Evitar el sobrepeso, hacer ejercicio o caminar descalzo son algunas de las medidas preventivas que las personas que padecen varices y, en general, problemas circulatorios deben seguir cada día. ¿Y usar medias de compresión? También se puede convertir en un gran aliado para este problema.
Qué son las medias de compresión
Las medias de compresión elástica mejoran las molestias y la hinchazón de las piernas con varices. Aplican una presión decreciente desde el tobillo hasta la rodilla o la cintura.
Es un método muy utilizado porque es efectivo para el tratamiento de patologías venosas crónicas y puede aplicarse inmediatamente tras el diagnóstico.
Uso de las medias
Las medias elásticas se caracterizan por tener compresión gradualmente decreciente, máxima en el tobillo y mínima en el muslo.
Es aconsejable el uso gradual de compresión. Es decir, empezar por una media de compresión ligera, aumentando progresivamente.
Deben colocarse antes de levantarse de la cama o, al menos, inmediatamente después de la ducha, y quitarse por la noche al acostarse.
Durante el verano la sintomatología de la insuficiencia crónica se agrava y, debido al calor, la media es peor tolerada. Pero se debe hacer un esfuerzo porque es de utilidad y conveniente seguir utilizándola, al menos en las primeras horas de la mañana.
Otras recomendaciones para el uso de medias de compresión
- Asegúrate y comprueba que la talla de las medias es la que mejor se adapta a ti. Para ello, debes seguir la guía de las tallas de cada fabricante. Con ello evitarás que la media te presione demasiado o que te resulte ineficaz porque no te aplica la suficiente presión.
- Al igual que la talla, es importante conocer qué grado de compresión necesitas, ya que guarda relación directa con la severidad de la enfermedad. Existen diferentes grados:
- Ligera – moderada. Indicadas para varices de pequeño tamaño o escasamente sintomáticas.
- Normal. Para varices con síntomas. Útiles en la prevención de la aparición o recurrencia de úlceras venosas.
- Fuerte. Su uso es para aquellas personas con insuficiencia venosa crónica muy sintomática. O para tratamiento del síndrome post-flebítico o úlceras venosas.
- No las utilices en cuanto empieces a notar que están perdiendo capacidad de presión. Para conseguir prolongar su uso, puedes lavarlas a mano o a baja temperatura, utilizando detergentes para ropa delicada y secarlas al aire, pero sin la exposición directa del sol o fuentes de calor.
¿Qué efecto tiene la compresión?
El tratamiento de compresión es un método que puede resultar muy interesante y efectivo para el tratamiento de patologías venosas crónicas. Entre los efectos beneficiosos destacamos:
- Consigue reducir el retorno venoso en las venas de las piernas
- Provoca el refuerzo de la “bomba muscular”, es decir, de todos aquellos músculos esqueléticos que ayudan al corazón en la circulación sanguínea.
- La presión sanguínea en las venas de la pierna se ve reducida
- Con el uso de las medias de compresión, se reducen los edemas y la presión celular de las piernas.
¿Sabes cómo ponerte las medidas de compresión?
No es difícil, pero hay una serie de recomendaciones que te harán más fácil ponértelas:
- Primero, seca bien la piel antes de ponerte las medias
- Coloca las medias al revés, dándole la vuelta
- Es el momento de introducir la puntera hacia dentro, hasta el talón, estirándolo cuidadosamente y hasta que el talón esté en su sitio.
- Ya puedes deslizar la media a lo largo del pie.
- Si quedaran pliegues, ve recolocando la media.
- Puedes ir haciendo movimientos circulares ascendentes hasta llegar a la rodilla.
- Una vez aquí, no dobles la parte superior.
Otros tratamientos para los problemas de retorno venoso
No existe un tratamiento definitivo que permita evitar o recuperar totalmente el daño provocado en el sistema circulatorio. Hemos hablado de las medias de compresión como medida efectiva para el tratamiento de patologías venosas. Pero existen otras medidas con los que prevenir la enfermedad y conseguir mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen de insuficiencia venosa, y que sus principales manifestaciones como son las varices y las piernas cansadas consigan mejorar.
En primer lugar, debemos hablar de medidas preventivas que pueden ser de gran utilidad para conseguir evitar o enlentecer la enfermedad venosa crónica. Entre ellas podemos mencionar:
- Ejercicio físico. Hacer gimnasia, natación o ciclismo será tu gran aliado. Por supuesto, caminar diariamente va a hacer que la circulación en los miembros inferiores mejore.
- Controlar el peso. El sobrepeso te hará que tengas más problemas con la circulación venosa. Es importante que realices una dieta variada y equilibrada, rica en verduras, frutas y legumbres. Incorporando este tipo de alimentos con alto contenido en fibra, conseguirás prevenir el estreñimiento. Reduce el consumo de carnes grasas, embutidos y bollería industrial. Y, por supuesto, debes comer con poca sal para ayudarte a prevenir la hinchazón causada por la retención de líquidos.
- Evita usar ropa ajustada. La ropa demasiado ajustada en la cintura y las piernas frena el retorno sanguíneo al corazón. Las fajas, pantalones ajustados, calcetines que aprietan los tobillos o las rodillas, así como los zapatos apretados pueden interferir en la correcta circulación de la sangre.
- Olvídate del alcohol y el tabaco.
- Eleva las piernas. Es algo recomendable hacerlo entre 3 y 4 veces al día, con una duración de entre 15 a 30 minutos. Tienes que elevarlas por encima del corazón. Para dormir, puedes utilizar almohadas y ponerlas debajo de las piernas.
- Evita las fuentes de calor porque este dilata las venas. Por tanto, evita las duchas y los baños calientes, saunas, baños de sol o la depilación con cera caliente.
Ejercicios más recomendables para mejorar la circulación de las piernas
- Si estás sentado, quédate descalzo y apoya los pies. Levanta los dedos y el talón de cada pie, aproximadamente, 20 veces.
- Separa y junta las puntas de los pies.
- Balancea suavemente los pies.
- Cuanto estés tumbado, haz bicicleta durante un minuto aproximadamente.
- Con las piernas levantadas, mueve circularmente los pies en ambos sentidos. Sería ideal que hicieras 10 giros en cada dirección.
- También recostado y con las piernas extendidas, sepáralas y júntalas unas 10 veces.
- De pie también puedes hacer una serie de ejercicios que favorecerán la circulación de tus piernas. Entre estas, está la de ponerte de puntillas y volver a reposar sobre los talones.
- Otro ejercicio que puedes hacer cuando estés de pie es caminar de puntillas unos minutos. Y, durante otros cuantos minutos, hacerlo sobre tus talones.
