El metabolismo es un concepto que se suele asociar a la estética, a mantener la silueta o quemar grasas. Aunque en cierto sentido está relacionado, ya que se trata de la manera en que se aprovecha la alimentación y favorece el correcto funcionamiento del organismo. Es por ello importante que conozcas los alimentos que aceleran el metabolismo.
El objetivo del metabolismo es convertir los alimentos que se ingieren en energía. Por tanto, dependiendo de cómo funcione, deberás tomar ciertos alimentos y excluir el consumo de otros para mantener tu salud.
¿Qué es realmente el metabolismo?
El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que ocurren en las células del cuerpo, encaminados a la obtención de energía, para el funcionamiento normal de todo el organismo. Está directamente relacionado el funcionamiento de la microbiota intestinal, pues cuando se altera, su desequilibrio puede afectar al metabolismo de las grasas.
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microbiota alterada?
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La energía es necesaria para hacer la digestión, hacer circular la sangre, mantener la temperatura corporal, eliminar los desechos… Por tanto, no sólo utilizamos esa energía para movernos, sino también se requiere energía cuando se está en reposo.
Esta energía que se necesita procede de la alimentación. Cuando comemos un alimento, las enzimas del sistema digestivo descomponen las proteínas en aminoácidos, las grasas en ácidos grasos y los hidratos de carbono en azúcares simples como la glucosa. Estos compuestos son absorbidos por la sangre, que los distribuye a las células. Allí otras enzimas aceleran o regulan las reacciones químicas necesarias para “que se metabolicen”, procesen y almacenen.
La energía que se obtiene de un alimento se mide en calorías; para mantener o bajar de peso hay que tener presente que cuando se consumen más calorías de las que necesita el cuerpo, éstas se acumulan en forma de grasa.
¿Cómo funciona?
Ya lo hemos comentado anteriormente pero no está de más repetirlo:
El cuerpo quema energía todo el día, incluso cuando se duerme.
Para que esto suceda, se pone en marcha el metabolismo, el cual se divide en dos mecanismos que deben estar equilibrados: catabolismo y anabolismo:
Catabolismo
Catabolismo es un vocablo que proviene del griego kato, que significa “hacia abajo”, y ballein, que quiere decir “lanzar”.
Es la parte del proceso metabólico en el que se degradan, reducen u oxidan diferentes nutrientes orgánicos a sus formas más simples para que el cuerpo las asimile y las transforme en energía.
La energía que se libera se almacena en forma de ATP (adenosín trifosfato) y así la célula puede realizar acciones vitales como la contracción muscular y la síntesis de moléculas.
Un proceso catabólico es la digestión, en ella se descomponen grandes complejos moleculares y se transforman en formas más simples para que puedan ser usadas como materia prima y energía en los procesos anabólicos.
Por eso, la digestión es esencial para que el anabolismo funcione adecuadamente.
Anabolismo
La palabra anabolismo viene del griego ana, que significa “hacia arriba”, y ballein, que podemos traducir como “lanzar”.
El anabolismo también se conoce con el nombre de biosíntesis y es una reacción química constructiva donde se sintetizan moléculas complejas a partir de otras más simples que pueden ser orgánicas o inorgánicas. Así las moléculas pueden crecer y renovarse, o ser almacenadas como reservas de energía.
Este proceso metabólico de construcción donde se consume energía para obtener moléculas grandes a partir de otras más pequeñas es posible gracias al aporte de energía del ATP.
A través del anabolismo, los seres vivos pueden formar proteínas a partir de aminoácidos y así mantener los tejidos corporales.
El metabolismo tiene dos velocidades
Tener un metabolismo lento o rápido depende de la tasa metabólica basal de cada persona. Esto corresponde al mínimo de energía diario que el cuerpo necesita para estar en funcionamiento.
De una forma u otra influye:
- Sexo: Los hombres queman más energía que las mujeres. Se debe fundamentalmente a la mayor proporción de músculo en relación con el peso corporal total.
