Primer día de vacaciones en la playa. Después de un año… ¡qué ganas tenía! Pero, como todos los años… ¡Vaya pinta que tengo con mi “moreno albañil”!
La gente que está tumbada en las hamacas se está poniendo las gafas de sol para que no les deslumbre mi blanco nacarado. Pues nada, aquí me tumbo, me quito la camiseta y… ¡Espera! ¿Y estas manchas blancas en la piel que tengo? ¿Por qué me han salido? ¿Será contagioso? ¡Qué vergüenza! Me vuelvo a poner la camiseta.
Las manchas blancas en la piel no suelen ser motivo de preocupación y no suelen causar síntomas importantes, aunque es importante que un especialista determine la causa, las tenga bajo control y plantee el tratamiento adecuado.
¿Cómo tiene que ser mi piel?
La piel no solo es el órgano más grande del cuerpo, sino que se trata de uno de los más importantes.
Requiere unas necesidades específicas según el tipo de piel que tengamos cada uno de nosotros. Observando ciertas características, sabremos cuál es la forma más adecuada de cuidarla.
La textura, el color y ciertas reacciones permite diferenciar entre diferentes tipos de piel y, sobre todo, saber si este órgano está sano.
Una piel normal es aquella que se encuentra equilibrada al no ser ni demasiado grasa ni demasiado seca. Presenta poros finos, una buena circulación sanguínea, textura aterciopelada, suave y lisa al tacto, con ausencia de impurezas y que no es sensible ni se irrita con facilidad.
Esto no significa que una piel grasa, seca o mixta no sea normal. Al contrario, es más difícil de lo que parece tener una piel normal, porque los factores externos, la falta de cuidados específicos, cambios hormonales y la edad o el envejecimiento contribuirán a que se pierda hidratación, elasticidad y, probablemente, la alteración de sus funciones principales.
¿Por qué pueden salir manchas blancas?
Existe una gran variedad de factores que pueden dar lugar a la aparición de manchas blancas en diferentes partes del cuerpo:
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Hipomelanosis guttata o manchas solares
Las manchas solares son áreas blancas que aparecen en las zonas en las que se ha perdido el pigmento de la piel.
Estas manchas generalmente no causan síntomas, tienen un tamaño de 1 a 3 milímetros y tienden a aparecer primero en las piernas antes de extenderse hacia los brazos, la parte superior de la espalda y la cara.
No se sabe realmente por qué salen estas manchas solares, aunque entre las causas puede ser la falta de melanina e incluso puede tener un motivo hereditario.
Suelen aparecer pasados los 40 años y son inofensivas independientemente del aspecto estético.
La sobreexposición al sol sin protección puede contribuir al riesgo de padecer cáncer de piel, sin embargo, las manchas solares, según los expertos, no parece ser indicativo de desarrollar esta enfermedad.
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Pitiriasis versicolor o tiña versicolor
Se trata de una afección cutánea no contagiosa debida a la parasitación de hongos. Concretamente, el responsable es Malassezia furfur, un hongo que posee todo el mundo pero que, en determinadas personas y circunstancias, crece de manera descontrolada.
Afecta a cualquier perfil de edad, siendo más frecuente en adultos jóvenes.
Las altas temperaturas, la humedad relativa del ambiente, la aplicación de aceites, el sudor excesivo y tener una piel seborreica pueden ser factores que favorezcan el desarrollo de este hongo.
Los cambios de color de la piel pueden permanecer varios meses después de haber eliminado el agente causante, aunque visualmente puede pasar desapercibido a no ser que la persona afectada esté bronceada.
Son frecuentes las recurrencias, sobre todo, si se cumplen las condiciones que lo provocan.
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Pitiriasis alba o pitiriasis simple
Es un trastorno cutáneo benigno que se presenta de manera más predominante en niños y adolescentes. Se caracteriza por manchas mal definidas de forma redonda y color pálido que pueden cursar con picor leve.
