7 causas del dolor de rodilla, ¿por qué nos duele?

Este fin de semana se celebra, durante las fiestas del pueblo de mi mujer, el tradicional partido de fútbol entre casados y solteros. Para muchos de los participantes es la primera vez que ejercitan su cuerpo en todo el año. Es muy interesante o, mejor dicho, muy poco atractivo comprobar los estragos que los excesos cometen en algunos cuerpos y, digo cuerpos, porque hoy me he levantado sensible. Sobre todo, en el equipo de casados. ¡Míralos! Si parecen cetáceos hacinados en un puerto de mar.

Y no quiero hablar del “overbooking” que se produce en la sala de curas, a partir del comienzo de la segunda parte, de padres aullando por un insoportable dolor de rodilla. ¡Faltan asistencias y camillas para tanto lesionado!

Lo primero que preguntan a los “deportistas de élite” ingresados, aunque no tengan ninguna duda, es ¿dolor de rodilla? Causas y lo que los del equipo de casados, con heridas de guerra, ruegan al enfermero es “cómo quitar el dolor de rodilla”.

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¿Qué causa el dolor de rodilla?

La rodilla es la articulación sinovial más grande del cuerpo. Una articulación sinovial es la unión que se establece entre huesos que poseen superficies articulares, las cuales, tienen la particularidad de que en su interior se encuentra una sustancia viscosa, llamada líquido sinovial, que permite el deslizamiento adecuado y evita el roce entre esos componentes articulares.

La rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano, aunque esté formada por solo dos articulaciones:

  • La articulación tibiofemoral, es la principal, está formada por la tibia y el fémur con dos compartimentos.
  • La articulación patelofemoral que está formada por la rótula o patela y el fémur, la cual se encuentra en un tercer compartimento.

Estas articulaciones permiten movimientos de flexión y extensión, así como una leve rotación en los momentos finales de la flexión y extensión y una rotación lateral.

Entre las articulaciones descritas se dispone una especie de almohadilla de cartílago, el conocido menisco, el cual, proporciona una superficie deslizante y contribuye a distribuir la carga del peso del cuerpo de manera uniforme.

El líquido sinovial es denso, espeso y muy viscoso. Se encarga de lubricar nuestras rodillas.

Asimismo, los huesos de la rodilla están unidos, entre sí, por ligamentos, tendones, músculos que ayudan a estabilizar la articulación.

Por tanto, en la rodilla intervienen mucho elementos lo que la convierten, probablemente, en la articulación que está sometida a mayor estrés y, como consecuencia, puede ser una de las articulaciones que sufren más problemas inflamatorios y degenerativos. Esto se debe a que soportan todo el peso de nuestro cuerpo y nos permite movernos.

El dolor de rodilla es el dolor que se produce no solo en la articulación de la rodilla sino en estructuras osteomusculares cercanas.

A ese dolor o molestia de rodilla le pueden acompañar otros signos y síntomas como:

  • Inestabilidad y debilidad en la rodilla
  • Chasquidos o crujidos en la rodilla
  • Hinchazón de la rodilla
  • Enrojecimiento
  • Rigidez de la articulación de la rodilla

La inflamación en la rodilla afectada es un síntoma muy común en todo este tipo de dolencias óseas y musculares.

Factores que aceleran el desgaste de las rodillas

A medida que cumplimos años se agravan diferentes molestias entre las que se encuentra, en el primer puesto, el dolor de rodilla. Se debe al desgaste progresivo que van sufriendo las articulaciones, a lo que se añaden además la aparición de otras patologías relacionadas con la edad. Sin embargo, cada vez hay más jóvenes que se quejan.

Entre los factores que aceleran el desgaste tenemos:

Deportes intensos
La práctica de determinados actividades deportivas, no solo traen consigo las clásicas piernas cansadas después de hacer deporte, sino también el riesgo de fractura o el desgaste de las articulaciones de la rodilla.

Enfermedades reumáticas
La artritis reumatoide, en fases avanzadas, llega a destruir la articulación lo que hace necesario, en algunos casos, una prótesis.

Obesidad
En estos casos intervienen dos factores: la sobrecarga del exceso de kilos y la alteración de los parámetros hormonales que contribuyen al desgaste e inflamación del cartílago.

Tabaquismo
Cualquier factor que, de lugar a un aumento de las posibilidades de sufrir un infarto, también incrementan el desgaste de las articulaciones.

