Dormir, según el Diccionario de la Lengua Española, procede del latín dormire y tiene doce acepciones.
El significado más común es “estar en aquel reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario”, pero no especifica cómo el dormir desnudo puede tener interesantes beneficios para la salud como veremos en este artículo.
La definición de la R.A.E., desde el punto de vista científico, no es del todo correcta.
El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.
El sueño ha sido y sigue siendo uno de los enigmas de la investigación científica y todavía se plantean grandes dudas al respecto.
Se ha pasado de considerarlo un fenómeno pasivo en el que parecía que no ocurría nada, a considerarlo, gracias a la aparición de técnicas de medición de la actividad cerebral, un estado de conciencia dinámico en el que se puede llegar a estar tan activos, desde el punto de vista cerebral, como en la vigilia y en el que suceden grandes modificaciones del funcionamiento del organismo; cambios en la presión arterial, la frecuencia cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal y la secreción hormonal entre otros.
¿Qué pasa durante la noche?
Mientras se duerme pasamos por diferentes fases o estadios de sueño que se suceden, con un patrón repetido a lo largo de cuatro o seis ciclos de sueño durante toda la noche.
Todas estas fases se incluyen en dos grandes fases de sueño, con diferencias reseñables en cuanto a actividad muscular, cerebral y movimientos oculares (Fases REM y no REM).
Dormir hace que nos sintamos descansados todos los días, sin embargo, mientras se duerme, no significa que la mente y el cuerpo se apaguen. Durante la noche, los órganos y los procesos internos trabajan duramente.
Dormir influye sobre las hormonas del crecimiento y el estrés, el sistema inmunitario, la presión arterial y la salud cardiovascular.
¿Y durante el día? ¿Qué pasa si no duermo lo suficiente?
Cuando se está cansado, no se rinde de la mejor manera posible, se es menos productivo en el trabajo, se tienen más posibilidades de sufrir accidentes, el buen humor se pierde llegando a afectar a la relación con los demás y pudiendo, a largo plazo, aumentar el riesgo de sufrir depresión.
Dormir ayuda a pensar con más claridad, a tener mejores reflejos y a concentrarse mejor.
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Diferentes estudios han demostrado que la falta de sueño aumenta el riesgo de padecer obesidad. Mientras se duerme, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía. Estos cambios pueden afectar al peso corporal.
De hecho, también se ha demostrado que una falta de sueño puede producir condiciones parecidas a la diabetes.
Por otro lado, otros estudios han demostrado la importancia del sueño de calidad para nuestro sistema inmune pudiendo afectar incluso a la mayor o menor eficacia de las vacunas.
¿Cuánto debo dormir?
Una buena noche de sueño se basa en 4 o 5 ciclos de sueño. Este patrón de ciclos es fundamental para la biología del sueño.
Aunque las necesidades varían de un individuo a otro, se considera que un adulto necesita entre 7 y 8 horas de sueño cada noche. Pero lo más importante es que esas horas que se duerman sean de calidad.
No duermo lo suficiente…
A medida que se envejece, es posible que se duerma diferente consecuencia de alguna enfermedad, la toma de ciertos medicamentos o por trastornos del sueño típicos de la edad.
Esto se puede considerar totalmente normal, pero es cierto que un gran número de personas y de cualquier perfil de edad padecen trastornos relacionados con el sueño, siendo el más común el insomnio.
Las personas que padecen insomnio tienen problemas para quedarse o permanecer dormidos y la ansiedad por querer dormirse empeora la situación.
La mayoría de las personas han sufrido insomnio ocasionalmente, pero el insomnio crónico puede desencadenar graves problemas durante el día.
En las farmacias existen complementos alimenticios en formato de comprimidos, gotas o spray con melatonina, pasiflora, melisa y vitamina B6 que ayudan a conciliar el sueño de forma rápida y que este sea reparador.
Dormir desnudo…más allá de mejorar la calidad del sueño
Estos productos funcionan mucho mejor si incorporamos medidas higiénico dietéticas entre las que puede resultar interesante la de dormir desnudo. Dormir desnudo parece tener muchos beneficios para la salud, tanto físicos como mentales:
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La piel lo nota
Dormir sin el pijama permite que la piel “respire” lo que provoca que descienda el riesgo de sufrir problemas cutáneos. Además, favorece la activación de la grasa marrón, la cual permite renovar las células muertas y mantener la piel más tersa y saludable.
Al mismo tiempo, se evitan irritaciones innecesarias por las prendas sintéticas, costuras o elásticos de la ropa de dormir.
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Favorece el descanso
Algunos tipos de insomnio están relacionados con una mala regulación de la temperatura corporal. Dormir con pijama puede dificultar la llegada del sueño profundo.
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Mejora la salud reproductiva
Dormir sin ropa tiene un efecto positivo en el esperma de los hombres ya que mantener la temperatura corporal ideal contribuye al buen estado de los espermatozoides.
Evitar el exceso de calor producido por la ropa puede evitar un descenso en la producción de testosterona.
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Ayuda a adelgazar
La temperatura corporal desciende cuando se duerme y, por tanto, el cuerpo quema más grasa de forma natural. La ropa de cama disminuye este efecto.
Además, dormir desnudo disminuye los efectos del cortisol, que está relacionado con el hambre, de tal forma que, a mayor nivel de cortisol, más hambre. Al dormir desnudo, se puede despertar con menos apetito.
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Mayor conexión con la pareja
El contacto piel con piel aumenta la liberación de oxitocina, considerada la hormona del amor, lo que fortalece el vínculo entre la pareja.
Lógicamente, también contribuirá a aumentar las posibilidades de tener encuentros íntimos. Estar sin ropa beneficia el contacto físico y por tanto la salud sexual.
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Adiós al estrés
Dormir desnudo reduce los niveles de cortisol en el organismo y, por tanto, ayuda a relajarte y a liberar estrés.
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Rejuvenece
Parece ser que dormir desnudo ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento. Al dormir se libera la hormona del crecimiento que es clave para la regeneración celular.
Con el calor se procesa menos cantidad de hormona del crecimiento lo que dará lugar a un envejecimiento más rápido.
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Mejora la autoestima
Acostumbrarte a ver tu cuerpo desnudo es fundamental para aceptarlo y quererte.
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Favorece la higiene
Dormir sin ropa interior es una buena manera de mejorar la salud vaginal. Contribuye a disminuir los riesgos de desarrollar cualquier infección.
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Reduce el riesgo de tener diabetes
Parece ser que una temperatura fresca durante el descanso induce una mayor estabilidad de los niveles de azúcar en sangre y una mejora en la sensibilidad a la insulina.
“Para dormir, tan solo unas gotas de N.º 5” Marilyn Monroe
BIBLIOGRAFIA
https://www.hospitallamoraleja.es/pdf/pautas_higiene_sueno.pdf