La mayoría de los pacientes suelen tener antecedentes de atopia y, algunos expertos, la consideran como una manifestación de la dermatitis atópica.
Las lesiones se localizan en la cara, brazos y parte superior del tronco. La exposición al sol acentúa las lesiones y son más visibles en personas de piel más oscura.
Aunque la apariencia estética suele ser llamativa, se resuelve espontáneamente y se recupera la pigmentación normal de la piel en un tiempo que varía de unas personas a otras.
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Vitíligo o leucodermia
Las manchas blancas de extensión variable que aparecen en la piel se deben a que los melanocitos, es decir, las células encargadas de producir melanina no cumplen con su función o se han destruido.
No se sabe exactamente cuál puede ser la causa. Se piensa que puede tratarse de una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmune daña por error a las células sanas.
Lo que sí parece ser es que se trata de una alteración con carácter hereditario. Suele aparecer en la edad joven.
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Milia o manchas de leche
Se trata de protuberancias blancas e indoloras en la piel.
Son sacos firmes, elevados, llenos de líquido, de 1 a 4 mm de ancho que se desarrollan cuando la queratina se queda retenida debajo de la piel. Este sería el caso de la milia primaria.
Las milias secundarias son consecuencia de otros problemas como la dermoabrasión, un daño tisular, la formación de ampollas y como efecto secundario de la toma de algún medicamento.
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Deficiencias nutricionales o mala alimentación.
En ocasiones, una mala alimentación puede influir negativamente y dar lugar a la aparición de manchas blancas en la piel. Se asocian, sobre todo, a la falta de calcio y de vitaminas antioxidantes y minerales presentes en frutas y verduras.
Las deficiencias en vitaminas A, C, D, E y B12 se han relacionado con anomalías en la piel, entre las que se encuentran las manchas en la piel.
¿Debo preocuparme?
En la mayoría de los casos, no tienen por qué preocuparte más allá de la estética. No obstante, siempre es importante consultar con un dermatólogo para que revise esas manchas blancas y descartar cualquier enfermedad que las provoque.
También si tras un tratamiento básico de semanas no desaparecen, si aparecen y desaparecen constantemente, si se extienden a otras partes del cuerpo o si causan síntomas como dolor, picor excesivo o incluso ansiedad.
En esos casos es conveniente acudir al médico para que valore si el tratamiento es el adecuado o si son necesarias otras opciones terapéuticas.
Algo de esto debo tener, pero ¿qué puedo hacer?
Evidentemente, el tratamiento para esas manchas blancas dependerá de la causa que las provoca.
Algunas de ellas requerirán tratamientos específicos, normalmente con corticoides, aporte de alguna vitamina que se encuentra deficitaria o un antifúngico en el caso de la pitiriasis versicolor.
Incluso puede ser una buena alternativa el tratamiento con cremas específicas como las que contienen ectoína, ya que esta proteína va a contribuir a evitar los síntomas asociados como el picor, inflamación, enrojecimiento y descamación, si los hubiere.
Pero, en términos generales, la adopción de ciertos hábitos contribuye a que esas manchas blancas que te preocupan puedan prevenirse o que, al menos, remitan enseguida:
- Usa protector solar todos los días, en todo el cuerpo
- Evita la exposición excesiva al sol, así como las cabinas de rayos ultravioleta
- La dermoabrasión junto con tratamientos posteriores con retinol o ácido retinoico puede ayudar a eliminar las capas externas de la piel y favorecer una regeneración celular.
- La hidratación es fundamental y su uso regular contribuye a una piel en perfectas condiciones
- Procura una alimentación variada y equilibrada para garantizar un aporte óptimo de macro y micronutrientes necesarios para la piel.
Sabiendo esto, ¡preocúpate tan solo de evitar las manchas en tu nuevo traje!
BIBLIOGRAFIA
https://www.sefh.es/bibliotecavirtual/fhtomo2/CAP04.pdf