Diabetes, colesterol…
Al igual que el tabaco, implican riesgo cardiovascular lo que influye en el desgaste de las articulaciones.

Esfuerzos inadecuados
Si de manera continuada, se realizan movimientos o posturas que impliquen excesiva sobrecarga en las rodillas.

Artrosis
Es la causa más común de desgaste. Es cuestión de edad ya que la mayoría de las articulaciones, con el paso del tiempo, acaban sufriendo problemas.

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Factores hereditarios u otras causas
Trastornos en el desarrollo o una infección que afecte a la articulación pueden ser motivo para una patología que implique el desgaste de las rodillas.

Ciertos medicamentos
Los corticoides son un ejemplo de medicamentos que, usado de manera prolongada pueden dar lugar a problemas de osteoporosis que afecten a las articulaciones de la rodilla.

El “abuso” de la articulación
El running está de moda, son muchos los que lo practican y, más allá de los posibles tirones musculares debidos al sobreesfuerzo, es uno de los deportes que castigan más las articulaciones por el continuo impacto sobre el suelo.

Tipos de dolor de rodilla

Las molestias pueden presentarse de forma aguda o aparecer de modo progresivo por el sobreuso de la articulación.

Dolor agudo de rodilla

Una lesión o un golpe directo sobre la rodilla suele ser la causa más frecuente. Una caída, una postura forzada, un giro brusco, bien trabajando o realizando algún deporte, pueden ser los motivos de este tipo de dolor.

Hinchazón en la zona afectada junto con un hematoma, suelen ser los síntomas que acompañan a ese dolor debido, seguramente, al derrame del líquido sinovial en su interior. A veces, también suele ir acompañado de hormigueo o sensación de adormecimiento, debilidad muscular y cambios en la coloración que puede estar relacionado con el daño de algún nervio.

Las causas más frecuentes de dolor agudo de rodilla son:

  • Distensión o rotura de los ligamentos o tendones de la rodilla

Ligamento externo, ligamento interno o los dos ligamentos cruzados; cualquiera de ellos como consecuencia de un golpe o giro brusco pueden verse afectados

  • Lesiones del menisco

El menisco se encarga de absorber los impactos que se producen al caminar, correr o saltar. Puede romperse o desgarrarse y dar lugar a dolor agudo

  • Fracturas de huesos

La tibia, el peroné o el fémur, si se fracturan, desestabilizarán la rodilla dando lugar a fuertes dolores

Dolor crónico de rodilla

  • Dolor por “sobreuso”

Los movimientos repetitivos sobrecargan la rodilla dando lugar a un daño mantenido en la articulación

  • Lesiones musculares

Las lesiones en los músculos que se encargan del movimiento de la rodilla harán que la rodilla se vuelva inestable

  • Bursitis

La inflamación de la bursa, es decir, esa estructura en forma de bolsa que se encuentra entre hueso, tendón y músculo y que facilita el movimiento. Puede acumular líquido que dificulta el movimiento.

  • Tendinitis

De nuevo, una sobreutilización de la articulación puede conllevar una inflamación de los tendones

  • Síndrome del dolor rotuliano

Muy típico de los corredores. Es una molestia que se agudiza al ponerse en cuclillas, al correr, al estar mucho tiempo sentado o al subir y bajar escaleras.

  • Otras causas

La artritis, artrosis, enfermedad de Osgood-Schlatter, quiste de Baker, osteocondritis o el derrame en el interior de la articulación son otras de las causas que pueden dar lugar a dolor crónico de rodillas.

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Lesiones de rodilla más frecuentes

Independientemente de la artritis, artrosis o bursitis que afectan a la rodilla, estas son las 7 lesiones más comunes de rodillas:

Tendinopatía rotuliana

El tendón rotuliano es un cordón fibroso que une los músculos de la pierna que hay por debajo de la rodilla con la rótula. Se encarga de transmitir la fuerza muscular para poder extender la rodilla.
Al realizar movimientos inadecuados, se sobrecarga ese tendón que puede terminar inflamándose.

Esguince de rodilla

Los ligamentos laterales de la rodilla están por fuera de la articulación y se unen al fémur con la parte superior de la tibia.

Una torsión exagerada puede llegar incluso a que estos ligamentos laterales se desgarren. Este desgarro es lo que se conoce como esguince de rodilla.

