Proteger nuestros ojos de la contaminación atmosférica es fundamental para mantener una buena salud visual. El humo de los automóviles o ciertos compuestos químicos son algunos de los agentes que pueden afectar a nuestros ojos. Es importante reducir la exposición a estos contaminantes porque son varias las enfermedades oculares relacionadas con la contaminación ambiental. Entre estas, destacamos el síndrome del ojo seco.
Por qué los contaminantes ambientales provocan irritación ocular
Los contaminantes ambientales como el polvo, el humo, los productos químicos o los alérgenos pueden irritar los ojos debido a su capacidad para desencadenar una respuesta inflamatoria. Estas sustancias irritantes pueden entrar en contacto directo con los ojos a través del aire, o pueden causar una reacción alérgica en personas sensibles.
Cuando los ojos entran en contacto con estos contaminantes, los vasos sanguíneos en el tejido ocular se dilatan y pueden provocar sequedad ocular ya que pueden interferir con la producción de lágrimas o acelerar su evaporación. Y todo esto también puede provocar irritación.
Síntomas del ojo irritado
Los síntomas de la irritación ocular pueden variar, pero alguno de los más comunes son los siguientes:
- Enrojecimiento y/o inflamación
- Picor y ardor
- Lagrimeo excesivo o, por el contrario, sequedad ocular
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño en el ojo
- Visión borrosa
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Cambios en la secreción del ojo (más o menos lágrimas).
El humo de los automóviles y sus efectos en la salud visual
La exposición al humo de los coches puede tener efectos negativos en nuestros ojos. Este tipo de contaminación atmosférica emite partículas finas y gases tóxicos que pueden irritar y dañar los ojos. Estas partículas pueden penetrar en el tejido ocular y causar irritación, sequedad e, incluso, infecciones.
Además, los gases tóxicos presentes en el humo de los vehículos pueden contribuir al desarrollo de enfermedades oculares como la conjuntivitis y el ojo seco.
Compuestos químicos: cómo afectan a nuestros ojos
Estas sustancias, como los gases tóxicos y las partículas suspendidas en el aire, pueden causar irritación y daño en la superficie ocular y provocar enrojecimiento, picor o ardor. Otros compuestos químicos son los vapores de pintura o los disolventes industriales, que también pueden ser dañinos para la salud visual.
Polen y alergias: cómo proteger tus ojos durante la temporada
La primavera es época de polen y alergias es muy normal padecer irritación ocular. La alergia al polen puede afectar los ojos de diferentes maneras. Cuando se está expuesto al polen, el sistema inmunológico de algunas personas reacciona de manera exagerada, liberando histamina y otros mediadores que son los responsables de los síntomas alérgicos.
Algunos de los efectos de la alergia al polen en los ojos pueden incluir:
- Conjuntivitis alérgica. Es la afección más común y se caracteriza por enrojecimiento, picor, ardor, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño en los ojos.
- Ojos rojos y llorosos. El contacto con el polen puede provocar irritación en los ojos, causando enrojecimiento y lagrimeo excesivo.
- Picor. Una sensación intensa de picor en los ojos puede ser uno de los síntomas más molestos de la alergia al polen.
- Hinchazón. Algunas personas pueden experimentar hinchazón en los párpados y alrededor de los ojos.
- Visión borrosa. En casos más severos, la alergia al polen puede afectar temporalmente la visión, dificultando el enfoque adecuado de los ojos.
Consejos prácticos para proteger tus ojos de los contaminantes ambientales
Si quieres reducir la exposición y proteger tus ojos de la contaminación atmosférica para evitar así la sensación de ojo irritado o el síndrome del ojo seco, estos son algunos consejos prácticos que puedes seguir:
- Intenta evitar salir a la calle durante las horas de mayor contaminación, como en los momentos de mucho tráfico.
- Utiliza gafas de sol con filtro UV para proteger tus ojos de los rayos nocivos del sol y de los agentes contaminantes. Las gafas de sol actúan como una barrera física que filtra los rayos ultravioleta y bloquea las partículas contaminantes, evitando que lleguen a nuestros ojos. Al usar gafas de sol de buena calidad, con lentes adecuadas y certificadas, podremos reducir significativamente la exposición a estos agentes nocivos.
- Es importante mantener una buena higiene ocular, lavándote las manos antes de tocar tus ojos y evita frotarlos con frecuencia.
- Mantén tu hogar limpio y bien ventilado para reducir la presencia de alérgenos y contaminantes en el ambiente.
- Es muy recomendable mantener tus ojos hidratados para prevenir, entre otros, el síndrome del ojo seco, parpadeando con frecuencia.
- Si es necesario, utiliza sprays oculares que contengan sustancias naturales como la lecitina o el aloe vera que te proporcionarán alivio para el enrojecimiento y el ojo irritado, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.
Otras enfermedades oculares que provoca la contaminación ambiental
La contaminación ambiental puede tener efectos negativos en la salud ocular, ya que puede provocar diversas enfermedades oculares.
Una de ellas es la conjuntivitis, una inflamación de la conjuntiva que puede ser causada por la exposición a sustancias tóxicas en el aire.
También se ha observado que la contaminación atmosférica puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, una opacidad en el cristalino del ojo que afecta la visión.
La exposición prolongada a agentes contaminantes puede contribuir al desarrollo de degeneración macular, una enfermedad que afecta a la mácula, que es la parte más importante de la retina, y que puede causar pérdida de visión central.
Referencias:
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-papel-del-farmaceutico-ante-irritacion-13033515
www.scielo.org.mx/pdf/facmed/v64n5/2448-4865-facmed-64-05-46.pdf
