Dentro de unos días, hace ya 15 meses que dejé el tabaco. ¡Parece una eternidad! Lo había intentado en numerosas ocasiones pero no alcancé el éxito. Sin embargo, creo que esta vez, sí. Soy consciente que debo estar en guardia para no volver a caer.
Por cierto, tengo que acudir al médico para una revisión, no vaya a ser que los niveles de colesterol estén alterados, porque el tabaco también puede influir sobre el colesterol.
¿Quién fuma?
En España, la cifra de personas mayores de 15 años que fuman habitualmente, sí, digo bien, a partir de 15 años, asciende a casi 9 millones de personas. Eso se traduce en que cerca del 25% de los hombres y alrededor del 18% de las mujeres fuman.
Por otro lado, otro 25% de las personas se declara exfumador.
Es cierto, que las medidas adoptadas en los últimos años están surtiendo efecto y el número de fumadores está descendiendo
¿Por qué se fuma?
Es evidente, que la principal razón por la que fuman las personas es por el efecto adictivo de la nicotina.
La nicotina, a nivel cerebral, estimula la liberación de dopamina, lo que genera una sensación placentera que, incluso puede dar lugar a un alivio de ciertos malestares físicos.
Pero, independientemente de esto, el peligro está en crear el hábito y las causas pueden ser variadas:
- Mis padres también fumaban…
Está comprobado que existen causas genéticas por las que hay personas que son más susceptibles a la nicotina y sus efectos adictivos. - Con lo que estoy pasando, es lo único que me ayuda…
En estos casos, el efecto placentero del tabaco puede dar la sensación de alivio, pero no va más allá de un cambio pasajero en el estado de ánimo. - Dime con quién andas…
El entorno social en el que uno se mueve puede ser clave a la hora de comenzar y conservar el hábito de fumar.
TEST
microbiota alterada?
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¿Qué me pasa cuando fumo?
La nicotina es la sustancia que provoca la adicción. La nicotina inhalada a través del humo del tabaco pasa al torrente circulatorio y llega al cerebro. Una vez allí, estimula la liberación de dopamina que es responsable del buen humor y las sensaciones placenteras.
Es cierto que la persona que comienza a tener un vínculo estrecho con el tabaco experimenta estados de ansiedad y se siente más irritable al poco tiempo de haber fumado, lo que le lleva a encender otro cigarrillo para aliviar esas sensaciones negativas.
A medida que pasa el tiempo, un fumador comienza a experimentar resistencia a la nicotina lo que los lleva a aumentar el consumo de tabaco para conseguir la misma sensación que se tenía con los cigarros iniciales.
Al mismo tiempo, se comienza a relacionar con las actividades diarias y, sobre todo, con las situaciones agradables del día a día, con lo que se adquiere una dependencia no solo física sino psicológica, con lo que la adicción es mucho más fuerte.
Pero, lo peor es llegar al extremo de ser consciente de que el tabaco provoca sensaciones agradables o placenteras, aunque sea a costa de la salud.
Fumo poco, no creo que me afecte…
El tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. Está directamente relacionado con muchas enfermedades y es el responsable de la mayoría de las muertes por cáncer de pulmón y de la mitad de las enfermedades cardiovasculares.
El consumo de drogas y los accidentes de tráfico están por detrás del tabaquismo como casusa de muerte en España.
Entre las enfermedades relacionadas con el tabaco hay que destacar:
- Bronquitis crónica
- Enfisema pulmonar
- Varios tipos de cáncer, entre otros el de pulmón
- Hipertensión arterial
- Angina de pecho o infarto de miocardio
- Accidentes cerebrovasculares
- Úlcera gastrointestinal
- Gastritis crónica
- Impotencia sexual
Curiosamente en el caso de las mujeres fumadoras, la probabilidad de padecer un infarto se multiplica por 10 a causa del consumo de ciertos anticonceptivos y también aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.
Y, ¿el colesterol? ¿Es un tema de alimentación o también se ve afectado por el tabaco?
El cigarrillo aumenta el daño que produce el exceso del “colesterol malo” sobre las paredes de las arterias ya que el monóxido de carbono que se inhala al fumar aumenta el colesterol LDL y disminuye el “colesterol bueno”, el colesterol HDL, lo que aumentará la probabilidad de formación de placas de ateroma que reducirán el calibre de las arterias y, por tanto, habrá un aumento del riesgo cardiovascular.
Hay estudios que han demostrado que las personas fumadoras tienen signos precoces de ateroesclerosis. Al depósito de placas de ateroma se une que, cada vez que se fuma, aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, lo que incrementa la probabilidad de padecer un problema cardiaco serio.
¡Quiero dejar de fumar! ¿Me ayudas?
Dejar de fumar no es una tarea fácil, lo que a unos les puede resultar útil, para otros no. De todas formas, aquí os dejo unos consejos:
- Selecciona una fecha concreta para dejarlo
- Comunica a tus allegados el día señalado
- Haz un zafarrancho de combate y deshazte de ceniceros, mecheros, cajetillas de tabaco a medio gastar…
- Los primeros días sustituye el hábito por otras opciones más sanas como mascar chicles sin azúcar, algo de verdura tipo zanahoria, apio, caramelos macizos, etc.
- Lo más efectivo es hacerlo de manera radical, pero, si te resulta difícil, opta por hacer un calendario que debes cumplir para reducirlo progresivamente.
- Si tampoco es posible, pide ayuda a las posibles opciones tanto de terapia como en forma de fármacos.
- Hidrátate con frecuencia y sé exigente con la dieta, es decir, que sea variada y equilibrada.
- Practica ejercicio. Te ayudará a reducir la posible ansiedad.
- Tu microbiota se ha podido ver alterada por el consumo de tabaco. Recurre a simbióticos interesantes que te ayudarán a equilibrar la microbiota e incluso actuarán sobre el metabolismo de los lípidos. Si ya lo tienes elevado, opta por simbióticos que incluyan monacolina K, bergamota, niacina, colina y cromo.
El éxito es el resultado de la disciplina y la constancia.
BIBLIOGRAFIA
https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/proteccionSalud/tabaco/ayuda.htm
