La vitamina D3, también conocida como colecalciferol, es una vitamina liposoluble esencial para el organismo porque desempeña un papel fundamental en la absorción del calcio y fósforo en el intestino. Es convertida en su forma activa en el hígado y los riñones, lo que permite su función reguladora en la salud ósea. Por todos estos beneficios para la salud, es necesario conocer cómo podemos mantener unos niveles adecuados de esta vitamina en nuestro organismo.
¿Cuál es la cantidad necesaria de vitamina D?
La cantidad necesaria de vitamina D varía según la edad y las necesidades individuales. Según la Academia Nacional de Medicina, la ingesta diaria recomendada de vitamina D para adultos menores de 70 años es de 600 UI (unidades internacionales) al día, mientras que para adultos mayores de 70 años se recomienda aumentar la ingesta a 800 UI al día.
Para los lactantes, se recomienda una ingesta diaria de 400 UI. Es importante destacar que estos valores son solo recomendaciones generales y pueden variar según cada persona.
La vitamina D y su relación con la salud ósea
Esta vitamina ayuda al organismo a mantener unos huesos fuertes y sanos. Estimula la absorción intestinal de calcio y fósforo, y también promueve su reabsorción renal, evitando así la pérdida excesiva de estos minerales a través de la orina.
Además, la vitamina D colabora en la formación de osteoblastos, las células encargadas de producir nuevo tejido óseo. Un déficit de vitamina D puede llevar a una disminución en la densidad ósea y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la osteoporosis.
La importancia de la vitamina D en la absorción de nutrientes
La vitamina D desempeña un papel crucial en la absorción de nutrientes en nuestro organismo. Esta vitamina es esencial para la correcta absorción y utilización del calcio y el fósforo, dos minerales fundamentales para la salud ósea.
Sin suficiente vitamina D, nuestro cuerpo no puede aprovechar al máximo estos nutrientes, lo que puede llevar a problemas como la osteoporosis y el raquitismo en los niños.
Otros beneficios de la vitamina D3
La vitamina D no solo es esencial para la absorción óptima de calcio y fósforo, sino que también ofrece beneficios adicionales para nuestra salud. Destacamos:
- Permite asegurar la mineralización de los huesos, los cartílagos y los dientes durante y después del crecimiento; es necesaria para el crecimiento normal y el desarrollo óseo de los niños. La acción conjunta del calcio con la vitamina D reduce la pérdida mineral ósea lo que contribuye a disminuir el riesgo de caídas y fracturas debidas a osteoporosis.
- Contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso.
- Ayuda a mantener una función muscular normal.
- Tiene actividad inmunorreguladora, por lo que contribuye al buen funcionamiento de las defensas del organismo.
Cómo podemos mantener los niveles óptimos de vitamina D3
Existen diversas fuentes naturales de vitamina D que pueden ayudarnos a mantener niveles adecuados de esta vitamina en nuestro organismo:
Una de las principales fuentes es la exposición al sol, ya que los rayos ultravioleta B estimulan la producción de vitamina D en la piel. Sin embargo, es importante tener precaución y evitar la exposición excesiva al sol para prevenir el daño solar.
Además, algunos alimentos también son buenas fuentes de vitamina D, como los pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas. Los huevos, los lácteos y los hongos también contienen cantidades significativas de esta vitamina.
¿Y los suplementos con vitamina D3?
Si bien es posible obtener vitamina D a través de la dieta y la exposición solar, en algunos casos puede ser necesario suplementarla para alcanzar los niveles óptimos. Por tanto, existen suplementos de vitamina D pueden ser muy útiles y pueden servir de ayuda.
Estos suplementos vienen en una amplia gama de opciones, que incluyen polvos, pastillas, gotas, cápsulas blandas, caramelos de goma, etc. El profesional sanitario te recomendará la dosis más eficaz en cada caso.
¿Es nocivo el consumo excesivo de vitamina D?
Aunque la vitamina D es esencial para el buen funcionamiento del organismo, un exceso en su ingesta puede causar efectos adversos. Los síntomas de una intoxicación por vitamina D incluyen náuseas, vómitos, falta de apetito, debilidad muscular y daño renal. Además, niveles excesivamente altos de vitamina D pueden aumentar los niveles de calcio en la sangre, lo que puede llevar a la formación de cálculos renales y daño en los tejidos blandos.
Por todo ello es importante mantener un equilibrio adecuado en la ingesta de vitamina D y consultar con un profesional sanitario antes de tomar complementos alimenticios. Recuerda que siempre es mejor obtener los nutrientes necesarios a través de una dieta equilibrada y variada.
Referencias:
https://www.elsevier.es/es-revista-reemo-70-articulo-metabolismo-fuentes-endogenas-exogenas-vitamina-13108019
https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-vitamina-d-practica-diaria-S1138359320300654