Los videojuegos, como otras tantas cosas en la vida, hay que utilizarlos con medida. Y es que una de las principales críticas a este tipo de juegos hace referencia a su supuesto potencial adictivo.
Pero no son las únicas críticas y consecuencias de no hacer un uso responsable de los mismos: agresividad, obesidad o dolores de cabeza son otros de los problemas de salud que se referencian del abuso de los videojuegos. Sin embargo, existen efectos positivos si se siguen una serie de consejos básicos para fomentar un uso saludable de los videojuegos.
Un poco de historia sobre los videojuegos
Los primeros pasos de los actuales videojuegos fueron en los años 40. Se llevó a cabo por parte de los técnicos americanos que desarrollaron el primer simulador de vuelo destinado al entrenamiento de pilotos. En 1962 apareció la tercera generación de ordenadores, reduciendo su tamaño y coste de manera drástica. Y, a partir de ahí, su expansión ha sido continua.
En sus inicios, eran sumamente simples, todo lo que permitía la tecnología de la época. Como resultado, el juego acababa siempre con la pantalla de GAME OVER. Y el reto era llegar lo más lejos posible y conseguir los máximos puntos.
Sin embargo, según han ido mejorando los sistemas informáticos y de almacenamiento, los juegos se han hecho espectaculares. Cuentan con mundos llenos de aventuras que no necesitan de una extraordinaria complejidad para proporcionar una duración suficiente para que te tengan entretenido toda la tarde.
Efectos negativos asociados al uso de los videojuegos
Está claro que los juegos informáticos han desplazado al juguete tradicional. De hecho, la inserción del videojuego en los hogares europeos continúa en aumento. Si hablamos de cifras económicas, ya podemos hablar de los videojuegos como la primera industria de ocio en los países desarrollados por delante, incluso del cine y la música.
El uso generalizado de la tecnología digital aplicada al ocio influye en las relaciones entre madres, padres e hijos y por tanto, en la vida familiar. Crea tensiones, produce discordias, dificulta la comunicación… No es raro presenciar alguna discusión generada por el tiempo que los jóvenes dedican a los videojuegos -que generalmente consideran insuficiente- y sus padres, por el contrario, excesivo.
Problemas de salud asociados a los videojuegos
Se puede decir que, en general, la gente piensa que usar demasiado las pantallas es malo para la salud mental y social de las personas.
- Obesidad y sobrepeso. En la actualidad, los niveles de sobrepeso y obesidad en la población han aumentado sustancialmente. Padecerlas suponen un riesgo para la salud ya que aumenta la probabilidad de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o cáncer. Los principales causantes son la mala alimentación y la falta de actividad física. Y es aquí donde puede existir la relación entre el sobrepeso y los videojuegos, ya que las personas que pasan más tiempo jugando delante de pantallas, pasan menos tiempo haciendo ejercicio.
- Ansiedad y depresión. Este tipo de juegos, enganchan. Sin embargo, no se puede decir que la persona que se pasa una tarde entera jugando sea un adicto. Sin embargo, podemos notar que existe ansiedad si abandona otras actividades, obligaciones o tareas escolares. Otro signo de alarma que debe ponernos en alerta es que la persona se irrite excesivamente cuando le falla la conexión o si es muy lenta. O si sólo se piensa en el juego aunque no esté conectado a él. A todo ello se le puede unir la irritabilidad, conflictos familiares derivados de la falta de control y la necesidad imperiosa de jugar.
- Dolor de cabeza y molestias en los ojos. La postura, la tensión y los nervios que se experimentan en una partida, pueden producir molestias o dolores físicos como el dolor de cabeza. Los jugadores, además, fuerzan su capacidad visual y, en consecuencia, generen un deterioro progresivo en la vista.
- Privación del sueño. Los videojuegos son estimulantes de la actividad cerebral. Y el trastorno de sueño más común causado por la adicción a los videojuegos es el insomnio. Por la noche, es recomendable apagar todos los dispositivos electrónicos ya que esto nos ayudará a conciliar un sueño profundo, porque la luz que emiten los videojuegos y dispositivos móviles pone en marcha el estado de vigilia y estimula la actividad cerebral mientras se duerme.
Pero los videojuegos, ¿aportan beneficios?
Normalmente, a estos juegos les sacamos muchos puntos negativos y pocas virtudes. Sin embargo, podemos hablar de sus efectos positivos en tareas educativas e, incluso, sanitarias.
- A nivel cognitivo. Podemos hablar de beneficios como el desarrollo de la memoria, comprensión lectora y de conocimientos geográficos. Incluso capacidades lógicas y de razonamiento.
- Mejora de ciertas habilidades. En este sentido, podemos decir que los videojuegos puede mejorar el instinto de superación, las habilidades motrices, de reflejos y respuesta rápida. Pero también mejora la percepción visual, espacial y la coordinación óculo-manual. Pero, sobre todo, aumenta la curiosidad e inquietud por investigar y probar.
- Aspectos socializadores. Los videojuegos actuales proporcionan la interacción con los amigos a nivel online y proporcionan control y cumplimiento.
Asimismo, otras funciones más específicamente psicológicas, como la motivación, las destrezas organizativas, la toma de decisiones y la cooperación pueden ser promocionadas mediante el uso de videojuegos.
Recomendaciones para el uso de los videojuegos
Como hemos dicho los videojuegos en sí mismos no suponen un riesgo. Depende del contenido y el uso que se haga de ellos. Y ciertos videojuegos, al tener un uso muy divertido y estimulante, tienen un alto poder adictivo. Entonces, ¿qué consejos prácticos se pueden hacer para que el tiempo que pasan los niños sea más productivo?
Referencias
https://institutoeuropeodelsueno.cl/adiccion-a-los-videojuegos-trastorna-la-calidad-del-sueno/
https://theglobalesportsacademy.com/wp-content/uploads/2019/07/ESTUDIO-OBESIDAD-Y-VIDEOJUEGOS.pdf
https://ddd.uab.cat/pub/athdig/15788946n14/15788946n14p159.pdf
