¿Quieres cuidar tu circulación? Sal a caminar

Caminar nos va a ayudar a favorecer la circulación de retorno. Pero, todavía más, si padecemos insuficiencia venosa crónica o cualquiera de sus síntomas.

Cómo funciona nuestro sistema circulatorio

Como todos sabemos, nuestro sistema circulatorio está formado por venas y arterias. Las arterias son las encargadas de llevar los nutrientes a todas las células de cuerpo y las venas retornan la sangre al corazón.

Hay una parte del cuerpo que, debido al efecto de la gravedad, este retorno es más difícil. Esta parte del cuerpo son las piernas. Para que la sangre venza la fuerza de la gravedad y vuelva al corazón, el cuerpo posee dos sistemas que se complementan el uno con el otro. El primero consiste en unas válvulas situadas en las paredes de las venas y el segundo es la llamada bomba muscular.

Las válvulas de las venas tienen la función de hacer que la sangre fluya en una sola dirección, en sentido ascendente hacia el corazón. Estas válvulas situadas en las paredes se abren dejando que la sangre suba, pero cuando se cierran impiden que la sangre baje debido a la gravedad.

La bomba muscular facilita esta actividad ya que es lo que activa la apertura y cierre de estas válvulas. La bomba muscular cosiste en la contracción de músculos. Cuando los músculos se contraen bombean la sangre hacia arriba por las venas y por lo tanto las válvulas se abren.

Cuando el músculo se relaja, las válvulas se cierran, impidiendo que la sangre fluya hacia abajo por la gravedad.

Insuficiencia venosa crónica

Si llevamos una vida sedentaria, o debido trabajamos mucho tiempo sentados o de pie, la bomba muscular no se activa y, por lo tanto, no contribuye al retorno venoso. Por eso es tan importante mantener una cierta actividad y movernos un poco cada cierto tiempo.

Además, esto se puede agravar si tenemos una patología denominada Insuficiencia Venosa Crónica. En ella estas válvulas de retorno que tenemos en las paredes de las venas no funcionan correctamente provocando los síntomas típicos de esta enfermedad como son hinchazón, pesadez en las piernas, dolor, sensación de hormigueo o calambres.

En estadios más avanzados los síntomas se hacen más visibles apareciendo las llamadas varices.

¿Caminar nos puede ayudar a mantener una buena circulación?

Como se suele decir: ¡Quien mueve las piernas, mueve el corazón!

Aunque los trastornos circulatorios pueden presentarse a cualquier edad, por lo general, son más frecuentes en mujeres de más de 40 años. Un factor determinante es la forma de vida, sobre todo los hábitos sedentarios.

Caminar un poco cada día nos ayudará ya que, al andar, la bomba muscular de las piernas se pone en funcionamiento y permite que la sangre retorne al corazón, actuando junto con las válvulas que hay en el interior de las venas.

Pero el caminar no es solo bueno para la circulación de retorno. Nos va a ayudar a controlar el peso, ayudándonos así a evitar el sobrepeso.

Además, es una actividad muy agradable, es una actividad relajante. Con ella disminuiremos el estrés y, por lo tanto, disminuirá el riesgo de hipertensión. En resumen, contribuirá a nuestro bienestar general.

Evita la vida sedentaria

Para mejorar la circulación basta con dedicar 30 minutos al día a la actividad física. Con caminar unos minutos al día a paso rápido favorecerás el flujo sanguíneo.

Los músculos que se ejercitan al caminar ayudan al flujo sanguíneo y, también, fortalecer los vasos. También la natación, montar en bici o bailar son buenas alternativas para favorecer el retorno de la sangre hacia el corazón.

Cuando estemos sentados, es muy conveniente hacer ejercicios de flexo-tensión de los tobillos. De esta forma activaremos la circulación cuando estemos en reposo.

Además, y como no podía ser de otra manera, la alimentación juega un papel muy importante. Hay que tener una alimentación saludable.

Para ello podremos incluir en ella el consumo de ciertos alimentos que contribuyan a estimular la circulación. Estos pueden ser alimentos ricos en fibra, antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados, como son pescado azul y vegetales de hojas verdes. Alimentos ricos en antioxidantes son los arándanos, los frutos secos o el ajo, entre otros muchos.

También es muy importante tener una buena hidratación y evitar el consumo excesivo de sal.

Otros factores que te ayudarán a mejorar la circulación

Otras medidas que te ayudarán a mejorar la circulación de las piernas es evitar el uso de prendas de ropa que nos aprieten. Es conveniente utilizar prendas cómodas. Lo mismo ocurre con el calzado. Este debe ser calzado cómodo y transpirable.

También podemos cuidar la circulación de nuestras piernas con medicamentos formulados con extractos naturales vegetales. Estos consiguen disminuir la sensación de piernas cansadas. Podemos darnos masajes con geles específicos para este tipo de síntomas.

Es conveniente dando los masajes de forma ascendente en las piernas, desde los tobillos hacia los muslos al final del día. De este modo estimularás un correcto flujo sanguíneo, dejando una sensación refrescante.

Con una dieta adecuada y un paseo todos los días contribuiremos a tener una buena circulación.

Referencias
• https://farmalastic.cinfa.com/blog/quieres-cuidar-tu-circulacion-pues-anda-anda-y-anda
• https://mejorconsalud.as.com/los-6-mejores-ejercicios-para-estimular-la-circulacion-de-las-piernas/
• https://www.cuidatusvenas.org/la-asociacion-activatt-y-la-salud-venosa-en-el-trabajo/