Bifidobacterias: impulsando la salud digestiva

Hablar de bifidobacterias es hablar de bacterias “promotoras de la salud” y, por tanto, de uno de los géneros bacterianos más importantes de la microbiota intestinal.

Contar con un número elevado de ellas aportará numerosos beneficios para nuestra salud, sobre todo, porque intervienen en la modulación del sistema inmune.

¿Qué son las bifidobacterias?

Son microorganismos presentes en nuestro tracto gastrointestinal, aunque también pueden estar presentes en la boca. Además, es el grupo microbiano dominante en la microbiota intestinal de los niños alimentados con leche materna.

En la actualidad, hay descritas y catalogadas más de 30 especies diferentes de bifidobacterias.

Su morfología es variada, generalmente con forma bacilar, cortas, regulares o con ramificaciones. Pueden presentarse individualmente, en cadenas, en empalizada o en forma de V, Y o T.

Bifidobacterias: impulsando la salud digestiva: tipos bifidobacterias - HeelEspaña

Microbiota intestinal y bifidobacterias

La microbiota intestinal se denomina al conjunto de microorganismos que residen en el intestino humano y contiene 100 billones de microorganismos. Está formada por bacterias, hongos, levaduras y virus, correspondiendo un 98% de la microbiota intestinal a bacterias intestinales, entre las que destacan la presencia de las bifidobacterias.

Hay múltiples estudios que revelan que la predominancia de unas u otras especies bacterianas tiene una correlación directa con el estado de salud de nuestro organismo. Por tanto, cuanto más diversa sea nuestra microbiota intestinal, más cerca estaremos de un estado de salud óptimo.

Y es que ya existen varios estudios en los que se han relacionado niveles bajos de las bacterias que la componen, como las bifidobacterias, con una mayor tendencia a desarrollar obesidad, enfermedades autoinmunes, alergias, problemas intestinales y celiaquía, entre otros. Y, por el contrario, niveles altos se asocian con un correcto funcionamiento del sistema inmune.

Evolución de las bifidobacterias a lo largo de la vida

Las bifidobacterias se establecen en el intestino de los recién nacidos durante las primeras semanas de vida. Su ambiente anaerobio le convierten en el más adecuado para el crecimiento de estos microorganismos en los más pequeños.

Los niños nacidos a término, por parto vaginal y alimentados con leche materna muestran concentraciones de bifidobacterias mayores que los nacidos por cesárea. Es decir, aquellos niños nacidos en las condiciones idóneas que consideran los expertos presentan una microbiota intestinal con amplia presencia de especies de bifidobacterias.

Por tanto, las bifidobacterias es el grupo microbiano dominante en la microbiota intestinal de los niños alimentados con leche materna. Prácticamente, el 95% de las bacterias que colonizan el intestino de los recién nacidos son bifidobacterias. En la vida adulta permanecen en menores niveles, pero estables, y tienden a disminuir durante la vejez, llegando al 25%.

¿Cómo podemos incrementar las bifidobacterias?

Son múltiples los factores que influyen en la composición y función de la microbiota intestinal. Entre los más destacables podemos encontrar la alimentación, ejercicio físico, consumo de alcohol o hábitos tóxicos como el tabaquismo.

Pero también influye el lugar de nacimiento y residencia, contacto con la naturaleza y los animales, número de hermanos, hábitos higiénicos, enfermedades y trastornos de todo tipo como inmunitarios, metabólicos o neurológicos, estado de ánimo y niveles de ansiedad, y estrés y la ingesta de fármacos, especialmente de antibióticos. Pero no hay que olvidar que también la edad, el sexo y la genética juegan su papel aquí.

Aunque hay muchos factores en los que no podemos influir, como estos últimos, otros muchos, en la inmensa mayoría de las ocasiones, somos nosotros y nuestras propias decisiones pueden revertir esta situación de desequilibrio en la microbiota intestinal.

Bifidobacterias: impulsando la salud digestiva: alimentacion saludable - HeelEspaña

¿Por dónde empezamos?

