Primero explicaremos qué es la microbiota para, a continuación, hablar sobre cómo se forma la microbiota. El conjunto de microorganismos, sobre todo bacterias, que habitan en nuestro intestino, se conocen como microbiota o flora intestinal.
Se puede decir a día de hoy, y tras numerosos estudios, que la flora intestinal se puede considerar un nuevo «órgano«. En él, podemos encontrar las claves y entender muchos aspectos sobre la digestión, la inmunidad, la obesidad o la alergia, entre otras alteraciones.
Cómo se forma la microbiota: el órgano desconocido
La colonización bacteriana y, por tanto, la formación de la microbiota, comienza con el nacimiento.
El intestino del feto es estéril y es, en el mismo momento del parto, cuando comienza la colonización de bacterias.
Los niños que nacen por vía vaginal ya adquieren sus primeros gérmenes de la vagina de la madre y de la zona perianal. Los que nacen por cesárea adquieren, inicialmente, otro tipo de gérmenes: los existentes en la piel de la madre y de las personas y objetos que entran en contacto con el niño. Por tanto, el tipo de parto nos da una idea de cómo se forma la microbiota.
¿Qué factores afectan a la microbiota?
En la microbiota intestinal existen cambios significativos a lo largo de la vida, entre los que destacamos:
- La lactancia. La más recomendable es la materna, también desde el punto de vista de la microbiota. Con ella, predominan los lactobacilos y las bifidobacterias. Estas bacterias ejercen funciones beneficiosas como la protección del lactante contra una serie de enfermedades como la diarrea.
- La dieta. Sobre los 3 años de vida ya se ha introducido una dieta sólida variada. Por tanto, la microbiota del niño está prácticamente conformada.
- Los tratamientos médicos. El uso de antibióticos o antiinfalmatorios puede afectar a la población de bacterias que habitan en el medio digestivo.
- La edad. Los mayores cambios de la microbiota ocurren en los extremos de la vida: en los niños y en los ancianos. En el adulto mayor, la proporción de bacterias cambia: disminuyen las bifidobacterias y aumentan otras especies patógenas.
- Factores genéticos. Se ha comprobado que los gemelos tienen microbiotas parecidas a pesar de que no se hayan criado juntos.
- El estrés
- Hábitos de vida. Existe una relación entre el exceso de limpieza, la falta de contacto con bacterias habituales y la disminución de infecciones agudas banales en la infancia, y la mayor predisposición a sufrir alergias.
Por tanto ya sabemos cómo se forma la microbiota y es en el momento del parto. Posteriormente, a lo largo de la vida, va cambiando dependiendo de diferentes factores como pueden ser el estrés o los hábitos de vida.