¿Cómo controlar la ansiedad por comer?

Parece que en la sociedad que vivimos, las personas estamos sometidas a situaciones de estrés tanto en el ámbito laboral como en el personal y social. Esto puede llegar a influir y afectar los hábitos alimenticios.

De hecho, son varias las actitudes que se pueden tomar ante la comida, como el desinterés, la falta real de apetito e incluso, la ansiedad por comer. Realmente, ¿existe relación entre estrés y alimentación?

¿Qué es la ansiedad?

Se trata de una sensación normal que experimentamos las personas alguna vez en momentos de peligro o preocupación.

De hecho, necesitamos cierto grado de ansiedad para poder reaccionar mejor en momentos difíciles. Por ejemplo, cuando tenemos un examen, ese grado de activación es necesario para poder estudiar.

Pero la ansiedad se convierte en un problema que produce sensaciones desagradables cuando una persona se muestra en ese estado con cierta frecuencia o cuando se tensa en exceso. Por ello, es necesario aprender a controlarla y llevarla a niveles normales y manejables. Sobre todo, cuando se trata de ansiedad por comer. ¿Por qué? Porque mucha gente guía sus hábitos alimenticios por las emociones.

Este hecho puede llevarnos a consumir alimentos y cantidades no saludables de comida con el fin de esconder nuestros pensamientos, sin sentir hambre realmente.

Hay muchas causas por las que se puede tener ansiedad. Hay personas que tienen ansiedad porque reaccionan exageradamente ante las dificultades. Y, en cambio, otras personas, por su parte, padecen ansiedad ante un acontecimiento desagradable para ella.

Los modos de desarrollar un trastorno de ansiedad son variados y es necesario conocer la causa que ha producido la ansiedad. Solo así conseguiremos hacer frente a los problemas de manera más eficaz.

¿Cómo puedo saber si tengo ansiedad?

Lo primero que le pasa a una persona con ansiedad es una excitación en su sistema nervioso. Esto origina una serie de síntomas, entre los que destacan:

• Tensión en el cuello, hombros y espalda.
• Dificultad para respirar.
• Visión nublada.
• Sudoración y temblores.
• Opresión en el pecho y taquicardia.
• Sensación de tener un nudo en el estómago o náuseas.

¿Qué solemos hacer ante un ataque de ansiedad?

Por un lado, algunas personas tratan de reducir los síntomas que pueden sentir con la ansiedad comiendo, fumando o bebiendo. Les alivia en un primer momento pero, con el tiempo estas sustancias aumentan la ansiedad.

Y, por otro lado, otras personas intentan evitar las situaciones que generan ansiedad y a corto plazo funciona. Sin embargo, esta estrategia puede ser perjudicial a largo plazo porque se intenta evitar las situaciones que producen ansiedad y no siempre se pueden evitar, por lo que la persona no reacciona frente a la sucesión de problemas provocando un mayor problema, entrando en un círculo vicioso.

¿Qué puede provocar la ansiedad por comer?

Hoy en día, la ansiedad por comer viene dada por la rapidez en la que vivimos. Esto lleva, también, a comer rápido, a no desayunar y a cenar abundantemente. Por tanto, las necesidades nutritivas se satisfacen inadecuadamente.

El recurrir a la comida cuando uno está estresado o nervioso hace, por lo general, que la gente se incline por alimentos con alto contenido calórico, ricos en azúcar, sal y en grasa.

Esta situación les lleva a aumentar la concentración de glucosa en sangre.

Por tanto, el no llevar una alimentación adecuada puede generar situaciones de sobrepeso u obesidad. Y estas dos circunstancias constituyen un factor de riesgo de padecer múltiples patologías.

¿Se puede controlar la ansiedad por la comida?

A simple vista, no parece una tarea sencilla. La conducta alimentaria que se rige por las emociones lleva a obsesionarse por la comida, a usar la comida como premio, no poder parar de comer o continuar comiendo a pesar de haberse llenado.

Cuando se tiene ansiedad se tiende a incrementar el consumo de alimentos ricos en grasa especialmente en omega-3 y azúcares, ya que estos aumentan la producción de serotonina o dopamina. Son neurotransmisores cerebrales causantes de las sensaciones placenteras y de relajación.

Aunque no es fácil de gestionar, mencionaremos algunos consejos que nos pueden ayudar a reducir la ansiedad por comer:

• Aumenta el consumo de agua y en general líquidos, ya que nos ayudará a sentirnos saciados. Puede ser buena idea tomar infusiones calientes que nos aportan la cantidad suficiente de agua y, además, nos pueden ayudar a eliminar toxinas.
• Toma alimentos ricos en fibra, puesto que son productos saciantes, evitando el hambre y la ansiedad.
• Come varias veces al día. No te saltes las 3 comidas principales del día. Si no haces alguna de ellas, tendrás más hambre en la siguiente comida. De éstas, no elimines el desayuno, es la comida principal. Es conveniente realizar cinco ingestas diarias de alimentos en vez de las tres habituales. Se debe evitar estar más de 3 o 4 horas sin comer porque si lo haces, favorecerás la aparición de la ansiedad. Procura que la alimentación sea sana y equilibrada. La fruta o los yogures son una buena opción entre las comidas principales.
• Haz ejercicio todos los días. Es una manera bastante efectiva para controlar la ansiedad por comer. Es una buena manera de distraer nuestra mente y consigue que desviemos la atención. Pero también puede ser de utilidad leer un buen libro, una llamada de teléfono o tomar una infusión con un amigo.
• Duerme lo suficiente. Cuando tenemos un sueño de calidad y suficiente, estamos relajados y satisfechos. Por tanto, nuestro cuerpo no requiere de ningún alimento para sentirse bien. Existen plantas conocidas por su efecto favorable respecto al sueño como la valeriana, pasiflora o melisa.

Otros consejos para vencer el hambre emocional

• Eliminar toda tentación. No hay mejor forma de evitar la tentación que alejándolas. Es decir, cuando vayas a hacer la compra procura adquirir los alimentos indispensables, los realmente necesarios. Sobre todo, no vayas a comprar cuando se acerque la hora de la comida. La sensación de hambre puede llevarnos a comparar alimentos muy calóricos. Ve con la lista de la compra y no te la saltes. No compres antojos, dulces o picoteo. Mejor que el carro esté lleno de frutas y verduras que de otros alimentos.
• Date tiempo. Comer sin prisa, relajado y sentado en la mesa te ayudará a disfrutar de la comida. Si masticas bien conseguirás hacer mejor la digestión.
• Evita los alimentos excitantes. El café o el té aumentan los niveles de adrenalina que nos estimula y nos aumenta la sensación de ansiedad y estrés.
• Procura que las cenas sean ligeras.

Un profesional puede ayudarte a superarlo

Busca ayuda de un profesional. Sabiendo que esas ganas locas de asaltar la nevera son emocionales y no físicas, no tengas miedo en buscar ayuda en un profesional de la psicología.

Seguro que nos ayuda a disminuir y manejar esos síntomas ansiosos y de esta manera reducir nuestra ansiedad por comer.

Alimentación consciente y mente sana para evitar los atracones

Se puede decir que una buena alimentación es fundamental para mantener no sólo el cuerpo sano, sino también la mente. Es ahí cuando la dieta influye en el modo en el que uno se comporta y cómo percibe los hechos que ocurren alrededor.

Una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, disminuye el nivel de ansiedad y estrés de las personas. En cambio, la dieta compuesta por comida rápida y bebidas gaseosas, por ejemplo, tiende a aumentar los niveles de ansiedad en la persona.