crecimiento de las bacterias. Los cambios hormonales propios de la etapa de gestación disminuyen el tono y contractilidad del uréter favoreciendo también el acúmulo de orina.

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Pielonefritis aguda

La pielonefritis aguda es una afectación de las vías urinarias y del propio riñón. Es una complicación grave pues puede provocar sepsis y comprometer la vida de la madre y del feto. La incidencia es de entre el 1 y el 2% de las embarazadas y la bacteria responsable del 80% de los casos es, una vez más, la E. Coli.

¿Cómo tratarlo si estas embarazada?

La forma de aparición es brusca, la mujer podría haber tenido síntomas de cistitis previos, pero en unas pocas horas se instaura el cuadro, en el que aparece fiebre alta de 39-40º que cursa en picos, con malestar general, dolor lumbar intenso que se irradia a las fosas ilíacas, sudor, escalofríos, nauseas, vómitos y puede que incluso deshidratación. Se trata de una urgencia hospitalaria en la que el tratamiento debe hacerse con reposición de líquidos y antibióticos en ambos casos por vía intravenosa.

Dada la importancia que tienen las distintas formas de infección de las vías urinarias tanto en la madre gestante como en el futuro bebé, toma una gran importancia la prevención de estas infecciones, para ello deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:

  • En la mujer con cistitis recidivantes y bacteriurias asintomáticas frecuentes, que esté en predisposición de estar embarazada, es muy importante que prevenga la colonización de la vejiga con bacterias intestinales, para lo que habrá que tener en cuenta los probióticos tanto intestinales como vaginales, así como el arándano rojo americano o la D-manosa.
  • En las mujeres embarazadas es conveniente hacer un cribado para poder diagnosticar posibles bacteriurias aunque no haya síntomas.
  • Siempre es conveniente seguir unas medidas higiénicodietéticas adecuadas, pero aún lo es más en las gestantes, en las que la limpieza del periné siempre debe ser en dirección de delante hacia atrás.
  • Hay que recomendar la ingesta suficiente de agua para conseguir una micción adecuada.
  • Cualquier mujer embarazada que tenga algún síntoma que pueda hacer sospechar de una posible infección urinaria, debe acudir al médico para que haga un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Bibliografía
https://www.bebesymas.com/embarazo/cistitis-embarazo-todo-que-debes-saber
https://cistitisderepeticion.com/sintomas-frecuentes-mujeres-cistitis/
https://cuidateplus.marca.com/familia/bebe/2015/11/19/infeccion-urinaria-embarazo-riesgo-bebe-97272.html
https://cistitisderepeticion.com/tratamientos-embarazadas-cistitis/
https://www.saludcastillayleon.es/portalmedicamento/es/estrategias-programas/antimicrobianos/revision-guias-sacyl-pran-proa.ficheros/2045495-Infecci%C3%B3n%20urinaria.%20Cistitis%20aguda%20sintom%C3%A1tica%20en%20el%20embarazo.pdf

Dra. M. Magdalena Mejias Moreno
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente trabajo como Gerente dentro del departamento Médico en Laboratorios Heel España y soy autora de artículos en revistas y blogs y he escrito algunos libros de divulgación científica sobre nutrición y salud.
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