Rotura del ligamento cruzado anterior

Los ligamentos cruzados se encuentran en el interior de la rodilla. Son cordones fibrosos que pasan por detrás de la rótula y se cruzan entre sí y uniendo el fémur con la tibia, proporcionando estabilidad.

La rotura parcial o total da un lugar a un dolor muy intenso y pérdida inmediata de la estabilidad de la rodilla. Es la lesión que más teme cualquier deportista.

Rotura de menisco

La rodilla dispone de dos meniscos, que son cartílago en forma de medialuna y que se comportan como almohadilla que evita la fricción entre fémur y tibia y amortigua golpes.
La rotura del menisco suele ir asociado a la rotura del ligamento cruzado anterior.

Luxación de rodilla

Un golpe que provoque el desplazamiento de la rodilla más allá de sus límites provocará dolor intenso y la imposibilidad de caminar.
La luxación de rodilla se produce cuando el extremo del fémur pierde contacto con la cabeza de la tibia.

Condropatía rotuliana

Se trata de una lesión que afecta al cartílago de la rótula. Se manifiesta con sensación de chasquidos y dolor en la parte anterior de la rodilla

Distensión de ligamentos

Cuando se produce un cambio en la forma o tamaño de cualquiera de los ligamentos que “sujetan” la rodilla por un estiramiento o contracción excesiva.

Consejos para aliviar el dolor de rodilla

Si presentan molestias en las rodillas y quieres aliviarlas, sigue estos consejos:

  • Muslos tonificados

Unos muslos fuertes y ejercitados reducen la carga en las rodillas y contribuyen a estabilizarlas

  • Los glúteos también tienen algo que decir

Efectivamente, los glúteos también contribuyen a mejorar la distribución del peso del cuerpo, sobre todo, de la parte superior del tronco, por lo que al fortalecerlos ayudarán a reducir la carga que soportan las rodillas

  • Aumenta la movilidad en las rodillas

Realiza ejercicios que fortalezcan los movimientos de flexión, extensión y rotación de las rodillas para que su función no se vea reducida.

Cómo prevenir las lesiones de rodilla

Existen maneras de prevenir o proteger nuestras rodillas de posibles lesiones. ¡Toma nota!

  • A la hora de dormir

Es interesante, cuando te tumbes en la cama con la intención de dormir, colocar un cojín entre las piernas para evitar el rozamiento de las rodillas durante la noche.

  • ¿Frío o calor local?

Es conveniente saber cuándo aplicar frío o calor porque no da igual.
Si notas que la rodilla está caliente o enrojecida, es muy probable, que se haya iniciado un proceso inflamatorio por lo que sería conveniente aplicar frío.
Por el contrario, si notas la rodilla rígida, la opción del calor es lo recomendable

  • Un automasaje para aliviar la sobrecarga

No solamente la rodilla, sino músculos como el cuádriceps deben cumplir con su función para evitar que la rodilla se desestabilice. Para ello, un masaje con geles o cremas a base de plantas como la caléndula, árnica o camomila, contribuirán a modular la posible inflamación o sobrecarga muscular y aliviar las molestias asociadas.

  • Cuida lo que comes

Una alimentación variada y equilibrada contribuye a evitar el sobrepeso. El sobrepeso no solamente supone mayor número de kilos que deben soportar las rodillas, sino que la microbiota de esas personas está desequilibrada lo que contribuye a una inflamación y oxidación de base que afecta a las articulaciones.

  • Evita los deportes de riesgo

Al nadar, montar en bicicleta o caminar se realizan unos movimientos de bajo impacto que contribuyen a fortalecer las rodillas.
El taichi, basado en movimientos suaves y lentos, también contribuye a relajar las articulaciones y ganar flexibilidad.

  • Invierte en calzado

Un buen calzado, reforzado, con poco tacón y peso adecuado es clave para evitar que las rodillas realicen un sobreesfuerzo a la hora de realizar movimientos cotidianos que, de prolongarse en el tiempo, puedan afectarlas.

Unas rodillas fuertes y sanas determinan la belleza saludable de unas piernas

BIBLIOGRAFIA
https://www.ucm.es/data/cont/docs/420-2014-02-18-23-Patologia-del-aparato-extensor-de-la-rodilla.pdf

Ldo. José Manuel García Raboso
Licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid con la Especialidad de Bioquímica. Siempre ha estado unido al sector farmacéutico y al contacto directo con el cliente, bien en Oficina de Farmacia o en diferentes Laboratorios farmacéuticos como AstraZeneca, Salvat o Lacer.
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