Si hace tiempo estás experimentando una sensación de cansancio en las piernas, las sientes más pesadas e hinchadas y estás más fatigada, es muy probable que tu microcirculación se encuentre afectada.
Si tienes estos síntomas, no tienes un correcto flujo de sangre y es probable que padezcas de insuficiencia venosa crónica. Pero hay soluciones que te pueden ayudar a mejorar esta pesadez en las piernas.
Qué es la microcirculación
La microcirculación es un proceso circulatorio que tiene lugar en las estructuras internas de los capilares sanguíneos.
Gracias a ella, se transportan los nutrientes por el torrente sanguíneo hacia los diferentes órganos y tejidos y se eliminan los deshechos.
El mal funcionamiento de esta microcirculación tiene ciertas consecuencias en el organismo, entre las que se encuentran afecciones de la piel, alteraciones en el estado anímico, cansancio frecuente, mareos, náuseas o irritabilidad.
Pero, también, influye mucho en nuestra circulación sanguínea, pudiendo tener las extremidades frías o padecer de varices y pesadez en las piernas. Y en esta cuestión, la que tiene que ver con la circulación sanguínea, nos centraremos.
Por qué tengo mala circulación sanguínea
Existen muchas razones que reducen la microcirculación y la circulación sanguínea de las piernas que están relacionadas con una enfermedad denominada insuficiencia Venosa Crónica (IVC). Esta enfermedad está provocada por el mal funcionamiento de las válvulas venosas que participan en el retorno de la sangre desde las extremidades inferiores al corazón.
Es una enfermedad vascular muy frecuente y afecta entre el 20 y el 30% de la población, aunque es cinco veces más frecuente en la mujer.
No hay una sola causa de la enfermedad. Existen ciertos factores que aumentan el riesgo de padecerla:
- Genéticos. Se incrementa la posibilidad estadísticamente de padecer varices cuando el padre y la madre están afectados.
- La edad. Es el principal factor de riesgo. La edad condiciona una pérdida del tono de la pared de la vena que dificulta la coaptación de las válvulas.
- El sexo. Es más frecuente en la mujer que en el hombre por razones hormonales. Es muy frecuente que en la mujer aparezcan los primeros signos durante el embarazo o durante la toma de anticonceptivos orales. En ambos casos existe una razón hormonal, pero además, durante el embarazo existe una razón mecánica, pues el crecimiento del útero dificulta el drenaje de las venas de las piernas hacia la región pélvica.
- Sobrepeso. Un mayor peso corporal ejerce más presión en las venas de las piernas y, por tanto, favorece la aparición de la enfermedad venosa crónica.
- Sedentarismo. La falta de ejercicio influye mucho y las personas con mucha inactividad son más propensas a padecer varices.
- Ámbito laboral. Aquellas profesiones en las que se tiene que pasar muchas horas de pie o sentado dificultan la microcirculación y la circulación sanguínea.
- Temperatura ambiente. El calor no favorece el retorno venoso y amplifica tanto los síntomas como las consecuencias de la enfermedad.
Síntomas más comunes
En las primeras fases de la enfermedad, el paciente suele sentir dolor, hormigueo, pesadez y cansancio. Cuando progresa la enfermedad, es cuando pueden aparecer los calambres nocturnos o, incluso, el síntoma de piernas inquietas, además de tener la sensación de calor en las piernas y edemas.
Se pueden apreciar a través de la piel las telangiectasias en un primer momento y las varices en fases más avanzadas.
Pero para evitar que la enfermedad vaya complicándose y que aparezcan eccemas o hiperpigmentación e, incluso, problemas más serios como la tromboflebitis o trombosis venosa profunda, lo más recomendable es seguir una serie de recomendaciones.
Cómo mejorar la microcirculación
Cuando se trata de mejorar la microcirculación y, en general, la circulación venosa, destaca la modificación de los hábitos alimenticios y del estilo de vida, aspectos clave a la hora de evitar las molestias y trastornos asociados a la mala circulación sanguínea. Destacamos:
- Controlar el peso y evita el estreñimiento. Sigue una dieta sana y equilibrada que incluya alimentos que te aporten fibra.
- Ejercicio físico. Con su práctica vas a conseguir estimular el retorno venoso y que la función de la bomba muscular funcione adecuadamente. Deportes como la natación o la bicicleta te resultarán muy útil. Pero un ejercicio fácil de practicar es caminar. Hazlo, al menos, 30 minutos todos los días y conseguirás activar la microcirculación.
- Reduce el consumo de sal para retener menos líquidos. Las dietas ricas en sal favorecen el aumento de la presión intravenosa.
Otras medidas
- Eleva las piernas a la hora de dormir unos 20 o 25 centímetros. Puedes ayudarte de una almohada y con ello conseguirás reducir la sintomatología y la hinchazón. Procura elevar las piernas sobre el nivel del corazón durante 15 o 20 minutos varias veces al día para mejorar la sintomatología.
- Mantén una buena higiene e hidratación de la piel. Debes evitar las grietas en la piel y mantenerla elástica y así activar la circulación sanguínea.
- Realiza masajes suaves que sigan el trayecto de la circulación sanguínea, favoreciendo la circulación de retorno y el drenaje. Es muy interesante realizar estos masajes utilizando cremas que no resequen la piel, tengan una textura agradable que permita realizar perfectamente el masaje ascendente y, además, proporcionen una sensación de frescor que alivie los calambres, el dolor o la pesadez. Por todo ello, el tratamiento tópico debe incluir extractos de plantas ricas en flavonoides.
- Evita la ropa demasiado ajustada, que dificultan el retorno venoso. Además, es muy útil que uses calzado cómodo y fresco. Olvídate de los tacones excesivamente altos. Uno de 3 centímetros de altura es lo más adecuado.
¿Existe tratamiento farmacológico?
Los principios activos más utilizados y con mayor evidencia científica son los flavonoides, que están presentes en plantas como la vid roja, el castaño de indias, el rusco o la centella asiática, entre otros.
Tienen un efecto flebotónico, es decir, que consiguen aumentar el tono vascular, disminuir la fragilidad capilar y mejorar los síntomas asociados a la enfermedad venosa crónica.
Referencias
https://residenciamflapaz.com/Articulos%20Residencia%2017/134%20enfermedad%20venosa%20cronica.pdf