- Masa corporal: Las personas con mayor masa corporal suelen quemar más energía.
- Genética: algunos estudios afirman que las personas con una constitución más delgada tienen menos variantes genéticas que aumenten la posibilidad de engordar.
- Edad: Al envejecer se pierde músculo lo que hace inevitable que el metabolismo sea más lento.
¿Qué me pasa si tengo el metabolismo lento?
Una persona con el metabolismo lento:
- Le cuesta mucho bajar de peso.
- Sufre aumentos inesperados de peso.
- Presenta una piel enferma o seca.
- Tiene la necesidad de consumir azúcar.
- Le cuesta levantarse por las mañanas.
- Manifiesta digestiones lentas y con tendencia al estreñimiento.
¿Y si lo tengo rápido?
En caso de metabolismo rápido:
- La temperatura corporal aumenta con facilidad.
- Tiene sensación de hambre constantemente.
- Es muy enérgico.
- Tiene dificultades para conciliar el sueño.
- Presenta una mala absorción de nutrientes y, por tanto, dificultad para engordar.
¿Se puede influir sobre el metabolismo?
Una visita al médico puede ayudar para saber si tu metabolismo funciona de manera adecuada a través de una exploración y una analítica para comprobar, por ejemplo, cuál es tu nivel hormonal. Si se detecta algún problema, podrá recomendarte el tratamiento adecuado.
En el caso de que no haya ningún problema, diferentes estudios han demostrado que se puede influir sobre el metabolismo y acelerarlo mediante la combinación de la actividad física y una alimentación variada y equilibrada.
¿Por qué? Porque se actúa directamente sobre la cantidad de energía que se usa y que se almacena en el cuerpo.
6 alimentos que aceleran el metabolismo
Una alimentación variada y equilibrada es ideal para tener un metabolismo adecuado, de esta manera se evitan los alimentos calóricos, se consumen las raciones diarias recomendadas de verdura y fruta y se reduce el consumo de grasas saturadas.
No obstante, existen ciertos alimentos que pueden ayudar a acelerar el metabolismo. Estos son los 6 alimentos que aceleran el metabolismo:
1) Frutas
Las frutas, en general, son bajas en calorías y tienen un alto contenido en agua, saciantes y contienen multitud de antioxidantes y vitaminas como la C y la D.
Los cítricos en particular son considerados “quemagrasas naturales”
2) Infusiones y el café verde
Muchos estudios confirman la eficacia del té sobre la oxidación de grasas en reposo y durante el ejercicio. El café verde es una variedad de café sin tostar que presenta propiedades antioxidantes y diuréticas.
Se recomienda tomar entre 2 y 4 tazas al día de té o café siempre que la persona no padezca hipertensión o insomnio.
3) Carne magra
La carne magra como la del pollo, el pavo o el conejo es más digestiva y contiene menos grasa. A esto se une que la ingesta de proteínas activa el metabolismo, aunque también se puede conseguir a partir de proteínas de origen vegetal.
4) Pescado
El salmón, la sardina o la caballa también es un excelente aporte de proteínas, pero, al mismo tiempo, contiene ácidos grasos como el omega 3 que ayudan a mantener los niveles normales de colesterol.
Por otro lado, la merluza, el lenguado o el bacalao aportan nutrientes sin apenas grasa y son alimentos que aceleran el metabolismo.
5) Cereales integrales
Los carbohidratos son fuente de energía. Concretamente, el trigo, la avena, el maíz o el arroz al ser de digestión lenta, tardan más en ser procesados por lo que se gasta más energía en el proceso.
6) Sustancias picantes
Como el chile o el jengibre que contienen sustancias que aumentan la termogénesis, que es un proceso que consiste en la quema de grasas para producir calor. Además, reducen el apetito.
¡Corre! El exceso de calorías no te alcanzará
BIBLIOGRAFIA
https://www.ucm.es/data/cont/docs/458-2018-09-20-cap-4-energia-2018.pdf
