La piel de nuestras manos puede presentarse enrojecida, podemos sentir dolor, nos pican, sentimos ardor e incluso hinchazón. Son señales y signos de que también, en invierno, debemos proteger nuestra piel y de manera especial la de las manos porque esta se encuentra más desprotegida y las inclemencias meteorológicas pueden provocar que se cuartee y que sufra varias lesiones. Proteger, cuidar y mimarlas nos ayudará a evitar la dermatitis en las manos, entre otras patologías.
Qué es la dermatitis en las manos
El eczema o dermatitis en las manos es una condición frecuente. La tasa de prevalencia anual se estima en, aproximadamente, un 10 % para la población general.
Pero cuando hablamos de dermatitis en las manos por motivos laborales, este porcentaje se incrementa hasta el 80-88%. El motivo es sencillo. Nuestras manos son las herramientas corporales que tenemos que utilizar irremediablemente y son las que están en contacto con químicos o irritantes constantemente.
Existen diferentes tipos de dermatitis en las manos como son: dermatitis de contacto irritativa, alérgica, dermatitis atópica, dermatitis hiperqueratósica de las palmas o dermatitis numular, etc. La mayoría de ellas presentan como síntomas principales el eritema, edema, pápulas, vesículas, prurito, ardor y dolor.
¿Por qué el frío afecta a la dermatitis en las manos?
No solo el frío afecta y empeora los síntomas de la dermatitis en las manos. Otros factores asociados al invierno pueden afectar de forma negativa a la piel como la escasa humedad ambiental, el calor seco de las calefacciones o los cambios bruscos de temperatura.
Con el invierno, la piel es más vulnerable. Se vuelve pálida debido a que los capilares se contraen. La irrigación disminuye y como consecuencia, hay menos oxígeno y nutrientes para las células, lo que retarda el recambio y se acumulan las células muertas, dando un aspecto opaco y grisáceo. La piel de las manos, que es más sensible y fina, padece todas estas consecuencias.
Aliviar síntomas de la dermatitis en las manos
Una piel hidratada y nutrida nos permite hacer frente a los agentes externos que pueden perjudicar nuestra piel. Por ello, es aconsejable hidratar adecuadamente la piel de nuestras manos, además de usar protección solar durante todo el año, no solo en verano. Además, conviene tomar frutas y verduras de la temporada, de muchos colores, ya que su alto contenido en vitaminas permite limpiar y recuperar los tejidos de los efectos nocivos del sol y proteger del frío.
- Para la dermatitis en las manos es muy importante hidratar a diario y varias veces al día la piel. Existen muchas cremas en el mercado formuladas con distintas sustancias que son aptas para pieles atópicas y que consiguen una mejoría de la sequedad, la sensibilidad de la piel y el prurito. Por mencionar algunos principios activos, podemos destacar las cremas hidratantes que contienen ectoína o los emolientes con cardiospermum o D-pantenol. Por supuesto, olvídate de productos que contengan alcohol, conservantes o perfumes.
- Un emoliente adecuado. En cuanto a la hidratación tópica, hay que distinguir entre cremas hidratantes, es decir, aquellas que retienen el agua en la capa córnea, y los emolientes, o sea, aquellos productos que contribuyen además a la flexibilidad de la piel. Ambas sustancias son imprescindibles en el cuidado de la piel atópica. Por ello, tanto el emoliente como las cremas hidratantes nos ayudarán a mantener una piel sana durante el invierno y mejorar los síntomas de la dermatitis en las manos.
- Procura no lavarte excesivamente las manos. Las dermatitis de desgaste que afectan al dorso de las manos son un motivo frecuente de consulta en esta época del año, especialmente en personas que, por razones laborales, se las lavan de forma repetida.
- No utilizar productos agresivos para la higiene diario. Es mejor optar por productos suaves y testados dermatológicamente.
- Usa guantes. Serán de gran utilidad tanto para las personas con dermatitis en las manos como aquellas con sensibilidad al frío que suelen padecer sabañones.
- Evita ducharte con agua muy caliente o fría. Por lo tanto, lo ideal es el agua tibia y no ducharse más de una vez al día, ya que esto consigue aumentar la deshidratación de la piel. El baño debe ser corto, entre 5 y 10 minutos. Tras el baño, seca sin frotar tu piel, ya que se puede irritar. Mejor hazlo como a palmaditas
Consejos para no sufrir dermatitis en las manos en invierno
- Hidratar los labios y protegerlos de la luz ultravioleta. Los labios sufren mucho en invierno, más aún si se tiene alguna alteración de base (queilitis atópica, actínica…).
- No olvidar las gafas de sol y la protección solar diaria también en invierno, especialmente en zonas donde haya nieve, ya que esta refleja el 80% de la radiación solar.
- Huir de los cambios bruscos de temperatura. Esto aumenta la posibilidad de aparición de capilares dilatados (telangiectasias o arañas vasculares) en la cara (especialmente mejillas).
- Cuidar la alimentación. Es recomendable aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes. Es fundamental, beber entre litro y medio y dos litros de agua al día.
- Di, de una vez por todas, adiós al tabaco. Es de sobra conocido que repercute de forma negativa en la salud de nuestra piel porque genera radicales libres. También, debes reducir, en la medida de lo posible, la ingesta de alcohol porque este empeora la dilatación capilar facial.
Tratamiento para la dermatitis en las manos
El tratamiento habitual de la dermatitis en las manos, así como otras dermatitis, es el uso de corticoides tópicos. Están indicados en la dermatitis atópica leve-moderada y no se deben aplicar antes de los 2 años.
Otros fármacos utilizados en el tratamiento de la dermatitis atópica son:
- Antibióticos y antivirales. El antibiótico se administrará en forma de pomada o crema, hasta el momento en que se esté seguro de que la infección se ha controlado.
- Corticoides sistémicos. No tienen indicación habitual en la dermatitis atópica. Son fármacos para usarlos en casos excepcionales de brotes intensos y agudos que no hayan respondido al tratamiento tópico correctamente administrado.
- Antihistamínicos. Los antihistamínicos orales, especialmente los de primera generación, poseen un efecto sedante. Su uso tiene como finalidad disminuir y controlar, en la medida de lo posible, el picor y aprovechar el efecto sedante general.
- Existen otro tipo de tratamientos coadyuvantes para la dermatitis atópica como son los probióticos. Existen estudios que demuestran que una mezcla de cepas probióticas disminuye la sintomatología de los niños con dermatitis atópica de leve a moderada, reduciendo la intensidad y duración de los brotes, así como . la intensidad y extensión del eczema
Referencias
https://www.actasdermo.org/es-dermatitis-manos-articulo-13091525
