Muchas horas, muchos días y sin un final cercano para dejar de usar la mascarilla.
Indiscutiblemente es un complemento que se ha convertido en necesario para nuestra salud pero que, para nuestra piel, conlleva ciertos problemas.
La irritación o las rojeces en la zona están entre estos problemas. Todas estas complicaciones nos obligan a cuidar la piel más que antes, si cabe, porque la piel con el uso de la mascarilla sufre mucho. Por ello, para minimizar los problemas que comporta el uso de la mascarilla debemos comenzar con unos buenos hábitos de limpieza. Pero no deben ser los únicos.
Problemas frecuentes de la piel con el uso de la mascarilla
Las características protectoras de la piel pueden verse afectadas y alteradas cuando están bajo una agresión constante y diaria.
En el caso que estamos tratando, lo provoca el uso continuado de las mascarillas. Presión, tensión, humedad o la temperatura que produce el empleo de la mascarilla son factores que están directamente asociados al desarrollo de ciertos problemas de la piel. Veamos cuáles son los que más estamos padeciendo.
Reconociendo las alteraciones de la piel
Dermatitis de contacto
Llevamos muchas horas al día las mascarillas. El contacto con los tejidos que forman parte de la mascarilla durante varias horas al día, puede provocar en personas alérgicas a estos tejidos o con una piel especialmente sensible, alteraciones en la piel e, incluso, en las mucosas de la nariz, pliegues de las orejas o en puntos de rozamiento de las mejillas.
Acné y rosácea
Estas dos patologías se ven muy afectadas por la falta de aire en la zona y el exceso de humedad. Junto a la saliva retenida en el interior de la mascarilla, favorece el crecimiento de microorganismos. De ahí que se agraven.
En una entrada anterior en este blog ya os hablamos del denominado “maskné”, acné provocado por la obstrucción de los poros de la piel.
Dermatitis atópica
Como hemos comentado, la temperatura y la humedad alrededor del área de la nariz y la boca por el uso de la mascarilla provocan que se modifique sustancialmente la barrera epidérmica y su respectiva microbiota.
Todo esto provoca disbiosis y alteraciones en la barrera de la piel, que pueden agravar una dermatitis atópica ya existente y favorecer la aparición de nuevos brotes. Entre sus síntomas encontramos un picor intenso, enrojecimiento e inflamación.
Como veremos a continuación, uno de los objetivos clave del tratamiento de la dermatitis atópica es mantener la piel en el mejor estado posible. En este punto, las medidas higiénico dietéticas y los emolientes son herramientas fundamentales que ayudan a cumplir con este objetivo.
Cuídate y que la piel con el uso de la mascarilla no se vea afectada
Hay que cuidar la piel del rostro mucho más por el mero hecho de llevar mascarilla. Por ello resulta esencial utilizar mascarillas que cumplan perfectamente su función y no elegirlas por su “estética”.
Evitar, sin excusas, aquellas que no son homologadas o las que, en la zona de contacto con la piel, origine un mayor efecto de rozamiento o presión.
Hay que seleccionar la talla adecuada para cada persona y, cuando no sea necesaria o se haya cumplido el tiempo de uso, retirarla según las recomendaciones de la casa fabricante. Pero, además, y de manera muy constante:
- No olvides incorporar a tu rutina una buena higiene facial. Antes de ponerte la mascarilla, limpia muy bien la piel de tu cara utilizando agua y limpiadores no jabonosos sin fragancias. No frotes y hazlo de manera suave para no irritar más la piel. Si lo prefieres, puedes utilizar un jabón syndet.
- Di no al maquillaje. No podemos permitirnos más obstrucción en nuestros poros por lo que salir con la cara lavada va a ser la mejor opción para ayudar a respirar a nuestra piel. Si no puedes evitar maquillarte, recuerda retirarlo al final del día o en cuanto llegues a casa.
- Mucha hidratación. Hay que hidratar y nutrir a nuestra piel con productos específicos y según tus necesidades. Utiliza productos específicos para la piel del rostro y hazlo dos veces al día. Productos que incluyan ácido hialurónico puede ser una buena opción ya que es un principio activo con gran capacidad hidratante.
No te olvides de estos otros consejos y ¡de los emolientes!
En general, los cuidados de la piel con dermatitis atópica y de las otras patologías que ahora provocan en nuestra cara el uso de la mascarilla, necesitan de una gran constancia por parte de aquellos que la padecen.
Existen diferentes factores que son perjudiciales para la dermatitis atópica y demás irritaciones de la piel. Por tanto, han de ser evitados en la medida de lo posible para lograr un mejor control de la enfermedad. Con estos factores perjudiciales nos estamos refiriendo a:
- Evitar el ambiente excesivamente seco
- El polvo de casa
- La sudoración
- Estrés. Existen determinadas situaciones de ansiedad o depresión que contribuyen al empeoramiento de la dermatitis atópica
- El empleo de jabones irritantes, el exceso de lavado o la fricción pueden aumentar la sequedad cutánea
El cuidado y la hidratación regular mejoran el estado de la piel y le dan un aspecto mucho más agradable. El momento más adecuado para aplicar la crema es inmediatamente tras la ducha o el baño.
Con el uso de emolientes se consigue mantener la integridad de la barrera cutánea y su hidratación. Por tanto, se consigue reducir las posibilidades de sufrir brotes inflamatorios y eczemas.
Uno de los ingredientes que ha demostrado tener capacidad regeneradora del daño causado por las agresiones externas a la piel es la ectoína. Tiene gran capacidad de atracción de moléculas de agua. De hecho, es muy superior a la de otros componentes, favoreciendo así la hidratación de la piel.
Estas cremas son de utilidad en el tratamiento de la dermatitis atópica cuando se utilizan en el momento de aparición del brote. Cuando hay picor pero no se ve brote es el momento de empezar a utilizar estas cremas.
Referencias
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-dermatitis-contacto-alergia-e-irritacion-13036533
https://www.semg.es/images/2020/Coronavirus/20201118_doc_tecnico_dermatologia.pdf