Debemos actuar en todos aquellos factores modificables, aquellos que están en nuestra mano y que pueden poner en peligro la diversidad de la microbiota intestinal. Entre estos se encuentran:

  • La dieta. Una dieta poco saludable (especialmente con abundantes grasas) puede impedir que las bacterias “buenas” se desarrollen en los intestinos. Las grasas saturadas pueden aumentar el número de microbios intestinales inflamatorios. Hoy las investigaciones sugieren que la microbiota intestinal por dietas occidentales (con típicos contenidos altos en grasas y bajos en fibra) se correlacionan con el cáncer colorrectal, entre otras patologías. Por tanto, es el momento de:
  1. Reducir el consumo de azúcar, conservantes artificiales y alimentos procesados. Todos estos alimentos dañan la diversidad bacteriana intestinal y, como no, de las bifidobacterias. Y es importante añadir que los conservantes artificiales pueden aumentar el riesgo de enfermedades intestinales inflamatorias y afecciones metabólicas.
  2. Consumir más frutas y verduras que nos aportan suficiente fibra alimentaria que nos ayudará a que nuestro organismo funcione como un reloj, mantener los niveles de colesterol óptimos y aumentar la sensación de saciedad. Las frutas, verduras y hortalizas, legumbres y los cereales integrales son necesarias para mantener y desarrollar la diversidad de la microbiota.

TEST

¿Tienes síntomas de
microbiota alterada?
Bifidobacterias: impulsando la salud digestiva: alterada - HeelEspaña

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¿Tienes síntomas de
microbiota alterada?
  • Ejercicio físico. La práctica de algún deporte es un hábito fundamental para nuestra salud y calidad de vida. Mejora la circulación y todas las funciones del organismo en general. Pero, además, dejar a un lado la vida sedentaria conseguirá un aumento de la diversidad de las bacterias intestinales y potenciará determinados grupos de microorganismos. Es bien sabido que realizar ejercicio físico previene contra numerosas enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares o el síndrome metabólico. Y, además, mejora la calidad de vida, ya que disminuye la inflamación y refuerza la función neuromuscular. Pero ahora sabemos que el ejercicio físico es capaz de modular la microbiota intestinal, con lo que promovemos la salud.
  • Olvídate del estrés. El estrés afecta al aparato digestivo influyendo en nuestra salud y bienestar porque puede ocasionar síntomas como el insomnio, dolores de cabeza, problemas estomacales y en el estado de ánimo. En líneas generales, el efecto del estrés sobre la microbiota depende de la intensidad del mismo, siendo más relevante en situaciones de estrés crónico. El estrés crónico parece estar relacionado con la integridad de la mucosa, disbiosis intestinal y una menor abundancia de microorganismos. En este sentido, el síndrome del intestino irritable es el trastorno gastrointestinal funcional más común asociado al estrés, pero también destacan otros como el reflujo gastroesofágico, las úlceras pépticas y la enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Deja el tabaco. El tabaquismo es la mayor causa evitable de muerte prematura e, incluso, la exposición indirecta al tabaco está vinculada a enfermedades cardíacas. Pero es que el vicio del tabaco incide en una menor diversidad microbiana y, por supuesto, de la disminución de bifidobacterias. Esto está relacionado con las alteraciones del estrés oxidativo que provoca el consumo de tabaco.
  • Descansa lo suficiente. Son muchos los trabajos que relacionan la deficiencia de sueño con un mayor riesgo de mortalidad y patologías metabólicas como la obesidad. En relación con la diversidad de nuestra microbiota intestinal, se ha observado que una falta de sueño continuada altera la permeabilidad intestinal, la funcionalidad del sistema inmunológico y con un mayor estado inflamatorio.

Bifidobacterias: impulsando la salud digestiva: alimentos probioticos - HeelEspaña

¿Y los probióticos?

Los probióticos consiguen el equilibrio de la microbiota intestinal y ayudan tanto a las funciones digestivas como a la respuesta inmune.

Los probióticos son definidos como microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, proporcionan un beneficio para la salud. En este sentido las bifidobacterias, junto con los lactobacilos, son uno de los géneros más utilizados como probióticos y se consideran microorganismos seguros para su consumo. Por sus características, son comercializados en alimentos, considerándolos alimentos funcionales, o como complementos alimenticios.

Referencias
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182013000300013

Lda. Laura Arbeloa Jiménez
Licenciada en Periodismo por la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. Actualmente trabajo en Heel España realizando diferentes funciones de comunicación corporativa y marketing.
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