Pesadez, dolor de piernas, hinchazón, cansancio, calambres musculares o varices son síntomas que conocen muy bien aquellas personas que padecen insuficiencia venosa crónica. Por ello, aliviarlos y prevenirlos es muy importante.
Existen plantas medicinales, como la centella asiática, que mejoran la circulación sanguínea.
Más datos sobre la centella asiática
Nativa del sur de Asia, la centella asiática crece en lugares húmedos o pantanosos de Madagascar, la India, Sri Lanka y China.
Pero también se puede encontrar en algunos lugares de Sudáfrica y Sudamérica, como en México, donde la planta se cuece con agua y se toma como un té para mejorar la circulación venosa.
Las partes de esta planta que se utilizan son principalmente y que albergan sus principales propiedades son: las hojas, los tallos y, ocasionalmente, la raíz.
Usos de la centella asiática
Es una planta con propiedades especialmente interesante para el organismo. Es decir, no actúa sobre un órgano específico sino sobre todo el organismo.
De ahí, las utilidades de la centella asiática como la mejora de las funciones cognitivas, ya que consigue mejorar la memoria y la concentración, el alivio de ciertos trastornos ginecológicos, la cicatrización de la piel o la restauración de las mucosas bucales.
No son los únicos beneficios que ofrece al organismo. Podemos hablar de que optimiza la permeabilidad capilar e incluso, se emplea para tratar eccemas y dermatitis atópica.
Y, en esta ocasión, nos vamos a centrar en su uso como tonificante circulatorio.
La centella asiática sirve para tonificar las venas y se usa como tratamiento natural para atender la flebitis, las varices y las hemorroides, en combinación con otras plantas.
Mejora la circulación sanguínea: Una de las propiedades de la centella asiática
Investigaciones hechas con esta planta han demostrado que es útil para tratar la insuficiencia venosa crónica.
Esta planta posee un efecto vasoconstrictor, lo que la convierte en un buen remedio para mejorar la circulación de la sangre y mejorar así, el estado de las piernas.
Se debe a la mejora de la elasticidad de las paredes de los vasos, siendo útil en el tratamiento de patologías venosas.
Por tanto, se puede decir que es una planta muy usada en trastornos circulatorios como venotónico para las varices, la insuficiencia venosa, la flebitis o la microangiopatía diabética.
Por ello, cada vez es más frecuente encontrar presentaciones en forma de cremas o geles en cuya composición encontramos centella asiática, porque es una planta rica en flavonoides que produce un alivio rápido de las molestias asociadas a los trastornos del retorno venoso.
Fitoterapia para el tratamiento de la insuficiencia venosa
No solo la centella asiática ayuda a combatir los síntomas de la insuficiencia venosa.
Existen otras plantas medicinales que pueden jugar un papel muy importante tanto en la prevención como en el tratamiento de esta patología.
Podemos destacar algunas cremas, de las más utilizadas, que contienen vid roja, el castaño de indias o el rusco.
- Vid roja. Se ha demostrado que el extracto de hoja de vid roja tiene una acción sobre la permeabilidad de las paredes de los capilares sanguíneos. La vid roja tiene, además, un marcado efecto antioxidante.
- Castaño de indias. De esta planta se utiliza las semillas y la corteza. Su uso está establecido por la Agencia Europea del Medicamento, para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica que cursa con piernas hinchadas, pesadez, dolor, cansancio y calambres.
- El rusco. El extracto de rusco tonifica el endotelio vascular y tiene un efecto venotónico.
Cambios saludables en el estilo de vida
Por supuesto, hay que modificar ciertas conductas en el día a día que perjudican la buena circulación. Entre estas destacamos:
- Mueve las piernas. Es muy recomendable caminar al menos media hora al día, monta en bicicleta, baila, nada, sube escaleras. En definitiva, actívate.
- Prepárate duchas y baños de agua fría de 10 – 20 segundos en cada pierna para que el frío contraiga las venas, activa el retorno venoso y alivia la pesadez y el dolor.
- Usa zapato cómodo y de tacón bajo. Y mejor si el calzado es ancho y cerrado.
- No cruces las piernas y descansa elevándolas varias veces al día entre 10 y 20 minutos.
- Aprovecha cualquier situación para ejercitar los dedos de los pies o mover los tobillos en círculo. Haz esto, sobre todo, si tienes que permanecer mucho tiempo sentado
- Masajea tus piernas empezando por el tobillo y subiendo hacia las rodillas.
- Si tus síntomas son muy avanzados, utiliza medias de compresión si vas a estar mucho tiempo de pie o sentado, para evitar la aparición o el avance de las temidas varices.
- Intenta mantener las piernas en alto. Incluso, al dormir, eleva tus pies unos 10 o 20 centímetros y haz que descansen sobre una almohada. Procura que tus piernas estén por encima del corazón.
- Controla tu peso. Si te sobran unos kilos, esfuérzate por perderlos. Tus piernas te lo agradecerán.
Y olvídate de…
Hay ciertos factores que agravan la mala circulación y que puedes evitar:
- El sedentarismo. El movimiento muscular es necesario para impulsar la sangre por las venas. Permanecer mucho tiempo de pie, dificulta el retorno de la sangre y aumenta la presión dentro de los vasos sanguíneos. Si la persona tiene que permanecer en estas posturas mucho tiempo, por ejemplo, por su actividad laboral, es necesario que haga descansos y cambios posturales a menudo.
- El sobrepeso. El aumento del tejido adiposo en las piernas anula la eficacia de la bomba muscular.
- El estreñimiento. Puede provocar un aumento de la presión abdominal.
Referencias
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-centella-asiatica-una-planta-con-13139754
https://www.fitoterapia.net/php/descargar_documento.php?id=4532&doc_r=sn&num_volumen=22&secc_volumen=5959