No todo se centra en el sueldo cuando se trata de trabajo. Es cierto que nadie trabaja por amor al arte y la hipoteca no se paga sola. Pero el horario, formación, buen ambiente laboral, carrera profesional, seguridad laboral o conciliación entre la vida personal y laboral son cada vez más valorados a la hora de permanecer en un empleo, acceder a uno nuevo o plantearse un cambio.
Se ha hecho fundamental e imprescindible trabajar a gusto, porque evita situaciones de riesgo a nivel físico y psicológico para el trabajador y, en este sentido, la gerencia de las empresas tiene un papel importante.
Por qué podemos estar a disgusto en nuestro trabajo
Son muchos los motivos que nos pueden provocar insatisfacción laboral y las consecuencias pueden perjudicar a la salud física y psicológica del trabajador. Lo que normalmente genera mal ambiente y provoca que no se pueda trabajar a gusto suele ser:
- Jornada de trabajo. La rotación de turnos, el trabajo nocturno o el alargamiento de la jornada son motivo de insatisfacción.
- Escasa promoción y desarrollo profesional
- Las escasas o nulas relaciones interpersonales junto a la mala comunicación entre las diferentes jerarquías.
- Una carga de trabajo excesiva. O, por el contrario, insuficiente trabajo.
- Mucho control sobre la tarea, lo que provoca sentir que se tiene poca autonomía en lo que se hace y mucha supervisión.
- Incluso las condiciones ambientales del puesto de trabajo, como la iluminación, el ruido o la temperatura, son motivo de queja e inconformidad.
¿Cómo se ve afectada la salud por un mal ambiente laboral?
Cuando el trabajador no está a gusto en su puesto de trabajo, se nota. A cada uno le afecta de forma diferente, pero a todos les origina problemas.
Suele contribuir a que el trabajador tenga una mala salud tanto física como mental. Incluso, puede abandonarse a las drogas, alcohol o tabaco. Por ello, cuando un trabajador no se encuentra a gusto puede:
- Estar cada vez más angustiado e irritado
- Ser incapaz de relajarse
- Tener dificultad para tomar decisiones
- Disfrutar cada vez menos del trabajo y menos comprometido con él
- Sentirse cansado, deprimido e intranquilo
- Tener dificultad para conciliar el sueño
- Pasividad
- Indiferencia y falta de interés
- Sufrir problemas físicos como:
- Cardiopatías
- Trastornos digestivos
- Aumento de la tensión arterial y dolor de cabeza
- Trastornos músulo-esqueléticos, como lumbalgias y trastornos de los miembros superiores.
- Rigidez de las articulaciones
- Problemas en el sistema inmunitario, provocando que disminuya la capacidad de la persona para luchar contra las infecciones.
¿Por qué nos ayuda trabajar a gusto?
- Mejora nuestra concentración.
- Facilita la toma de decisiones.
- Los trabajadores son más innovadores, más productivos y más comprometidos con la empresa.
- Ayuda a dormir y descansar mejor.
- Genera más endorfinas y así también mejora el estado de ánimo y nuestra apariencia física.
- El tiempo nos cunde más y las tareas las hacemos con menos esfuerzo.
- Mejora la digestión y los problemas que puedan derivarse de ello.
Cómo conseguir gestionar el estrés laboral y que no nos afecte
- Lleva una alimentación saludable.
El estrés puede influir negativamente en la alimentación, reduciendo la sensación de apetito o por el contrario aumentándola.
Por otro lado las prisas, la falta de tiempo, obliga a ingerir alimentos rápidamente sin prestar especial cuidado en lo que comemos, abusando de la denominada comida basura, por lo que no se incorpora al organismo las vitaminas, minerales y fibra que éste necesita para su correcto funcionamiento y que se encuentran presentes en gran medida en frutas y verduras.
- Ejercicio físico y estrés guardan una relación inversamente proporcional. El ejercicio físico es un método efectivo y saludable para combatir el estrés.
Realizando ejercicio físico regularmente, se lograra sentirse menos estresado ya que hace liberar endorfinas (una potente hormona anti-estrés) y ayuda a descansar mejor por las noches.
- Duerme las horas necesarias.
- Mantén una buena relación con tus compañeros y jefes.
- Aprende técnicas para relajarte
- Haz aquello que te hace sentir bien.
- Sé positivo/a.
Pero las empresas deberían poner su granito de arena
Muchas empresas necesitan un cambio en su filosofía para controlar y prevenir situaciones que puedan generar en sus empleados situaciones de estrés y disgustos laborales. Entre otros aspectos, las empresas deberían:
- Mejorar la selección y la promoción del personal.
- Mejorar la descripción de puestos y definir los roles profesionales.
- Establecer programas de formación y desarrollo.
- Descentralizar la toma de decisiones, aumentando la participación de todos los empleados.
- Potenciar el desarrollo de los trabajadores, manteniendo y ampliando sus competencias, aumentando la variedad de habilidades y autonomía.
- Desarrollar sistemas de retribución más equitativos.
- Ofrecer horarios de trabajo flexibles y considerar el teletrabajo.
Referencias
https://www.who.int/occupational_health/publications/stress/es/
GIL-MONTE, PEDRO R., y «Burnout syndrome: ¿síndrome de quemarse por el trabajo, desgaste profesional, estrés laboral o enfermedad de Tomás?.» Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, vol. 19, no. 2, 2003, pp.181-197. Redalyc, https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231318052004
https://www.insst.es/documents/94886/538970/El+efecto+sobre+la+salud+de+los+riesgos+psicosociales+en+el+trabajo+una+visi%C3%B3n+general.pdf/7b79def3-88be-4653-8b0e-7518ef66f518
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3698512