Celiaquía refractaria: cuando una dieta sin gluten no es suficiente

Tengo la gran suerte de que ningún integrante de mi familia padece la enfermedad celiaca. Y el no tener ningún caso cercano me lleva a dudar cuando me hablan de celiaquía refractaria. ¡Si yo pensaba que cuando se hablaba de celiaquía, se refería a aquellas personas que no pueden comer gluten, sin más!

Sin embargo, hay diferentes tipos de celiaquía y la gravedad también varía. ¡Pues nada! Nos ponemos manos a la obra y “desgranamos” en este artículo todo aquello referente a la celiaquía.

Recordamos qué es la celiaquía

La celiaquía o enfermedad celíaca se debe a una respuesta anómala del sistema inmunitario de un individuo, predispuesto genéticamente a ello, cuando ingiere alimentos que contienen gluten.

La ingesta de ese gluten provoca, insisto, en estos individuos con una predisposición genética, a una grave lesión de la mucosa del intestino, así como una malabsorción de nutrientes.

¿El gluten? ¿qué es el gluten?

El gluten es una familia de proteínas, concretamente prolaminas, que se encuentran, de forma natural, en los granos de cereales como el trigo, la cebada, centeno, triticale, espelta y algunas variedades de avena, incluso híbridos y derivados.

En función del grano, las prolaminas se nombran de manera diferente. Así, por ejemplo, las gluteninas y las gliadinas son las prolaminas que se encuentran en los granos del trigo, las secalinas en el centeno y las hordeinas en la cebada.

Celiaquía refractaria: cuando una dieta sin gluten no es suficiente: alimentos gluten - HeelEspaña

¿Cómo afecta el gluten al paciente celiaco?

La comida que se ha digerido en el estómago pasa al intestino delgado y, a lo largo de los aproximadamente nueve metros de longitud, se van absorbiendo los nutrientes de los alimentos ingeridos.

La mucosa intestinal tiene incontables pliegues, como si fueran pelos (microvellosidades) cuyo objetivo es que la superficie que esté en contacto con el alimento sea mucho mayor para, de esta manera, facilitar la absorción de los nutrientes.

El sistema inmunológico de un paciente celiaco reacciona al gluten ingerido, el cual lo considera como algo que hay que eliminar.

Es el momento en el que las células defensivas de la mucosa intestinal actúan, dando lugar a un estado inflamatorio que daña las células de la mucosa y las vellosidades encargadas de la absorción, las cuales en muchos casos desaparecen, dificultando la absorción.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

La celiaquía no afecta solo al aparato digestivo, tiene diferentes formas de manifestarse, pudiendo afectar a cualquier parte del cuerpo. Desde problemas en la mucosa bucal, alteraciones en el esmalte de los dientes, lesiones en la piel, en las articulaciones, en las glándulas endocrinas y sexuales, problemas renales y en el sistema nervioso dando lugar a alteraciones neurológicas y psiquiátricas.

Los síntomas más habituales van a variar en función de la edad:

  • En la edad infantil predomina la diarrea, la distensión y dolor abdominal, anorexia, vómitos, estreñimiento crónica, atrofia muscular, irritabilidad y tristeza, retraso en el crecimiento, anemia ferropénica y problemas hepáticos
  • En el caso de los adolescentes, pueden ser asintomáticos, aunque suelen manifestar dolor abdominal, hábitos intestinales irregulares, retraso en la menarquia, dolores óseos y articulares, irritabilidad y depresión. Suelen presentar llagas en la boca, esmalte dental alterado, talla baja, menor densidad ósea y debilidad muscular.
  • En cuanto a los adultos, presentan náuseas, dolor estomacal tras la ingesta, alternancia de diarrea y estreñimiento, cansancio, problemas de fertilidad, ansiedad y depresión, menopausia precoz, anemia y problemas de coagulación, osteoporosis y parestesias.

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¿Tienes síntomas de
microbiota alterada?
Celiaquía refractaria: cuando una dieta sin gluten no es suficiente: alterada - HeelEspaña

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¿Sólo hay un tipo de celiaquía?

Es fácil pensar que existen diferentes grados de celiaquía debido a la variedad y gravedad de síntomas que puede manifestar un paciente celiaco, pero no es así. Lo que sí existe es una intensidad en los daños causados en la mucosa intestinal en función de la cantidad de gluten ingerido.

Es evidente, por tanto, que la dieta estricta sin gluten es el único tratamiento eficaz en la mayoría de los casos.

Es tal la importancia de una microbiota equilibrada en un intestino sano que, a esa dieta sin gluten, puede ayudar la incorporación de cepas probióticas específicas como la Bifidobacterium longum ES1, la cual ha demostrado reducir la inflamación y los síntomas asociados en la enfermedad celiaca.
No existe una única enfermedad celiaca. Podemos hablar de los siguientes tipos:

Celiaquía sintomática

Es la más común porque manifiesta síntomas y, por tanto, es la que suele tener un diagnóstico más fácil. Aunque los síntomas son muy variados, como hemos visto, estos pacientes mostrarán unas pruebas serológicos, histológicas y genéticas compatibles con la enfermedad celiaca.

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Celiaquía asintomática o subclínica

En este caso, este tipo de pacientes no manifiestan síntomas perceptibles, pero en su intestino sí se producen lesiones y sus pruebas diagnósticas son positivas.

Precisamente por no manifestar síntomas, tienen que ser muy estrictos a la hora de seguir la dieta sin gluten ya que, bajo ningún concepto, una persona celíaca puede tomar nada de gluten independientemente de la presencia o no de síntomas.

Celiaquía potencial

Dicho de otra manera, serían aquellos individuos potencialmente celíacos. Es decir, no presentan biopsia compatible con enfermedad celiaca, pero, al igual que el resto, tienen predisposición genética.

Sin embargo, tienen una probabilidad de alrededor de un 13% de desarrollar celiaquía. En estos casos, como no es seguro que la desarrollen, la observación es clave.

Celiaquía latente

Es una de las más difíciles de diagnosticar. No presenta síntomas, su biopsia es normal pero su genética es compatible con esta enfermedad. En este caso podemos hablar de dos tipos:

Tipo A

Son aquellos que fueron diagnosticados en la infancia, pero se recuperaron por completo tras iniciar la dieta sin gluten y permanecen sin síntomas con dieta normal.

Tipo B

Sería los que, de inicio, presentan una biopsia normal, pero, posteriormente, desarrollarán la enfermedad.

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Celiaquía refractaria

Es la más habitual en celiacos diagnosticados a partir de los 50 años. Aunque es poco común, está entre los tipos de celiaquía más peligrosos ya que, a pesar de seguir una dieta estricta sin gluten, los síntomas persisten.

Este tipo de celiaquía fue descrita en 1978 por primera vez y se refiere a aquellos pacientes que tienen dañada la mucosa intestinal y presentan procesos diarreicos incluso tras 12 meses con una dieta sin gluten.

Los pacientes que presentan celiaquía refractaria pueden ser primarios, que serían aquellos que no responden de inicio a la dieta sin gluten, o secundaria si después de diagnosticados y tratados con la dieta sin gluten, dejan de responder a ella.
Estos últimos, pueden desarrollar linfoma.

Un grano de trigo no hace granero, pero para un celiaco el daño es severo

BIBLIOGRAFÍA
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/5-celiaca.pdf

Ldo. José Manuel García Raboso
Licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid con la Especialidad de Bioquímica. Siempre ha estado unido al sector farmacéutico y al contacto directo con el cliente, bien en Oficina de Farmacia o en diferentes Laboratorios farmacéuticos como AstraZeneca, Salvat o Lacer.
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