Las mucosidades, las flemas o los mocos sirven como obstáculo al paso de sustancias extrañas. Concretamente, en las vías respiratorias, las secreciones son fundamentales y cumplen una importante función, que es la de evitar el paso de partículas extrañas hasta las zonas bajas, como los bronquios.
Pero los mocos y flemas se suelen incrementar cuando padecemos inflamación de las vías respiratorias y la nariz. Normalmente, cuando tenemos más mocos es porque nos hemos resfriado. Hay otras causas y dependiendo de la causa, el color de la flema puede variar.
Factores que afectan a la consistencia y color de las flemas
Como hemos comentado, son varias las causas que pueden provocar variaciones en la consistencia y en el color de la flema, en el que profundizaremos después.
El resfriado y la gripe son infecciones respiratorias que provocan un incremento, tanto de los mocos y flemas por la mañana, como de su expulsión, que es continua. En concreto, el resfriado es una enfermedad leve provocada por virus. Los principales síntomas son los mocos, nariz tapada, dolor de garganta y de cabeza, tos, ojos llorosos. Suele empezar por la nariz y por la garganta, y después puede bajar a los bronquios. Al cabo de unos días se cura sin tratamiento.
Se pueden tener entre 2 y 5 resfriados por año. Los niños pequeños pueden tener más.
Por su parte, la gripe, que también es una enfermedad causada por virus, suele aparecer como epidemia en invierno, coincidiendo con los meses de frío. Empieza de golpe, con fiebre alta (39º-40º C), dolores musculares, dolor de cabeza y de garganta, malestar general, nariz tapada y tos seca. Puede provocar diarreas, náuseas y vómitos, sobre todo en los niños.
La rinitis, tanto alérgica como no alérgica, también provoca un aumento en la consistencia de las flemas en la garganta, además de otros síntomas como estornudos, rinorrea o prurito.
Pero también puede aumentar la consistencia de las flemas y una mayor expectoración otras enfermedades como las neumonías, provocadas por bacterias y en las que se requiere tratamiento con antibióticos y las bronquitis o bronquitis agudas, de origen vírico.
Colores de flemas y significado
El color de la flema nos puede dar una pista sobre la naturaleza de la patología y ayudar a diagnosticar la causa.
Los colores que pueden presentar las flemas son:
Transparente
Es el color normal. Generalmente no indica patología. Pero, si es muy abundante, puede estar relacionado con rinitis alérgicas o resfriados.
Con hilos de sangre
Puede deberse a una irritación de la mucosa faríngea, como ocurre cuando la tos es muy persistente o como consecuencia de una hemorragia nasal. Cuando son estas las causas, suele ser una expectoración amarillenta o verdosa con hilillos de sangre.
Rojo (Hemoptisis)
Cuando la sangre es más abundante, puede deberse a neumonías, tuberculosis o cáncer de pulmón.
Negro
Es el color de la flema menos frecuente. Puede ocurrir tras inhalar humo de un incendio o en trabajadores de minería del carbón. También, tras respirar en lugares con elevada contaminación ambiental.
Rosado
Alerta sobre la posible existencia de insuficiencia cardíaca.
Verde
Indica que hay una infección y que el sistema inmunológico está actuando. La mucosidad verde, , significa que existen bacterias en la mucosidad, pero eso no quiere decir que haya necesidad de tomar antibióticos. Este color es muy típico cuando se padece sinusitis, amigdalitis y bronquitis. Todas ellas, patologías cuyo comienzo suele ser de origen vírico pero que posteriormente pueden sobreinfectarse con bacterias.
Consejos para expulsar las flemas
La mejor forma de eliminar los mocos es la tos. Es un mecanismo de defensa diseñado para eliminar cuerpos extraños o agentes patógenos que pueden dañar las vías respiratorias. Para el tratamiento de la producción excesiva de moco existen dos tipos de medicamentos: Los expectorantes y los mucolíticos.
Pero lo más importante es la prevención de las infecciones para evitar las flemas. Para ello:
- Puede ser recomendable el uso de analgésicos o antitérmicos si hubiera dolor o fiebre alta.
- Hidratación adecuada con agua, leche, caldos o zumos.
- Se puede limpiar la mucosidad de la nariz con suero fisiológico.
- Ten la cabeza más elevada a la hora de dormir.
- Evita irritantes como el polvo o el humo.
Mucolíticos y expectorantes
Los expectorantes se utilizan para facilitar la eliminación del moco. Por su parte, el mucolítico disminuye la consistencia de las flemas, facilitando así su expulsión.
Un expectorante es un fármaco que tiene la propiedad de provocar o promover la expulsión de los mocos acumulados. Son el tratamiento de elección para la tos productiva, es decir, la que se acompaña con mocos. Entre ellos están: aceites esenciales, vapor de agua, bálsamos, guaifenesina, etc.
El mucolítico trata de disminuir la viscosidad del moco haciéndolo más fluido. La mayor parte se presenta en jarabes, pero también existen otras formas de presentación como las ampollas para usar en aerosol.
No se deben utilizar en menores de dos años por su falta de seguridad. Tienen pocos efectos adversos en mayores de 2 años.
Alimentos que ayudan a la expulsión de flemas
Existen alimentos que resultan útiles para calmar los síntomas de la tos o la dificultad para respirar provocados por los mocos. Son aquellos, sobre todo, que fortalecen el sistema inmune y que nos ayudan a mantener fuertes nuestras defensas.
Las verduras, en general, tienen grandes cualidades que nos permitirán expulsar las flemas. Las mejores, en este sentido, son las cebollas, el puerro, el apio o la coliflor.
El limón o la naranja son frutas que son una gran fuente de vitamina C y ricas en antioxidantes, que te ayudarán a limpiar tu organismo de virus y disminuirán la inflamación.
Toma mucha piña que, gracias a su contenido en bromelina, conseguirás aliviar los síntomas de bronquitis.
Pero para fortalecer nuestro sistema inmune y evitar infecciones, es fundamental el aporte de micronutrientes como la vitamina A, ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12, vitamina C, vitamina E, vitamina D, hierro, zinc, magnesio, cobre y selenio, que ejercen efectos inmunomoduladores.
Referencias:
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-farmacoterapia-mucolitico-expectorante-13057200
https://www.sefac.org/system/files/2022-09/SEF_Ficha%20IndicaPro_Rinitis_2021_SMC.pdf