¿Alguna vez has pensado si existe una relación entre el ciclo menstrual y la cistitis? Es normal que nos surjan dudas sobre esta relación, ¿puede verse afectado? ¿influye la fase del ciclo en la que estemos ante el desarrollo de una cistitis? Vamos a intentar aclarar algunas dudas al respecto.
¿Qué es la cistitis?
Para poder explicar si una cistitis puede alterar el ciclo menstrual, o bien cómo le puede afectar el ciclo menstrual, empezaremos recordando qué es una cistitis.
La cistitis es una infección del tracto urinario que afecta a la vejiga o las vías urinarias inferiores. En la mayoría de los casos, se trata de una infección bacteriana común producida por Escherichia Coli.
La E. coli es una bacteria que está presente de forma natural en el tracto gastrointestinal conviviendo con nuestra microbiota.
La microbiota en condiciones normales evita su sobrecrecimiento y por tanto, evita que se desarrolle la infección. Si se produce un desequilibrio o una alteración del medio, esta bacteria E. coli puede llegar desde el tracto intestinal a la uretra, debido a la proximidad anatómica, y desde ahí ascender hasta la vejiga. Una vez allí, se adhiere a las paredes, lo que provocará inflamación e irritación, y se desarrollarán los síntomas característicos de la cistitis:
- Dolor y escozor al orinar
- Necesidad urgente de orinar o bien orinando poca cantidad
- Orinas turbias o malolientes pudiendo ir acompañadas de sangre.
- Enrojecimiento de las zonas íntimas
- Dolor al tener relaciones sexuales
- Puede aparecer fiebre
Este tipo de infección urinaria es más frecuente en mujeres que en hombres debido a las diferencias anatómicas. La uretra de la mujer es más corta que la de los hombres y eso provoca que las bacterias puedan tener un acceso más rápido desde el exterior hasta la vejiga urinaria.
Esta frecuencia también podría verse aumentada debido a que el ano es un foco bacteriano que está muy cerca de la apertura de la uretra de la mujer, aumentando así la probabilidad de infección. Cerca de la mitad de las mujeres padecen al menos un episodio de cistitis a lo largo de su vida.
Fases del ciclo menstrual
El ciclo menstrual tiene tres fases:
- Folicular (antes de la liberación del óvulo)
- Ovulatoria (liberación del óvulo)
- Lútea (después de la liberación del óvulo)
La menstruación marca el primer día de la fase folicular.
El ciclo menstrual está regulado por la interacción compleja de hormonas: la hormona luteinizante, la hormona foliculoestimulante y las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona).
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¿Puede influir el ciclo menstrual en las probabilidades de contraer una cistitis?
El ciclo menstrual puede tener cierta influencia en las probabilidades de contraer una infección de orina, siendo más frecuente sufrir una cistitis en la fase inicial del ciclo menstrual, es decir, cuando se produce la menstruación.
Las hormonas sexuales femeninas que participan en la regulación del ciclo menstrual son los estrógenos y la progesterona. Estas hormonas a su vez influyen en que el sistema urinario sea más o menos propenso a sufrir una infección.
Las células que revisten las paredes de la uretra femenina responden a los estrógenos y a la progesterona de la misma forma que lo hacen las células vaginales. Además, la mucosidad vaginal, que actúa como una barrera protectora natural contra la proliferación bacterias patógenas, se ve afectada por estas hormonas.
Durante la menstruación, la concentración de estrógenos y progesterona baja considerablemente. Esta bajada de niveles hormonales produce que el ambiente que rodea a las células vaginales y de la uretra se vuelva desfavorable, lo que hace que el sistema defensivo de estas zonas sea más vulnerable y por tanto, aumenta la probabilidad de infecciones. En esta fase del ciclo menstrual, es más fácil que las bacterias que llegan a la uretra y a la vejiga urinaria se adhieran a sus paredes y provoquen una infección.
Además, durante los días de sangrado menstrual existen algunos factores añadidos, como el uso de tampones, el propio sangrado, el contacto prolongado con una superficie húmeda, que pueden provocar irritación en las mucosas vaginales y en la parte externa de la uretra y, por lo tanto, agravar los síntomas de la cistitis.
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¿Puede el ciclo menstrual verse afectado por una cistitis?
El ciclo menstrual puede verse alterado por diversas situaciones como embarazo, lactancia, desequilibrios hormonales, menopausia, infecciones, enfermedades crónicas, estrés, traumatismos, determinados medicamentos…
Si se ha contraído una cistitis, nuestro ciclo menstrual se podría ver afectado.
El padecer una cistitis implica una situación de estrés para el organismo, lo que puede ocasionar una alteración hormonal, y este componente nervioso puede afectar al inicio de la menstruación pudiendo retrasarse o adelantarse o ocasionar menstruaciones irregulares o incluso amenorrea transitoria.
También la existencia de una cistitis puede afectar a determinadas características del sangrado menstrual, en concreto al olor y al aspecto. Si existe un elevado número de bacterias en el tracto urinario pueden producir que la sangre se descomponga, y debido a ello se altere tanto la viscosidad como el olor y el color de la menstruación.
Cómo podemos prevenir la cistitis durante la menstruación
Podemos establecer una serie de hábitos, tanto durante la menstruación como a lo largo del ciclo menstrual, que puedan ayudar a prevenir la aparición de una cistitis, o bien, si ya ha aparecido, se puedan aliviar los síntomas:
- Beber mucha agua, de 1,5 a 2 litros al día. De esta forma conseguiremos aumentar tanto la frecuencia de las micciones como la cantidad de orina y así conseguir eliminar por arrastre las bacterias presentes en la vejiga y uretra.
- Cambiar el tampón o la compresa de forma regular, y mucho mejor si son de algodón en lugar de materiales sintéticos. Puedes probar a utilizar la copa menstrual que está diseñada para minimizar el contacto directo con la sangre disminuyendo de esta manera la posible irritación.
- Una correcta higiene íntima es fundamental. Es muy importante no olvidar que la zona genitourinaria se lava y se seca siempre de adelante hacia atrás. La mayoría de las bacterias que provocan infecciones urinarias provienen de las heces, por lo que hay que evitar el contacto con ellas.
- Es mejor utilizar ropa interior de algodón, así como evitar el uso de prendas muy ajustadas. Las prendas de tejidos naturales favorecen la traspiración y evitan la humedad.
- Evita las duchas vaginales, no te quedes con el bañador mojado mucho tiempo o, en general, evita tener demasiada humedad en la zona.
- Ve al baño a orinar cada vez que lo necesites, no hay que aguantar demasiado las ganas de orinar. El crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en el interior de la vejiga.
- Es muy importante acudir al baño para orinar y así expulsar los posibles agentes infecciosos que puedas tener tras mantener relaciones sexuales.
- Los complementos alimenticios con ingredientes como el arándano rojo americano, probióticos y la D-Manosa pueden ser de gran utilidad pues nos ayudan a prevenir y tratar la cistitis.
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