La contaminación ambiental, la ropa que se usa para ir a la moda, el estrés diario, el cambio climático son características de la sociedad que nos ha tocado vivir.
A unos les puede gustar más o menos que a otros, pero es evidente que muchas de estas circunstancias se manifiestan en la piel de diferentes formas, entre ellas, la hipersensibilidad que puede afectar a la calidad de vida de quien la padece.
¿Qué es la piel hipersensible?
La hipersensibilidad en la piel o piel hipersensible es consecuencia de una reacción cutánea exagerada que da lugar a un proceso alérgico por la ingesta o contacto directo de un producto sobre la piel.
El sistema inmune desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud. Una de las principales reacciones de defensa contra “invasores” como los microrganismos o sustancias extrañas consiste en desencadenar la inflamación, precisamente, con el fin de atacar a esos agentes extraños a nuestro organismo.
Generalmente, esta reacción del sistema inmunitario tiene como función la de proteger el cuerpo y contribuir a la curación. El problema es que, a veces, el proceso se produce de forma exagerada o afecta a tejidos sanos. Estas respuestas anormales del sistema inmunológico se denominan reacciones de hipersensibilidad.
La hipersensibilidad afecta cada vez a más personas y con más frecuencia. En porcentajes y en el caso concreto de España, la prevalencia es muy elevada. Estaríamos hablando de alrededor del 35% de las mujeres y el 28% en el caso de los hombres, lo que supone más de 11 millones de personas.
Se trata de un fenómeno complejo, difícil de identificar porque interviene la sensibilidad subjetiva del paciente, puede que aparezcan signos clínicos o no, que se presente de manera aislada o asociada a otras patologías cutáneas y con una importante repercusión en la calidad de vida del paciente tanto física, psíquica y social.
Hay disparidad de opiniones en cuanto a la relación causal de la piel hipersensible con el sexo.
Existen estudios que refieren una mayor prevalencia entre las mujeres, las cuales justifican que es debido al uso de cosméticos, y otros estudios en los que son los hombres los que aparecen con mayor prevalencia que las mujeres.
En cuanto a la raza, parece ser que la raza negra tiene la piel menos sensible que la raza europea y, éstos, menos que la raza asiática, pero no existe ninguna evidencia al respecto.
En el caso de la edad sí que parece haber una relación inversamente proporcional, de tal manera que, a menor edad, mayor sensibilidad en la piel.
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Causas y factores que desencadenan la hipersensibilidad de la piel
Algunas reacciones de hipersensibilidad se denominan alergias porque suceden después de la exposición a sustancias, generalmente inofensivas, que en personas predispuestas pueden afectar a la piel.
Por otro lado, el agua, el sol, el frío, el calor, el viento, el sudor, el maquillaje, perfumes o el estrés son estímulos que, en condiciones normales, no deberían por qué producir ningún síntoma pero que en personas con la piel hipersensible producen picor, ardor, cosquilleo o dolor.
O bien, estos síntomas que acompañan a la sensibilidad de piel son consecuencia de otros problemas cutáneos como:
- Rosácea que es una afección en la que los capilares de la cara se hacen visibles lo que produce un enrojecimiento de las mejillas y la frente. Es una afección relativamente común.
- Dermatitis atópica que es un trastorno de la piel que cursa con xerosis (sequedad), inflamación, picor y enrojecimiento que puede ser más o menos intensa, según el grado de atopia.
- Dermatitis seborreica que es un proceso cutáneo descamativo que suele afectar a cara y cuero cabelludo pero que se puede extender a otras zonas del cuerpo
- Acné, enfermedad inflamatoria de la piel que afecta a la cara y parte superior del tronco
Al revés, también puede ocurrir, es decir, que como resultado de una piel hipersensible se favorece la aparición de piel seca o con acné.
También es muy importante identificar el tipo de piel, porque puede influir en que los síntomas se manifiesten en mayor o menor medida.
En cualquier caso, la principal causa de la hipersensibilidad cutánea es la alteración de la función de la barrera de la piel. Esto provoca por un lado, un aumento en la pérdida de agua transepidérmica lo que produce una piel deshidratado y más fácil de padecer irritación, y por otro lado, la alteración en la permeabilidad, puede favorecer la penetración de agentes potencialmente irritantes que induzcan la reacción exagerada en la piel.
Además, en una piel con la función de barrera alterada, las terminaciones nerviosas de la epidermis reaccionan más rápido liberando mediadores inflamatorios, con lo que las sensaciones molestas se agudizan, como el ardor, tirantez, pinchazos…también debido a la producción excesiva de ciertos neurotransmisores.
A esto se unen aquellos factores que pueden disparar la hipersensibilidad de la piel como:
- Factores químicos
Como los productos cosméticos o de limpieza bien sean jabones, detergentes, perfumes…
- Factores hormonales
Durante el ciclo menstrual, la menopausia o el embarazo
- Factores psicológicos
Emociones intensas, el estrés…
- Factores internos
Derivados de la alimentación como el consumo de comidas picantes, bebidas alcohólicas…
- Factores externos o ambientales
Como la radiación ultravioleta, el calor, el viento, el frío, los cambios de temperatura o el simple contacto con la ropa.
Síntomas frecuentes de la hipersensibilidad en la piel
Los síntomas de la piel sensible, o también llamada reactiva, pueden aparecer de distintas maneras.
Entre los síntomas visibles más comunes encontramos la piel seca, irritación, eccema, ronchas, enrojecimiento o descamación.
Entre los síntomas que no se ven, el picor, ardor, pinchazos o dolor son los más habituales.
Como consecuencia de la hipersensibilidad en la piel y las causas que la provocan, puede surgir una tendencia a la cuperosis, es decir, la dilatación de los vasos sanguíneos que da lugar a una piel enrojecida.
Remedios para tratar la piel hipersensible
Si padeces hipersensibilidad en la piel, los mejores cuidados para la piel sensible o lo mejor que podemos hacer para aliviar o reducir los síntomas asociados es limitar al máximo todo aquello que pueda agredirla:
La ducha mejor que el baño
Aunque parezca mentira y pensemos que cuanto más tiempo estemos en contacto con el agua mayor será la hidratación, no es correcto. Es justo lo contrario, así que opta por la ducha, con agua tibia, el tiempo imprescindible y secado sin frotar.
Cuidados faciales y corporales
Recurre a productos limpiadores no agresivos, hidrátate a conciencia, por ejemplo, con cremas a base de pantenol, grosella negra y fitosteroles como el cardiospermum y protégete de las radiaciones solares.
Esto no solo sirve para las mujeres, sino que también son válidos como consejos de afeitado para hombres con piel sensible entre otros.
Ten en cuenta cómo te vistes
Sobre todo, evita las prendas ajustadas y ciertos tejidos que pueden provocar una irritación de la piel innecesaria.
Mantén la calma
El estrés no es un buen compañero si no lo gestionamos adecuadamente. Puede influir en gran medida en el agravamiento de los síntomas de la piel hipersensible.
Protégete de las condiciones ambientales
El frío y el calor intensos, los ambientes secos, el exceso de humedad, la contaminación ambiental, los cambios bruscos de temperatura hay que evitarlos en la medida de lo posible, porque también pueden empeorar los síntomas.
Es parte de lo que puedes hacer para dar la mejor imagen de tu piel.
BIBLIOGRAFIA
https://www.actasdermo.org/es-la-piel-sensible-un-sindrome-articulo-S0001731011002730