Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un efecto positivo sobre la salud de quien lo ingiere. Cada vez se da mayor importancia a la modulación de la microbiota intestinal mediante el empleo de probióticos, prebióticos y simbióticos para tratar diversas enfermedades, principalmente problemas gastrointestinales.
Nuestro medio ambiente y nuestros alimentos se han vuelto mucho más higiénicos y, aunque esto representa un valioso progreso, muchos expertos creen que ha dado lugar a una exposición insuficiente a las bacterias beneficiosas en nuestro medio ambiente y en nuestra dieta. Ambos factores han influido sobre el desarrollo normal de la microbiota y, por ello, ahora podemos necesitar ayuda en forma de probióticos.
En relación con la salud intestinal están contrastados efectos beneficiosos en:
- Distintos tipos de diarreas, tanto en el tratamiento como en la prevención; Diarrea asociada a antibióticos, aguda infecciosa, del viajero, etc.
- Trastornos funcionales digestivos: síndrome del intestino irritable, cólico del lactante…
- Procesos inflamatorios, como pouchitis o colitis ulcerosa
- La intolerancia a la lactosa.
Y en cuanto a patología no digestiva, destacan algunas aplicaciones clínicas como:
- Alergia: dermatitis atópica
- Obesidad/Procesos metabólicos
- Infecciones urogenitales
- Refuerzo de la respuesta inmunitaria.
